jueves, 10 de octubre de 2024

Dinocómics tailandeses

Los caballeros protectores de dinosaurios

En los 70 y los 80, los cómics extranjeros (en particular, los manga) dominaban el mercado en Tailandia, donde sólo lograron imponer dos géneros: los cómics de un baht (la moneda del país), editados en papel de baja calidad con historietas de terror y sobrenaturales, y las revistas de humor, como Khai Hua Roh -Vendiendo risa- (Banluesam Publishing, 1973). Hemos encontrado dinosaurios en las portadas de los números #1299 (2014) y #1457 (2018).

Khai Hua Roh #1457

El escritor tailandés Chatchai Wisetsuvarnabhumi (1931-2020), más conocido como “Phanom Thian” [1], es autor de la monumental saga de aventuras inspirada en Las minas del Rey Salomón (Henry Rider Haggard, 1885) Phet Phra Uma, publicada por entregas en diversos diarios desde 1964. Su creciente popularidad la extendió hasta 1990, habiendo sido compilada en un buen puñado de volúmenes y reeditada varias veces desde entonces. De los once episodios, divididos en 48 volúmenes en la primera edición de la saga, nos interesan especialmente el cuarto (“Atharap Nithra Nakhon”, esto es, “Misteriosa ciudad dormida”) y el quinto (“p̀ā lok l̂ān pī” o “El bosque de hace un millón de años”) [2].

Los dinosaurios de Zdenek Burian fueron el modelo que utilizó Raj Lesuang en la portada de Phet Phra Uma #141

En el segundo volumen de “Misteriosa ciudad dormida”, los protagonistas se encuentran con un Deinotherium [3]. No estamos ante dinosaurios pero ya aparece fauna extinta, lo que indica que nos adentramos en un mundo perdido. Acaban con el animalito a tiros pero, cuando regresan al lugar donde lo dejaron herido de muerte, comprueban que ha sido devorado por un criatura mucho mayor… El misterio se resuelve en el tercer volumen, donde hace acto de aparición Tyrannosaurus rex. En el cuarto, los cazadores se dispersan para escapar del terópodo. Uno de ellos, Rabin, vuelve a cruzarse en su camino y le dispara su arma, dejándolo tuerto y mucho más enfurecido.

"El bosque de hace un millón de años"

La historia continúa en “El bosque de hace un millón de años”, en cuyo primer volumen encontramos también a un grupo de hadrosaurios y los cazadores se dividen en dos grupos para acabar con el tiranosaurio, al que Rabin vuelve a disparar, al otro ojo, dejándole ya completamente ciego. Para terminar de anular la amenaza, recurren al TNT. Entonces, la expedición reanuda su marcha en busca de la Ciudad Esmeralda y el tesoro de diamantes de Phra U. Pero al llegar a un lago, son atacados por un grupo de pteranodontes, de los que se deshacen gracias a sus armas de fuego. En el segundo volumen, consiguen comunicarse con Waya, líder de una manada de monos (cosas de las novelas tailandesas), que les cuenta sus enfrentamientos con Triceratops, y luego los exploradores se encuentran con otro ejemplar. Las portadas de las novelas de Phet Phra Uma comenzaron siendo dibujadas por Surin Piyanan, que más tarde fue sustituido por el recién desaparecido Raj Lesuang, a.k.a. “Niwat Tharapan” o “Rawee” (1940-2024).

Cartel para la película de Phet Phra Uma

La enorme popularidad en Tailandia de Phet Phra Uma la ha llevado a ser adaptada a otros medios, como el cine o el cómic. En el largometraje que Somchai Asanachinda dirigió en 1971, encontraremos una serpiente gigante pero ningún dinosaurio. En los cómics, las dificultades técnicas para reproducir a estas criaturas de modo decente desaparecen. Sin embargo, no hemos podido acceder a las diferentes adaptaciones más que de un modo parcial, por lo que no podemos confirmar la presencia de animales mesozoicos en las viñetas de esta saga.

La primera versión en cómic fue dibujada por Chulasak Amornwet (1942-2004), a.k.a. “Chuk (o Juk) Biawsakul” en 1967 ó 1977 (según las fuentes). Si el año correcto fuera el primero, no sería posible encontrar dinosaurios, por no haberse publicado aún el cuarto episodio. Chaiyan Suyawech (-2019), también conocido por el seudónimo de “Tapone”, ilustró otra versión en 1989. Sin embargo, esta historieta se centra en el primer episodio. Finalmente, en 2004 Om Ratchawet publicó cuatro volúmenes en blanco y negro con ayuda de su equipo, que incluía al talentoso Somchai Katanyutanan (1941), a.k.a. “Chai Ratchawat”.

Pangpond en el mundo de los dinosaurios

En 1989, Pakdee Saentaweesuk (1960) ideó al crío con tres pelos –imposible no acordarse del clásico chino Sanmao- Pangpond para la popular revista Mahasanook [4]. Su personalidad hiperactiva le lleva a meterse constantemente en problemas, aunque siempre sale airoso. Pangpond acabó protagonizando su propia cabecera, en cuyo número #303 le vemos en compañía de dinosaurios, y ha sido adaptado a animación, protagonizando filmes como el divulgativo Pangpond en el mundo de los dinosaurios (Vithita Animation, 2015). Puedes disfrutarlo aquí al tiempo que practicas tailandés: 1ª parte, 2ª parte, 3ª parte y 4ª parte.

Yak Yun #2

Thanee Chinchusak (1972), conocido como “Ae-kung”, es el padre de Yak Yun (2004), que protagoniza un crío que convoca a un dios y, en su segundo volumen (2005) viajan a la tierra de los dinosaurios.

Los caballeros cuidadores de dinosaurios #2

Creada por Inkabsai y Panee Itthibamrungrak, Xạṣ̄win phithạks̄ʹ̒ dịnos̄eār̒ (Los caballeros cuidadores de dinosaurios, 2015) está protagonizada por los protectores del ecosistema Sol y Naga, que unen fuerzas para cuidar de diferentes especies de dinosaurios a los que acosan unos cazadores temporales, con la ayuda de un Siamotyrannus [5] (apoyemos la fauna local) capaz de adopar forma humana. Se publicaron seis volúmenes hasta 2020.

Kuppa explora la tierra de los dinosaurios

Entre los cómics con dinosaurios tailandeses más recientes, encontramos también los divulgativos Khupp̂ā taluy dæn dịnos̄eār̒ (Kuppa explora la tierra de los dinosaurios, 2014), de Jirawat Nopprapai, o p̄hcỵ p̣hạy din dæn dịnos̄eār̒ thịy (Explora la tierra de los dinosaurios tailandeses), autopublicado en 2021 por “Bufftoon”.

Explora la tierra de los dinosaurios tailandeses

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[1] El pseudónimo que usa desde 1948, cuando escribió la novela Chula Trikun (1948), y que tomó prestado de una locución que en tailandés alude a la llama de una vela cuando brilla intensamente. Aunque no logró editarla, sí llamó la atención del productor Kaew Atchariyakul, que decidió darle una oportunidad como drama radiofónico, consiguiendo una primera reputación para el autor.
[2] Abarcan los volúmenes #13-20 de esa primera edición, si bien los que contienen fauna del Mesozoico son sólo los volúmenes #15-18, los dos últimos del cuarto episodio y los dos primeros del quinto.
[3] Volveremos a encontrar a este proboscídeo del Pleistoceno en otras partes de la saga, incluso en el último episodio, “Mongkut Phrai” o “La corona de Phrai”.
[4] Ha llegado a vender más de 350.000 ejemplares semanales.
[5] Un alosauroide de la formación Sao Khua, del Cretácico Inferior tailandés.

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