Los instrumentos musicales de Prehistoric Planet
Los seguidores del blog ya conocéis de sobra la exitosa serie documental narrada por David Attenborough Prehistoric Planet, puesto que la habéis reconocido con el prestigioso Koprolitos de Oro al mejor documental. Ahora que se estrena la segunda temporada, queremos detenernos en uno de sus principales atractivos, junto a la impresionante CGI que da vida a nuestras especies mesozoicas favoritas: La banda sonora. La partitura de la serie lleva la firma de Bleeding Fingers Music, un colectivo dedicado a crear música incidental para cine y televisión cuyos miembros deben pasar las 24 horas del día dándole caña a sus instrumentos, si nos fiamos del nombrecito: dedos sangrantes.
Este estudio fue fundado en 2013 en Santa Mónica (California) por Hans Zimmer y el productor Steve Kofsky. El compositor de la banda sonora de El Rey León (1994) no necesita presentación, pero tal vez no sabías que Zimmer colaboró en Pterodactyl Woman From Beverly Hills (1996) y aportó música adicional para Transformers: Age of Extinction (2014). Bleeding Fingers ha puesto banda sonora a documentales presentados por David Attenborough como Planet Earth II (2016)
o Blue Planet II (2017) y desde la temporada 29 son los encargados de musicar The Simpsons.
Roman tocando el violinraptor
En 2018, Bleeding Fingers contaba ya con once compositores en nómina, entre ellos el esloveno Anže Roman (1989) y su ayudante Kara Talve, con los que Zimmer ha compuesto al alimón la música de Prehistoric Planet. Esta banda sonora ha recibido multitud de premios, como el de mejor BSO de una serie documental en los Hollywood Music in Media Awards o una nominación a los Bulldog Television Broadcast Awards. No podemos dejar de mencionar que, tras licenciarse en la Academia de Música de Liubliana, Anže cursó un máster en composición musical para cine, televisión y videojuegos en la sucursal de la Berklee de Valencia, y fue precisamente su proyecto final para esta prestigiosa escuela el que movió a Zimmer a invitarle a unirse a Bleeding Fingers. Pues sí, el nivel académico musical en España está ya a este nivel.
Icnita de terópodo en Moenkopi (Tuba City, Arizona)
Estaréis de acuerdo conmigo en que la banda sonora de Prehistoric Planet es muy especial, no sólo por la partitura en sí, sino por el sonido y las sensaciones que éste transmite, de manera que parece transportarnos realmente al Cretácico. Y es que los chicos de Bleeding Fingers tienen un secreto: construyeron sus propios paleoinstrumentos. En esta entrevista, Rozman y Talve nos cuentan cómo surgió la idea. Antes de comenzar a escribir la partitura, viajaron a Arizona, donde visitaron las icnitas de Moenkopi, el Monumento Natural del Cráter del Meteoro y el Parque Nacional del Bosque Petrificado. En Sedona, pararon en un mercadillo de indios nativos lleno de instrumentos indios, meteoritos y fósiles, y se hizo la luz: compraron un montón y pidieron ayuda al lutier habitual de Zimmer, Charles “Chaz” LaBrecque, para convertir aquellos fósiles en artefactos capaces de emitir sonido de un modo armónico. Para anticiparse a las críticas de algún animalista radical, en el episodio 442 del podcast I Know Dino, que recomendamos a todos los aficionados a la paleo, Anze nos asegura (29:45) que no cazaron a ningún animal para fabricar
estos instrumentos.
Violinraptor
Raptor Violin: Hecho con un hueso fósil auténtico (perteneciente a un caballo de la Edad de Hielo), madera petrificada, una cuerda de cello y un micro. Perfecto para las escenas de dromeosaurios. Así suena:
Hadrocello
Hadros Cello: Naturalmente, se trata del instrumento elegido para acompañar a los hadrosaurios de la serie.
Fat Rex
Fat Rex: Por si no fuera ya bastante extraño un instrumento musical basado en fósiles (en éste tenemos una réplica a escala de un cráneo de T.rex [1]), aquí tenemos a un híbrido musicalmente, ya que pertenece simultáneamente a la familia de cuerda y la de percusión. Esto se debe a que se trata de un mástil de cello con un tambor de catorce pulgadas como caja de resonancia y Anže lo utiliza para golpear el parche. En la serie sirve para ambientar a los velociraptores. Así suena:
Triceratone
Triceratone: El pasado 16 de mayo, Anže nos presentó en Twitter el Triceratone, construido sobre una réplica de cráneo de Nedoceratops, que constituye una caja de resonancia increíble tanto para tocar col legno como en legato.
Ocarina: Se trata de un huevo vaciado de avestruz, que es lo más aproximado que encontraron a un huevo de dinosaurio (los oolitos no sirven para este fin, ya que se han fosilizado por completo y son macizos). No me consta que le hayan puesto un nombre, pero si necesitan ayuda, parece bastante obvio que no puede ser otro que Oocarina. Puedes oírla en la secuencia del nido de Ornithomimus.
Triserachord
Otros instrumentos creados para la ocasión incluyen el Triserachord, suerte de salterio, o un xilófono de madera petrificada. En vista de que aún no se les ha ocurrido, como nombre comercial propondríamos Xilofonolito o Xilolitófono.
Xilófono de madera petrificada (mejor Xilolitófono)
Pero los compositores de Bleeding Fingers no se conformaron con crear estos instrumentos y también recurrieron a otros que ya existían (aunque no fueran inspirados por el Mesozoico) que creyeron que serían perfectos para ambientar adecuadamente la serie. Te presentamos algunos.
Keller con su flauta subcontrabajo de bolsillo
Subcontrabass Flute: Este instrumento de viento de registro profundo como pocos, obra de Stefan Keller, era sin duda el idóneo para la pista de “Hoff” el mosasaurio. Así suena:
Yaybahar
Yaybahar: Instrumento de arco creado por el lutier Görkem Şen, ampliamente utilizado a lo largo de toda la partitura. Así suena:
Oryxophone: Trompeta Oryx con boquilla de saxofón, de Pedro Eustach. Aparece en el segmento del Secernosaurus en el episodio Deserts.
Réplica de la flauta "neandertal"
Flauta Divje Babe: Boštjan Gombač tocó una réplica de este instrumento, fabricado con un fémur de un oso de las cavernas hace unos 43.000
años de antigüedad (comienzos del Auriñaciense), a la que se refiere como flauta neandertal y que suena así. Hallada en 1995 en el parque arqueológico de Divje Babe (Eslovenia), el arqueólogo Ivan Turk la atribuyó a manos neandertales pero, en 2008, su colega Mitja
Brodar lo ha rebatido. Entonces se apuntó a los cromagnon, aunque es posible que las claves para aclarar esta cuestión estén en otro hallazgo arqueológico posterior.
Flauta Divje Babe
En 2009, se encontraron dos flautas con la misma datación (42.000-43.000 años) en la cueva Geibenklösterle (Alemania), obra de los primeros
Homo sapiens. Quizá la capacidad de crear música instrumental sea precisamente uno de los elementos que nos distinguen de otras especies de homínidos.
Flauta de Geibenklösterle
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[1] En el podcast de I Know Dino (40:50), Anže nos cuenta que ya algunas violas d’amore barrocas se adornaban con cabezas de ángel, aunque ellos se inspiraron en el Morin Khuur, el cello mongol cuya cabeza se remata con una cabeza de caballo.
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