jueves, 16 de noviembre de 2023

Los mundos prehistóricos de Nikolai Mengden

Nikolai Dmitrievich Mengden-Altenwoga nació en 1899 en el seno de una familia noble [1] de San Petersburgo. Estudió en el Liceo Imperial Alexander [2] y fue voluntario del Regimiento de Caballería en la Primera Guerra Mundial. Cuando estalló la Revolución, combatió contra los bolcheviques y, finalmente, se exilió a París en 1929. Ese mismo año se casa con la duquesa María Nikolaevna de Leuchtenberg [3]. La vida de un militar contrarrevolucionario no nos interesa gran cosa, pero Nikolai tenía otra faceta que revelaría en Francia, mucho más edificante.

Les naufragés du Pacifique

Nikolai (Nicolas en Francia) era un hábil dibujante y mostró ser mucho más productivo con la pluma que con la espada. Ilustró portadas de novelas, folletos y cómics, especializándose en historias fantásticas y ciencia-ficción influenciadas por el cine y los relatos pulp norteamericanos.

Édouard Drin (1877-1977) escribió y publicó a través de Éditions Modernes un buen número de cómics entre finales de la década de 1910 y comienzos de los 50. El papel era de mala calidad pero la ilusión es lo que cuenta. Mengden ilustró un buen número de estos cuadernillos y, como ya te estabas imaginando, hemos encontrado dinosaurios en unos cuantos.

Boubou le troglodyte

La colección Le Cinéma pour tous (Éditions Modernes, 1934-1938) alcanzó los 194 números, a los que habría que añadir otros 74 de una segunda serie (1938-1939). Nicolas Mengden dibujó un puñado de ellos, entre los que se encuentra “Aventures de Boubou le troglodyte” y su continuación “Les exploits de Boubou le troglodyte” (Le Cinéma pour tous #103 y #105, 1936). En la prehistoria de Boubou podemos encontrar animales de cualquier tiempo geológico, como en esta escena en la que vemos a Megatherium (Pleistoceno) enfrentarse a Triceratops (Cretácico).

Mengden fue el encargado de inaugurar una nueva colección, L’Aventure en images (1938), algo más modesta -25 entregas-, con el cuadernillo “L’île aux monstres”, que recuerda inevitablemente el reciente éxito cinematográfico de King Kong, pues narra la historia del naufragio del barco en el que unas artistas de cine regresan a Europa en una ignota isla donde se han preservado los dinosaurios desde tiempos remotos.

En una delirante escena, Hadrosaurus la emprende a mordiscos con el cuello de Brontosaurus y los protagonistas, suponemos que irritados ante semejante desmán paleontológico, arrojan una roca al ornitópodo, descalabrándolo mortalmente. Un pterodáctilo ataca a una de las actrices (nada que no pueda arreglarse con una metralleta adecuadamente lubricada) y volvemos a encontrar todo tipo de fauna extinta, como Pareiasaurus, Dinoceras o Megatherium. Finalmente, aparece el ansiado rescate en forma de un buque de guerra.

Pero la historia no ha terminado ahí: en “L’île de l’épouvante” (L’Aventure en images #3, 1938), los recién llegados son puestos al día de las alimañas que habitan la isla y, antes de marcharse, deciden exterminarlas a cañonazos... Esto requiere de cierta puntería, claro, porque si se falla el tiro, no hay nada más peligroso que un saurópodo cabreado. No será el único herbívoro que la emprenda a bocados con los invasores. Un iguanodonte –seguramente, a sueldo de algún marinero salidorro- se encarga de destrozar a dentelladas el vestido de una de las chicas. Nuestros héroes nos dejan en el más absoluto cliffhanger, enfrentándose a saurópodos y ornitópodos antropófagos con la única ayuda de sus metralletas.

Las andanzas del grupo continúan en “Les naufragés du Pacifique” (L’Aventure en images #5, 1938), donde la cosa se complica con la aparición de nuevas amenazas, como Naosaurus (un sinónimo de Dimetrodon), que demuestra estar en una envidiable forma que le permite dar saltos auténticamente acrobáticos, o una tribu de agresivos trogloditas.

La saga concluye por fin en “L’île des mondes perdus” (L’Aventure en images #7, 1938), en la que se suceden los enfrentamientos entre náufragos, hombres de las cavernas y bestias antediluvianas hasta que, por fin, llega un nuevo barco al rescate (los autores dejan en manos del lector el asumir que en esta ocasión la tripulación del navío sí se centrará en el salvamento).

Éditions Modernes reeditó estos fascículos en una segunda serie de L’Aventure en images (1939) que sólo alcanzó la decena y media de números. Para entonces, según todas las fuentes consultadas, Mengden ya no estaría en París. Aunque parece probado que terminó sus días en 1973 en Sao Paulo [4], volvemos a encontrar su firma desde finales de los 40 en otros títulos de esta editorial (siempre con guión de Drin), como “Le démon des sables” (L’Aventure Autour du Monde #1, 2ª Serie, 1948) [5], “Tom Raclée au Mexique” (Paris-Romans en images #20, 1951), “Les chercheurs de trésors” (Les Nouveaux Récits Complets #1, 1954) o “Les deux champions” (Mon Petit Cinéma, 2ème Série, 1955), entre otras.

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[1] Los Mengden son originarios de Westfalia. Ioann von Mengden, apodado Osthoff, fue maestro de la Orden Teutónica en Livonia (1450-1469). El Landrat de Livonia Otton von Mengden recibió en 1653 el título de barón del Reino de Suecia. El barón Karl-Ludwig (1706-1760) fue presidente de la Cámara y de los Colegios de Comercio. Jugó un papel importante bajo Anna Leopoldovna y durante el ascenso de Isabel fue exiliado a la prisión de Kola, donde murió. Su hermano John Heinrich era el presidente del Livland Hoffgericht. Una rama de los Mengden recibió el título de conde del Imperio Romano en 1778. El clan está registrado en las matriques nobles de las provincias de Livonia y Estonia y en la parte V del libro genealógico de las provincias de Kostromá y Petrogrado (ver Familia von Mengden).
[2] Fundado en 1811 por Alejandro I con objeto de educar a los vástagos de las mejores familias, futuros servidores del zar, hoy es conocido como Tsarkoye Selo Lyceum. Entre sus primeros graduados encontramos a Alexander Pushkin y Alexander Gorchakov. En 1844 se trasladó a San Petersburgo.
[3] Nieta del príncipe Nikolai Maximilianovich Romanovsky, que fue candidato al trono griego (y geólogo), e hija del duque Nikolai Nikolaevich de Leuchtenberg, héroe de la Primera Guerra Mundial y que también combatió contra los bolcheviques. Vivían exilados desde 1920 en París, donde el duque falleció en 1928.
[4] Obituario - Sentry 564 (6), junio de 1973, página 19.
[5] Suponemos que, como en el caso de L’Aventure en images, también se trata de una reedición de la primera serie (1946).

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