Los mundos prehistóricos de Alex Raymond
En octubre de 1929, el índice Dow Jones se desplomó, y con él la carrera del joven corredor de bolsa Alexander Gillespie Raymond (1909-1956). Su antiguo vecino Russ Westover le ofreció entonces trabajo como ayudante en su tira Tillie the toiler. De este modo, Alex cambió el parquet de Wall Street por las oficinas del King Features Syndicate y, gracias al crack bursátil, pudimos conocer la obra de uno de los mayores talentos de la historia del cómic [1].
Además de a Westover, Alex asistió a los hermanos Chick (Blondie) y Lyman Young (Tim Tyler’s luck). A finales de 1933 recibió del King Features el encargo de crear una serie para competir con cada uno de los incipientes géneros (la ciencia-ficción de Buck Rogers, el selvático de Tarzán o el policíaco de Dick Tracy) y, a comienzos de 1934, aparecen en los dominicales la progresivamente barroca y épica Flash Gordon, y su topper [2] selvática Jungle Jim, con la colaboración del guionista Don W. Moore (editor de la revista pulp Argosy –donde E.R. Burroughs publicó Pellucidar y Caspak, a la que pertenece la ilustración inferior, obra de J. Allen St.John-), y 15 días después la daily Secret Agent X-9 con guión del maestro de la novela negra Dashiell Hammett.
En febrero de 1944, Raymond se alistó en los Marines. Tras la guerra, el sindicato no le permitió regresar a sus tiras, entendiendo que las había abandonado voluntariamente por el ejército y dado que ya se encargaban de ellas otros dibujantes. Sin embargo, le permitieron embarcarse en una nueva serie, Rip Kirby (1946). Su fama y prestigio creció aún más. Desgraciadamente, un accidente de automóvil terminó con su vida a los 46 años.
Los peculiares dinosaurios de las primeras tiras de Flash Gordon
Con enemigos sospechosamente orientales como los de Buck Rogers, Flash Gordon marcha de la Tierra hacia el lejano planeta Mongo, donde se encuentra con dinosaurios que, en la adaptación de la tira al serial cinematográfico (1935) serán encarnados por lagartos e iguanas disfrazados. Aquí podéis leer las primeras tiras de la serie.
Una tira de Flash Gordon de 1955 por Mac Raboy, con dinosaurio incluido
A diferencia de Tarzán, Ka-zar o Kaanga, Jungle Jim es un cazador en lugar de un salvaje con taparrabos, y vive sus aventuras en el Sureste asiático en vez de en África. En la película Jungle manhunt (1951, Lew Landers), Jungle Jim (Johnny Weissmüller) contempla una pelea entre dinosaurios (de nuevo, lagartos disfrazados) tomada de One million B.C., aunque se rodó otra específicamente para esta película en la que un actor disfrazado de terópodo peleaba con Weissmüller, que lo despachaba de una cuchillada, lo que se eliminó del metraje final en aras del sentido común y la credibilidad.
Y os dejo con la portada de Jungle Jim #23 (1969, Charlton Comics), dibujada por Wally Wood.
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[1] En 1949 recibió el premio Reuben, y en 1950-52 desempeñó el puesto de presidente de la National Cartoonists Society. Si el papel de Raymond en las tiras de prensa norteamericanas de los años 30 y 40 es fundamental, su influencia en las de los años 50 y 60 es innegable. Pero, además, junto a Walt Disney es el principal motor de la expansión del medio a través del globo: su huella es claramente visible en la obra de los españoles Jaime Tomás, Luis García Mozos o José Luis García-López, el yugoslavo Vlasta Belkic, el ucraniano Nikola I. Tiscenko o los rusos Djorde Lobacev y Vadim Kurganski.
[2] (Del inglés Top: parte superior) Término referido a una segunda tira –generalmente de menor formato- que acompaña a la principal de una página de prensa, a veces tomando de aquella prestado a alguno de sus personajes.
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