Los mundos prehistóricos de Tomás Marco
Tomás Marco Nadal (1929-2000) inició su carrera en posguerra y fue ayudante de Ambrós en El capitán Trueno, personaje que compartió alguna aventura con dinosaurios, como vimos en este post. En 1963 empezó a trabajar para el mercado francés, destacando con Kalar, héroe selvático cuyas aventuras desarrolló durante veinte años en los que deslumbró por su dominio de la anatomía animal. En el número 15 (febrero de 1965), el personaje se las ve con bestias prehistóricas A la sombra del mundo perdido (imagen inferior) y aquí puedes leer La noche del dragón, publicada en el número 39, aunque en ella Kalar no se enfrenta a un dinosaurio sino a una especie de iguana gigante.
Al llegar la democracia se produce un boom del cómic adulto e incluso hay quien se lanza a la edición independiente, como Josep María Beá, que impulsó (con Adolfo Usero, Alfonso Font, Luis García y Carlos Giménez) la revista Rambla donde realizó con Tomás Marco El espíritu de África (Rambla #20 y 21, 1984).
En 1989, Marco realiza seis historias documentales sobre la vida de los dinosaurios que fueron publicadas en Italia a través de la Agencia Norma, editora de Cimoc, que en 1992 dedicó un número a los Dinosaurios con un par de historias de Tomás Marco, con guión de Uriel Alejandro: El triceratopo y El archaeopterix.
La portada es de Corben, ¿de quién si no?
En 1994 el salón de Amadora rindió homenaje a Marco, pero en España no llegó a obtener el reconocimiento que se merecía. Dedicó sus últimos años a dibujar más cómics de dinosaurios aún inéditos, aunque han sido elogiados por algún catedrático de paleontología.
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