Los mundos prehistóricos de Osete

El murciano Juan Alejandro Martínez Osete (1921-2000), a.k.a. Martos, a.k.a. O’Set, a.k.a. Acosta... regresa de Francia en 1943 para hacer la mili y se instala en Barcelona, donde debuta con un par de chistes en 1944 en Hola! En 1945 crea su primera serie de cómic, Red Dixon, inspirado en Flash Gordon, en la pequeña Editorial Fantasio, donde el siguiente año publica los dos episodios de Kid Martin.

Trabajó como entintador de Emilio Giralt Ferrando (1921-1997) y desde 1947 colabora con el cuñado de éste, Joaquín Berenguer Artés [1] (1924), guardia urbano y guionista junto al que retomó en Editorial Marco El Puma de Boixcar en dos nuevas series del personaje en 1952 y 1953. Encontraremos dinosaurios en los cuadernillos #4 (“El puma en peligro”), #18 (“En las grutas del terror”) o #42 (“El reino del pavor”) de 1952; sin embargo, no hemos localizado ningún episodio con dinosaurios en la de 1953.

En 1954 recupera a Red Dixon con Artés para Ed. Marco. En el cuadernillo #4 de 1954 (“La princesa de Venus”) encontramos lagartos voladores, y hay dinosaurios en el #7 (“¡Aliados!”), el #24 (“Perdido en la jungla”) o el #57 (“La jungla de Mang”). También disfrutaremos la presencia de extraños dinosauroides en los episodios #4 (“Frente al droom”) o #86 (“Los monstruos de Doak”) de la siguiente serie (c.1955).

Pero la pareja también ideó alguna serie propia, como El halcón negro (1959), corsario aficionado a los dinosaurios, como podemos apreciar en los episodios #6 (“¡Horror y sangre”) y #11 (“La destrucción de Hermosillo”), de 1959, o #21 (“¡Reaparición del monstruo!”), en 1960.

Además, antes de que aparecieran Hugh o Altamiro de la Cueva, Martínez Osete ideó al troglodita Kolas (1952) en el principal tebeo cómico de Ed.Marco, La Risa [2].

En 1961 entra en Bruguera, donde tomó los personajes más populares del cómic español: Mortadelo y Filemón (sobre todo, “remakes” de historias ya publicadas) y El Capitán Trueno, donde ilustró el episodio “Sarkot, el espantoso” (1962, con Víctor Mora y Carlos Albiac / Carlos Casalla) o la portada del “extra” 214 (1974) en la que podemos ver el saurio que espera al Capi en la aventura interior “La montaña del miedo”. Tras el cierre de Bruguera en 1986, se retiró.

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[1] Escribió varias series para su cuñado Ferrando, entre ellas Bill Kraker (1958, Toray), en cuyo #5, “Afrontando la muerte”, el selvático héroe se enfrenta a un extraño monstruo con algunos caracteres dinosaurianos (aspecto reptiliano, enorme tamaño) con cuernos en la gola como un stiracosaurio y en la nariz, cual ceratosaurio.
[2] Aparecido en 1925, desapareció como el resto de tebeos españoles a causa de la Guerra. Inició una nueva singladura en 1952, en la que destacaron Nené Estivill, Raf y Francisco Ibáñez, a los que Bruguera reclamó tras el cisma del Tío Vivo (revista autogestionada –indie, diríamos hoy- que lanzaron Escobar, Peñarroya, Conti, Giner y Cifré), suponiendo el inicio de la decadencia de La Risa, que tuvo una tercera etapa en los 60, editada por Olivé y Hontoria.