lunes, 6 de julio de 2020

Nomen ignotum (III): Del celuloide a las viñetas

Godzilla, por Geof Darrow

Naturalmente, los dinosaurios imaginarios no son exclusivos del cómic. Otro medio donde han proliferado especialmente es el cine. Aunque las estrellas cinematográficas son muy dadas a vivir una segunda existencia encerradas en viñetas, como sabemos y vamos a comprobar una vez más.

La bestia de tiempos remotos (1953, Eugène Lourié)

El más influyente de estos seres ha sido seguramente el Rhedosaurus protagonista de The Beast from 20,000 Fathoms (1953), que los productores de la Mutual Hal E. Chester y Jack Dietz impulsaron tras el éxito de una reposición de King Kong inspirados en el cuento de Ray Bradbury The Fog Horn (1951), cuyo título inicial en The Saturday Evening Post fue The Beast from 20,000 Fathoms. Como ya vimos en su día, existen varias versiones en cómic de este relato, a manos de Howard Rosenberger, Wayne D. Barlow o el portugués Fernando Bento. Ray Harryhausen, amigo personal de Bradbury, estrenó su sistema “dynamation” para dar vida a este monstruo marino hibernado en el Ártico desde cien millones de años atrás al que despiertan unas pruebas nucleares.

Gojira aprendiendo a usar los nunchakus... eh, espera, que voy por las gafas

Cuando los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki aún resonaban en los oídos de muchos japoneses, la historia del dinosaurio mutado por la radiación fascinó a los productores de la casa Toho, que inmediatamente pusieron en marcha El monstruo gigante de 20.000 millas bajo el mar, a la que terminaron rebautizando con el nombre del protagonista, Gojira (1954), más conocido en Occidente como Godzilla, acrónimo de gorira (gorila) y kujira (ballena), cuyo aspecto físico es resultado de colocar al cuerpo de un tiranosaurio brazos de iguanodón, placas de estegosaurio y cola de saurópodo. Esta curiosa especie recibe el nombre de godzillasaurus, aunque Godzilla es un ejemplar especial, claro, ya que debido a su exposición a la energía nuclear ha sufrido algunas transformaciones y adquirido poderos como, por ejemplo, lanzar un aliento atómico.

Frankenstein vs. Baragon

El éxito del filme provocó un aluvión de películas 特撮 tokusatsu (con uso intensivo de los efectos especiales, aunque los monstruos solían ser actores disfrazados) protagonizadas por 怪獣 kaiju(monstruos gigantescos), entre los que hay más dinosauroides, como Anguirus (1955, Godzilla Raids Again) –Angilas en japonés, luego rebautizado Angurus-, un anquilosauroide, Baragon (1965, Frankenstein vs. Baragon), el Gorosaurio o Gorozasaurio (1967, KinguKongu-no-Gyakushu), dinosaurio bípedo descendiente de los alosaurios con placas triangulares en la espalda o Titanosaurus (1975,Mechagodzilla no Gyakuso), que en realidad no es un titanosaurio sino una especie de espinosáurido. También hay cine kaiju en Corea, donde podemos encontrar a Pulgasari (1985).

Los kaiju de Sugiura

Shigeru Sugiura (1908-2000) realizó una de las primeras adaptaciones al manga, Daiabare Gojira (1955, Omoshiro Bukku) y luego le siguieron otros artistas como Shigeru Fujita (1934) –también padre del Hombre-dinosaurio Donmos (1955)-, aunque, fuera de la gran pantalla, será en las viñetas norteamericanas donde el género tendrá mayor aceptación, años después.

En 1977, Doug Moench/Herb Trimpe –entintado por Dan Green- y luego Tom Sutton se encargaron de adaptarlo para Marvel, en cuya revista Spotlight apareció un kaiju llamado Wani (1980 Marv Wolfman/Steve Ditko). También ha sido estrella invitada en las revistas de los clásicos de la casa, como Iron Man o X-Men: en “Lovelorn. Part 4” (2009, The Uncanny X-Men #507), de Matt Fraction/ Terry Dodson, El Ángel termina con Godzilla.

Steve Bissette, 1998

Una de las ilustraciones más frikis de Godzilla, por Dave Dorman

En 1987 Dark Horse adquiere los derechos del personaje. Steve Bissette realizó Godzilla King of the Monsters (1987 un especial en 1987 y una serie en 1998), Mike Baron y Jeff Butler Godzilla vs. Barkley (1993, la portada es de Dave Dorman), Kevin Maguire Godzilla King of the Monsters (1995), Ed Brubaker/Dave Cooper “Godzilla’s day” (1996, DH presents #106).

Moore y Adams, dos leyendas unidas en "Tramplin' Tokyo"

Un auténtico fan del godzillasaurus, Arthur Adams publicó en Dark Horse Godzilla Color Special (1992), “King Kong vs. Godzilla” (Urban Legends #1), “Tramplin’ Tokyo” (1994, Negative Burn #18, con Alan Moore), Godzilla vs Hero Zero, Target: Godzilla #5-8 o las portadas de Godzilla #1-7 (todas 1995).

Planetary: Godzilla is dead

En la segunda entrega de la serie de Wildstrom Planetary (1998, Warren Ellis/John Cassaday), los protagonistas hallan en Island Zero el cadáver de Godzilla y otros kaiju.

Godzilla: Awakening

Anguirusu en Kingdom of Monsters #2 (2011)

Aparte de la versión por Max y Greg Borenstein/Eric Battle, Yvel Guichet y Alan Quah del nuevo filme Godzilla: Awakening que en 2014 publicó Legendary Comics, IDW acoge a nuestro simpático dinosauroide desde 2010. Arthur Adams se encargó de las portadas de Godzilla: Legends #1-5 (2011) o Godzilla #1 (2012). Eric Powell y Phil Hester o Víctor Santos publicaron Godzilla: Kingdom of Monsters (2011), serie en la que tuvieron cabida a otros kaiju de Toho, John Layman/Alberto Ponticelli Godzilla: Gangsters & Goliaths (2011), Dave Wachter Godzilla: Cataclysm (2014, con Cullen Bunn) o Godzilla in Hell #5 (2015), Matt Frank, Hugo Petrus o Jeff Zornow Godzilla: Rage across Time (2016, con portadas de Bob Eggleton) y Drew Johnson y Arvid Nelson Godzilla, king of monsters (2019). También han ilustrado a Godzilla Mark A.Nelson, Tadd Galusha, Geof Darrow, Chris Ryall o Alberto Gennari...

Pero no sólo hubo dinosauroides gigantescos en las películas norteamericanas y japonesas. En 1961 Joe Gill/Bill Molno adaptaron el kaiju dinosauroide danés Reptilicus para Charlton Comics, que lo modificó algo y siguió explotándolo como Reptisaurus the terrible. En 2012 se reeditó en Scary Monsters como Scarisaurus the scary.

Y si de especies ficticias dinosaurianas se trata, no podemos olvidar al Indominus rex de Jurassic World (2015), creado con material genético de distintos dinosaurios con el fin de conseguir un ejemplar espectacular para el parque. Lo cierto es que el animalito ha tomado prestadas varias ideas de viñetas de la franquicia: de aspecto similar a un terópodo de Jurassic Park: Dangerous Games #1 (2011, Erik Bear/Jorge Jiménez), su desaparición es similar a la del giganotosaurus de Jurassic Park: Redemption #5 (2010, Bob Schreck/Nate van Dyke): mientras es atacado por un grupo de raptores en la central nuclear de Texas, llega a un río cercano de donde sale un mosasaurio (no tan grande como el de la peli) que lo liquida (véase debajo).

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