LA BEATLEMANÍA Y EL OCASO DE LA STOP-MOTION
La Stop-Motion Photography o fotografía a imagen parada es el sistema que se utiliza para animar objetos reales o muñecos, cambiando su posición entre fotograma y fotograma. En el fondo, todo el cine utiliza este procedimiento, ya que la cinta de celuloide no hace más que recoger una sucesión de fotografías (imágenes paradas, a fin de cuentas) que, proyectadas a una velocidad constante (24 por segundo), producen la ilusión del movimiento. Pero suele utilizarse el término para diferenciar estas grabaciones de las filmaciones de actores o la fotografía de dibujos para animarlos posteriormente.
Como vimos, los primeros hitos del cine de dinosaurios se grabaron con esta técnica. Sin embargo, se trata de un procedimiento lento y costoso, y pronto los productores recurrieron a sistemas alternativos, como disfrazar actores o lagartos (véase “La noche de la iguana”). Naturalmente, el resultado no tenía parangón y muchos artistas continuaron elaborando maquetas de dinosaurios y perfeccionando la técnica... hasta que la animación por ordenador terminó por desplazarla.
Planeta Bur
Ronald Stein (1930-1988) fue el director musical de American International Pictures, productora especializada en filmes de serie “B” para la que escribió las partituras de Dinosaurus! (1960, Irving S. Yeaworth Jr.) o Voyage to the prehistoric planet (1965, Pavel Klushantsev y Curtis Harrington), adaptación de la rusa Планета Бурь (Planeta Bur, 1962) –con música Johann Admoni y Aleksandr Chernov-, en la que se recurrió a disfrazar actores de dinosaurio. Los modelos que esculpió Marcel Delgado para el primer filme fueron reutilizados en varias series de televisión [1].
El bello durmiente
Manuel Esperón (1911-2011), autor de la conocidísima “¡Ay, Jalisco, no te rajes!” (1941), puso banda sonora a las mexicanas El bello durmiente (1952, Gilberto Martínez Solares), con marionetas de Edward Fitzgerald, y La edad de piedra (1964, René Cardona), con marionetas y disfraces. Y nuestro primer filme de dinosaurios, El sonido de la muerte (1966, José Antonio Nieves Conde) tenía un monstruo invisible (se le intuía por las pisadas o las sombras) y partitura de Luis de Pablo (1930-2021), creador del primer laboratorio de música electroacústica de España y activo difusor de la música contemporánea.
Jerome Moross
Amigo de Bernard Hermann y parte, como aquél, del Grupo de Jóvenes Compositores de Aaron Copland, Jerome Moross (1913-1983) puso música a 16 filmes en 1948-1969, entre los que destaca la cinta de ese último año con efectos de Ray Harryhausen The Valley of Gwangi (1969). Especialista en western (The Big Country –Horizontes de grandeza-, William Wyler, 1958), Moross supo aportar a su partitura ese toque indómito de aventura épica típico del cine del Oeste. Orquestó una gran variedad de temas para los diferentes elementos del filme, incluidos cada uno de los animales prehistóricos, y parece que se involucró en la grabación más allá de su labor como compositor, pues en la escena de la catedral “según todo parece indicar fue él mismo quien se ocupó de grabar el sonido del órgano que desconcierta al animal en su asedio hacia Kirby” [2].
Gwangi va a confesar pecadillos
A mediados de los 50 aparece un nuevo estilo musical, que la rebelde juventud del momento adopta como seña de identidad y que también bebe de la tradición musical afroamericana: el rock. Pronto, el rock da el salto al charco y, en las islas británicas, los Beatles lo transforman en música pop en los 60. El grupo acabará experimentando y evolucionando, introduciendo en sus canciones música hindú, orquestas sinfónicas o procedimientos contemporáneos como la manipulación de cintas y la incorporación del ruido, y el mundillo del rock no volverá a ser el mismo.
Yellow Submarine
En 1968, los Beatles protagonizan en formato animado el psicodélico filme Yellow Submarine (1968, George Dunning), con algunas de sus canciones y música adicional de su arreglista George Martin, entre la que debemos destacar la pieza “Sea of Monsters”, que acompaña a un desfile de las criaturas más inverosímiles, entre los que se incluyen varios dinosaurios de multiples colores y aspecto lunático. Años después, el batería de los Beatles compartiría escenario con dinosaurios en Caveman (1981, Carl Gottlieb), a la que puso música el argentino Lalo Schifrin (1932), autor del famoso tema de Misión Imposible, amigo de Astor Piazzolla, arreglista y compositor para Dizzy Gillespie o Xavier Cugat.
Ringo en Caveman
John Scott (1930) tocó con los Beatles (flauta en “You’ve Got to Hide Your Love Away”, 1965), Henry Mancini o John Barry (saxo principal en Goldfinger, 1964, Guy Hamilton), aunque su faceta que más nos interesa aquí es la de compositor escénico. Scott es el autor de la partitura
de Trog (1970, Freddie Francis), que aprovechó los dinosaurios de Animal World, The People
that Time Forgot (1977, Kevin Connor) o Yor, the Hunter from the Future (1983), en la que colaboró con Guido y Mauricio de Angelis. The People that
Time Forgot era la segunda entrega de la trilogía Caspak de Edgar Rice Burroughs a cuya primera parte, The Land that Time Forgot (1975, Kevin Connor), puso música el australiano Douglas Gamley.
Mike Vickers
Integrante del grupo Manfred Mann y también colaborador de los Beatles –dirigió la orquesta en All You Need is Love y les enseñó a tocar el sintetizador Moog-, Mike Vickers (1940) puso música a los filmes de
Kevin Connor At the Earth’s Core (1976), primera novela de la serie Pellucidar de Burroughs, y Warlords of Atlantis (1978), en el que aparece un plesiosaurio.
My Science Proyect
Hijo de Elmer (véase “La noche de la iguana”), Peter Bernstein (1951) puso música a My Science Project (1985, Jonathan R. Betuel), de la filial de Disney Touchstone, en la un proyecto escolar se desmadra y acaba con un tiranosaurio (con deditos supernumerarios) en el gimnasio. Años más tarde, Peter volvió a trabajar con dinosaurios –esta vez, generados por ordenador- en el telefilme Raptor Island (2004, Stanley Isaacs) y su secuela Planet Raptor (2007, Gary Jones).
Jerry Goldsmith
Seguro que conoces las partituras de Jerry Goldsmith (1924-2004) para El planeta de los simios, Chinatown o Alien, aunque tal vez no sepas que escribió un oratorio (Christus Apollo, 1969) con texto del escritor de ciencia-ficción enamorado de los dinosaurios Ray Bradbury. Aunque lo que realmente nos interesa aquí es la partitura que escribió para Baby, the
Secret of the Lost Legend (1985, Bill L. Norton), otra producción de Touchstone, que explota la leyenda criptozoológica del Mokele-mbembe, un supuesto saurópodo avistado en la selva africana. Goldsmith, compositor ecléctico y versátil donde los haya, cuyos compases beben por igual de la música clásica, el jazz o el folk, estaba investigando en esta etapa con sintetizadores y sonidos electrónicos. El resultado es una partitura fresca y brillante.
Danny Elfmann (izquierda) y Tim Burton (derecha)
Danny Elfmann (1953) acompañó con su música a los dinosaurios magníficamente animados por stop-motion del primer largometraje de Tim Burton, Pee Wee’s
Big Adventure (1988) y, más tarde, a los digitales de Meet the Robinsons (2007, Stephen J. Anderson) o Men in Black III (2012, Barry Sonnenfeld). Además, Elfmann es el creador de la sintonía de The Simpsons (1989, Matt
Groening), a lo largo de cuyas 32 temporadas ha hecho su aparición algún que otro dinosaurio [3].
Bartosaurus vs Triceralisa
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[1] La maqueta de la jungla y el brontosaurio fueron reutilizadas en el episodio “The Odissey of Flight 33” (1961) de la segunda temporada de The Twilight Zone, cuya sintonía escribió Marius Constant (la de la primera temporada era de Bernard Hermann). Se utilizó una toma del tiranosaurio para el tercer episodio de Gilligan’s Island (1963), que presentaba “The Ballad of Gilligan’s Island”, de Sherwood Schwartz y George Wyle. Los rugidos del tiranosaurio se reprodujeron en “The Invisibles” (1964) y otros episodios de The Outer Limits, con sintonía de Dominic Frontiere.
[2] López Sanjuan, Octavio (2019) “Descubriendo el valle perdido en el cine de dinosaurios”, en De Gwangi a Concavenator. 50 años de paleontología en Cuenca, Iván Narváez y Pepe Alfaro (coordinadores).
[3] Entre otros episodios, están presentes en “Bart the Daredevil” (1990, Wes Archer), “Bart Sells his Soul” (1995, Archer), “Mayored to the Mob” (1998, Swinton O. Scott III), “This Little Wiggy” (1998, Neil Affleck), “Kidney Trouble” (1998, Mike B. Anderson), “Thirty Minutes over Tokyo” (1999, Jim Reardom), “Wedding for Disaster” (2009, Chuck Sheetz), “The Book Job” (2011, Bob Anderson), “Homerazzi” (2011, Matthew Nastuk), “Days of Future Future” (2014, Anderson), “Married to the Blob” (2014, Chris Clements), “Opposites A-Frack” (2014, Nastuk), “101 Mitigations” (2009, Mark Kirkland), “A Springfield Summer Christmas for Christmas” (2020, Timothy Bailey) y varios capítulos de la subserie Treehouse of Terror.
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