Paul Augros (1881-1939) es un pionero del cómic francés poco conocido (no tiene ni entrada en la Wikipedia; tan sólo hay una breve reseña en
Lambiek: (“Paul Augros fue un ilustrador parisino y uno de los primeros dibujantes de cómics. Estudió Artes Decorativas y colaboró en revistas como Diabolo Journal y Le Pêle-Mêle. Su arte también apareció en varios carteles de cabaret y en menús de restaurantes”). Sin embargo, se trata de un prolífico autor de paleocómics, como vamos a ver.
En Fillette publicó la página «Si les animaux antédiluviens revenaient…» (1913), donde la población de París es sustituida por diversa fauna mesozoica, de la que sólo identifica a un diplodocus, que el autor dibuja con bigotes y placas dorsales.
En Le petit illustré publicó el 3/11/1912 “Au temps préhistorique”, que protagoniza el Sr. Iguanodon, que va a cazar humanos con su escopeta para luego guisarlos en la sartén.
Esta historieta fue seguida de la larga serie Histoire antédiluvienne, coprotagonizada por un mamut y un iguanodón. En el primer episodio (1 de diciembre de 1912), un par de diminutos hombres prehistóricos cascan un enorme huevo para comérselo, pero el iguanodon que contenía ya está maduro para nacer y sale al tiempo que aparece la madre para defenderle y darle el biberón. El 20 de abril de 1913 en “Drame Antédiluvien” conocemos al Sr. Mamut y su amistad con el Sr. Iguanodon, que cazan humanos como si fueran ratones.
De nuevo, Augros recupera el título “Histoire antédiluvienne” para el episodio publicado el 15 de junio, en el que la pareja se va de pesca. Los que pican, de nuevo, son los humanos, aunque en la entrega del 27 de julio tienen más suerte. En la del 1 de febrero de 1914 una serpiente gigante se interpone en la huida de Chu y Tom, que es el nombre de nuestros trogloditas, que consiguen eludirla. Cuando el Sr. Mamut y el Sr. Iguanodon la encuentran, parten al ofidio en trocitos que utilizan de cebo para seguir pescando. El 1 de marzo, Chu y Tom se hacen con un carro tirado por un equino para subir una colina... que resulta ser la espalda del Sr. Iguanodon, que se queja: “Je commence par en avoir plein les dos” (“Empiezo a sentir un pellizco en la espalda”) -aunque en esta serie los textos se disponen a pie de viñeta, como era habitual en el cómic europeo de la época, hemos encontrado algunos bocadillos. Las aventuras de Chu, Tom, el Sr. Mamut y el Sr. Iguanodon continuaron por derroteros igual de surrealistas, al menos, hasta 1923.
Augros se divierte subvirtiendo el orden de la naturaleza para ridiculizar a los seres humanos. Si en “Au temps préhistorique”, los diplodocus tienen bigotes y montan en bicicleta, mientras otros dinosaurios fuman puros o juegan a las cuatro esquinas con las patas de la Torre Eiffel, en Histoire antédiluvienne, el contraste entre hombres y fauna extinta potencia todavía más el efecto cómico de la serie:
¿Son realmente gigantescos el mamut y el iguanodonte o la realidad es que Chu y Tom son minúsculos? A menudo les vemos junto a objetos cotidianos, como carretes de hilo, pedazos de queso o incluso procedentes de la naturaleza, como cáscaras de nuez mucho más grandes que ellos.
¿Quién es el salvaje y quien el civilizado? A fin de cuentas, los hombres sólo llevan unos pantalones cortos que casi parecen taparrabos mientras el Sr. Mamut y el Sr. Iguanodon visten elegantemente e incluso se colocan sofisticados monóculos...
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