Las distopías paleontológicas de Aldrich Hezekiah
Aldrich Hezekiah (a.k.a. Kiabugboy) es un joven ilustrador de Surabaya (Indonesia) que actualmente se encuentra estudiando en la Singapore University of Technology and Design (SUTD). Interesado por el arte desde bien joven, ha experimentado con diferentes estilos como el hiperrealismo, el cómic, o la ilustración en 3D, adquiriendo muchos conocimientos a través del autoaprendizaje. Actualmente se ha centrado en el medio digital, focalizando sus trabajos en el diseño conceptual y la ilustración de insectos, armaduras o vehículos de guerra, creando nuevas interpretaciones dentro de géneros como la ciencia ficción o la fantasía post-apocalíptica. También se ha mostrado fascinado por la fauna del pasado y de esta forma ha realizado algunas ilustraciones en las que devuelve al presente a algunas criaturas extintas.
Un ejemplo son los euriptéridos, que en su palabras son unas de las criaturas más antiguas que han vagado por los océanos silúricos y que ha sobrevivido hasta nuestros días junto a los cangrejos herradura. Sufrieron un importante descenso de población durante las extinciones masivas del Pérmico y de finales del Cretácico, pero regresaron milagrosamente a los mares actuales en algún momento del final de la última glaciación. Sin embargo, estos animales se enfrentan a un peligro mayor que los que el planeta les ha lanzado desde los albores del tiempo. A medida que la acidificación del océano aumenta a una velocidad jamás vista anteriormente, su exoesqueleto se vuelve cada vez más frágil en cada generación, sin dejarles tiempo suficiente para adaptarse, y la pesca excesiva para satisfacer las demandas del mercado mundial ha provocado que su tamaño disminuya lentamente a lo largo del último siglo.
En cuanto a los estegosaurios: desde que las sabanas comenzaron a surgir en África, único lugar conocido donde los estegosaurios sobrevivieron a la extinción del Cretácico-Paleógeno, el hábitat de estos animales ha quedado limitado a las pocas áreas subtropicales húmedas del continente. Este hecho ya provoca una elevada presión sobre su escasa población y todo empeoró cuando los humanos entraron en escena. Hoy en día, solo existen tres especies de estegosaurios, y todas se enfrentan a su desaparición por la caza furtiva. Sus placas alcanzan un alto precio en lugares como China, donde se cree que tienen propiedades medicinales beneficiosas. El primer par de placas de pequeño tamaño son un objeto preciado por los cazadores furtivos, ya que la gente quiere tener esas icónicas placas en una foto de sopa. Los adultos también tienen menos probabilidades de ser cazados debido a su tamaño y la dureza de sus placas, y en su lugar, los bebés son asesinados por sus placas jóvenes blandas.
Finalmente, las poblaciones de plesiosaurios han ido disminuyendo en todo el mundo, y mientras algunas pocas especies de gran tamaño habitan en océanos abiertos, a los plesiosaurios más pequeños les va aún peor debido a la caza furtiva y la contaminación, y los que viven a lo largo de las costas y los manglares han desaparecido. Recientemente se ha descubierto un pequeño plesiosaurio en las profundidades marinas, una especie peculiar adaptada a filtrar los alimentos en los fríos océanos de Groenlandia e Islandia. Sin embargo, este animal también está al borde de la extinción, ya que los pocos que se han descubierto estaban enredados en redes de pesca y se ahogaron tras ingerir microplásticos que proceden de las corrientes oceánicas de todo el mundo.
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