Especialista en manga de artes marciales (Street Fighter, Karate Little Prince), Yasushi Baba lleva en activo desde mediados de los 90. En julio de 2018 publicó en la revista mensual Shonen Sirius (Kodansha, 2005) la primera entrega de ライドンキング [Raidon kingu], esto es, “The Ride-on King”, algo así como “El rey de las cabalgatas”, que lleva ya publicados nueve volúmenes recopilatorios. Aunque también viene de Oriente, no tiene nada que ver con Baltasar y compañía.
Yasushi Baba
La serie está protagonizada por Alexander Plutinov, indisimuladamente inspirada en la figura de Putin, cuya afición a exhibirse montando a caballo es conocida internacionalmente. Plutinov no se conforma con eso y utiliza cualquier bicho que se ponga a su alcance, incluidos tigres o tiburones. No acaban ahí los parecidos, ya que Plutinov es el presidente vitalicio de la República de Pursia, en Asia Central. Pero el destino le tenía preparados entretenimientos suficientes para distraerle de cualquier ambición bélica, ya que al sufrir un atentado (le intenta atropellar un camión y le cae encima la cabeza de su propia estatua ecuestre), Plutinov se verá trasladado a una realidad alternativa llena de dragones y otros seres mitológicos... además de algún dinosaurio, como el anquilosaurio y el terópodo que aparecen sobre estas líneas, un plesiosauroide o
la suerte de estegosaúrido con alas y dos pares de ojos que vemos debajo.
Sin embargo, los dinosaurios que aparecen en la serie no son, en realidad, tales, sino dragones. Se ha planteado si tras la leyenda del dragón
podían esconderse hallazgos paleontológicos inexplicables en la antigüedad, aunque lo más probable es que dichos restos fueran de cocodrilos o mamíferos [1]. Como vamos a ver, Baba le da una sugerente vuelta de tuerca al tema en este cómic. Desde el primer número contamos con la presencia de ceratópsidos (“dragones de tierra”, según la terminología del manga), como el que monta en la escena superior el General Joshua, reclutador de demonios, al que vemos retando a Plutinov y su nueva montura. Pero nuestro presi declina la oferta, ya que le parece más interesante robarle el dinosaurio a Joshua. Normal, nunca ha montado en uno.
Al final, los protagonistas acaban adoptando un pequeño triceratops, al que bautizan como Kally. Kally intenta escupir fuego para ayudar a sus amigos, pero aún es muy joven. Sin embargo, un día despliega unas pequeñas alitas que no sabemos dónde tenía escondidas y echa a volar, demostrando que, efectivamente, es un dragón. Cuando la historia avanza un poco más y Kally crece (de golpe, como parece ser propio de algunas criaturas mitológicas, o de los pokémon) y adopta un aspecto draconiano más convencional, si bien manteniendo el cráneo de ceratópsido, como podemos ver debajo.
Raidon kingu es una serie que continúa su andadura, por lo que seguiremos pendientes de ella, ya que ha quedado claro su potencial para explotar las connotaciones míticas de los hallazgos paleontológicos y seguro que nos deparará todavía alguna sorpresa en el futuro. Por supuesto, aquí estaremos para contárosla.
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[1] Sanz, J.L. (1999) Mitología de los dinosaurios. Madrid: Taurus.
Narváez, I. y Sarris, I. (2011) Interpretaciones de los fósiles en la cultura china hasta el siglo XVII a través de textos occidentales, en Pérez–García, A. (et al.) (Ed.) Viajando a mundos pretéritos, pp.233–240, Ajuntament de Morella.
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