lunes, 7 de julio de 2025

"Jurassic World: Rebirth", aquí vamos otra vez

Siempre he pensado que, a pesar de la mala fama que tienen las secuelas, no hay ninguna razón para que una nueva entrega de una saga no pueda ser satisfactoria, si se hace con el espíritu adecuado. "Jurassic World: Rebirth" (2025) es un ejemplo perfecto de que algo de razón tengo. El director Gareth Edwards, que ya se ha ocupado antes de franquicias tan complicadas como Star Wars, y que ha hecho de los monstruos gigantes su especialidad –"Monsters" (2010), "Godzilla" (2014)- refresca una serie tan gastada como la de Jurassic Park y Jurassic World, dos trilogías cuya calidad ha ido decreciendo con cada estreno, siempre bajo la sombra del maravilloso clásico que Steven Spielberg firmó en 1993. Edwards parece saber que nunca podrá estar a la altura del maestro y decide apostar por un cine entretenido y directo, sin mayores pretensiones, que no parece esforzarse en crear una nueva serie -eso ya se verá- y que juega con los elementos de la saga ya conocidos, pero proponiendo variaciones.

El planteamiento recuerda a la estupenda -y menospreciada- "Jurassic Park III" (2001) de Joe Johnston, en el sentido de que coloca a un grupo de personas en el territorio de los dinosaurios para una aventura de pura supervivencia. El guion que firma nada menos que David Koepp -que vuelve a la saga tras adaptar la novela de Michael Crichton en la película original y en su secuela- no se desvía del carril de un parque de atracciones, aunque mantenga de fondo un planteamiento moral que apela directamente a temas ecológicos y que coloca, de nuevo, a las grandes empresas -en este caso, farmacéuticas- como los verdaderos malos de la función.

Siguiendo la estela de "Alien: Romulus" (2024), la película es una operación de reciclado de momentos de toda la saga, bien disimulados, que consiguen que el espectador tenga la sensación de estar ante una verdadera película de Parque Jurásico: aparecen la mayoría de los dinosaurios ya conocidos y se añaden terroríficos mutantes que siguen la estela de la trilogía de Jurassic World, y vuelven los guiños, cómo no, a la seminal "Tiburón" (1975).

Protagoniza una estupenda Scarlett Johansson, eficaz en su papel de heroína de acción y con el carisma suficiente para soportar la película. La acompañan actores solventes como Mahershala Ali, Jonathan Bailey y Rupert Friend, que encarnan diversos personajes tipo de la saga: el enamorado de los dinosaurios, el empresario sin escrúpulos, etc. Hay que añadir, además, la presencia de una familia –Manuel García Rulfo, Audrina Miranda, Luna Blaise y David Iacono– que nos recuerdan que esto es cine para todos los públicos, lo que no quiere decir que Edwards no se permita coquetear con el terror en varios momentos.

Hay además homenajes al cine de dinosaurios con el que crecimos, el de "Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra" (1970), pero también al propio cine de Edwards: esa imagen de los saurópodos cortejándose con el precioso y recordado tema de John Williams no solo es un guiño a Spielberg, también a "Monsters" (2010); y en la rebeldía antisistema del grupo protagonista hay una conexión con la estupenda "The Creator" (2023).

"Jurassic World: Rebirth" es un blockbuster eficaz, muy entretenido, que vuela alto en algunos momentos y que los fans de los dinosaurios agradecemos, siempre.


Artículo publicado originalmente en Indienauta

viernes, 4 de julio de 2025

Los mundos prehistóricos de Manuel Gago (I)

En los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo, el cómic logró alcanzar una popularidad inaudita en España, una edad dorada que no se volverá a repetir. Manuel Gago es autor de algunas de las series más populares del periodo, como El pequeño luchador, El espadachín enmascarado, Purk, el hombre de piedra o, sobre todo, El guerrero del antifaz. A pesar de no ser un gran dibujante, sí logró con sus ilustraciones transmitir una acción vibrante y encandiló a varias generaciones de lectores. Muchos jóvenes conocieron a los grandes reptiles mesozoicos a través de sus tebeos. Su condición de autor de las principales series de ambientación prehistórica de la edad de oro del tebeo español justifica que le dediquemos, no un post, sino toda una serie.

El 7 de marzo de 1925 nace en Valladolid Manuel Gago García, el mayor de los cinco hijos (Luis, Pedro, Pablo y Rafael) del matrimonio formado por Manuel Gago Bataller y Amparo García Pérez. Manuel Gago padre era natural de Santa Cruz del Sil (León) y parece que le habría transmitido a su hijo la disposición para el dibujo, ya que a los 26 años participó en unas oposiciones para delineante de obras públicas del Ministerio de Fomento [1]. Al comenzar la Guerra Civil, Manuel hijo contaba nueve años y la familia vivía en Madrid. Manuel Gago Bataller fue movilizado el 6 de octubre y a finales del mismo mes ascendido a brigada de artillería [2]. Será trasladado a Onteniente (Valencia) donde, el 7 de enero de 1937, es diagnosticado de “bronquitis y agotamiento nervioso” [3], una semana antes de ser promocionado a alférez del Ejército de operaciones del Centro [4]. No tardará en ser ascendido a teniente, actuando como pagador habilitado del Parque Principal de Artillería en Albacete, donde finalmente es promovido a capitán [5]. Al acabar la Guerra, será represaliado por pertenecer al ejército de la República y enviado a prisión [6], donde permaneció tres años.

Viñeta de la tira de Flash Gordon del 21 de enero de 1934

De este modo, con sólo catorce años, Manuel Gago García se convierte en el sustento de la familia, trabajando en lo que le va saliendo. En el tiempo que le queda libre, se dedica a lo que de verdad le gusta: escribir y dibujar historietas, como las de sus admirados Alex Raymond y Emilio Freixas, cuyas influencias asimiló fusionándolas en un estilo propio, eficaz y sugestivo pese a su rudeza [7]. Aunque la preparación de Gago fue esencialmente autodidacta, su casero, el pintor y escultor Diego Rivera Morcillo, le facilitó algunas orientaciones sobre los encuadres y la movilidad para que puliera su técnica de dibujo [8]. De las enseñanzas habituales de Rivera puede dar testimonio otro alumno al que sabemos que formó dibujando copias de Murillo y de escultura clásica [9], el pintor Miguel Cano: “Dibujábamos estatuas, bustos, modelábamos con barro, aprendimos a encajar... Los dibujos los hacíamos en papel de estraza” [10].

En 1942, a pesar de que su estilo era aún bastante rudimentario, Manuel debutó con El espíritu de la selva en la editorial Hispanoamericana [11]. El siguiente año consiguió publicar también en Editorial Marco (Viriato) y llamó la atención de Editorial Valenciana, donde desarrollará sus viñetas a partir de entonces. Resulta llamativo que un artista bisoño sea capaz de colocar su obra en tantas editoras pero hay un importante factor que jugó en su favor: la Guerra y la depuración que le siguió habían dejado fuera de juego a muchos artistas y las editoriales no tenían dónde elegir. Las consecuencias del conflicto resultaron especialmente duras en Valencia [12].

Primera versión de Carlos Ray, corazón de acero

Entre los primeros trabajos de Gago para Editorial Valenciana, en 1943, encontramos Niño Gonzalo, Aventuras de Richard y Bakuto o el encargo de la editora de redibujar los guiones de Carlos Ray, corazón de acero, que pudo dibujar con poca fortuna en 1941 Eduardo Vañó [13], y que volvió a pasar prácticamente desapercibida.

Aunque ya en la portada de la primera versión de Carlos Ray podemos ver a un dinosauroide extraterrestre amenazar al protagonista, los animales que Gago introdujo en el episodio Aventuras de Richard y Bakuto "La caverna de los monstruos" son completamente originales: pterodáctilos y una especie de saurópodos cornudos, como el que introdujo su admirado Alex Raymond en la tira del 21 de enero de 1934 de Flash Gordon.

Seguimos en 1943. Mientras se encuentra convaleciente de tuberculosis en el hospital de San Julián de Albacete, Manuel Gago se inspiró en la novela de Rafael Pérez y Pérez, Los cien caballeros de Isabel la Católica (Editorial Juventud, 1934) para realizar el tebeo “El juramento sagrado”, publicado por Valenciana ese año y germen de una nueva serie, El guerrero del antifaz [14]. Diseñadas para no tener problemas con la censura, las aventuras de Adolfo de Moncada alcanzarán pronto unas tiradas de ochocientos mil ejemplares (Gago Quesada, 2006) y llegará a las ochocientas entregas, convirtiéndose en el mayor éxito de Valenciana, junto a Roberto Alcázar y Pedrín, contribuyendo así a uno de los fenómenos del tebeo de posguerra: la consolidación a nivel editorial del género de aventuras en Valencia, rompiendo con el eje binario de Barcelona-Madrid [15]. La fama de Gago se extendió por todo el país, de la noche a la mañana. Contaba sólo diecinueve años.

Las aventuras de Richard y Bakutu.
Los pterodáctilos de Gago tienen cresta de Pteranodon y cola de golondrina.

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[1] D.O. del Mº de Marina de 12 de septiembre de 1928; Gaceta de Madrid –hoy conocida como BOE– de 16 de septiembre de 1928.
[2] D.O. del Mº de la Guerra de 28 de octubre de 1936.
[3] Ficha del Comité Sanitario del Hospital de Sangre de Onteniente.
[4] D.O. del Mº de la Guerra de 13 de enero de 1937.
[5] D.O. del Mº de la Guerra de 22 de abril de 1938.
[6] Tribunal Militar Territorial 1, Sumarísimos, Albacete 1939, Sumario 4001, Caja 14904, Orden 10.
[7] Lara, A. (1969) El guerrero del antifaz, ¡Bang! 1: 11-18.
[8] Colorado, M. (2021) Valeriano Belmonte nos descubre al ‘Guerrero del antifaz’ más albaceteño El digital de Albacete, 10 enero de 2021.
[9] Sanz Gamo, R. (1984) Pintores albacetenses contemporáneos 1900-1983.
[10] Cano, M. (2015) En esta ciudad se han cometido barbaridades contra el patrimonio. La tribuna de Albacete, 1 de febrero de 2015.
[11] Fernández Martínez-Portugués, R. (2011) Héroes de antaño: personajes del cómic español en la posguerra. (PhD Thesis, Universidad Complutense de Madrid, Madrid).
[12] El golpe de estado y el posterior conflicto bélico posterior provocaron que la principal editora de tebeos valenciana, Guerri (K.K.O., La Traca), fuera colectivizada y sus rotativas puestas al servicio de la República, aunque la escasez de papel y la movilización del personal acabarán por paralizarlas por completo. Tras la Guerra, el pionero Juan Pérez del Muro (Colilla, 1929) fue encarcelado por haber pertenecido a CNT-FAI, Miguel Carceller y el dibujante Carlos Gómez “Bluff” fueron fusilados por haber usado La Traca como arma contra el fascismo, mientras otro de sus ilustradores, Luis Dubón, no volvió a dibujar; Vercher había fallecido de tifus en 1934 y Pertegás se salvó porque había abandonado la revista en 1933. El vacío que creó esta generación de artistas amputada por el fascismo fue una oportunidad para los jóvenes sin experiencia que deseaban introducirse en el sector.
[13] Porcel, P. (2003) Clásicos en Jauja. La historia del tebeo valenciano 1930-1965, Ediciones de Ponent, Alicante. Se desdice en Porcel, P. (2010) Tragados por el abismo. La historieta de aventuras en España, Ediciones de Ponent, Alicante.
[14] Ibeas-Altamira, J. M. (2022) Manuel Gago: La catarsis en las viñetas. Teatro: Revista de estudios culturales 35: Article 3.
[15] Merino, A (2003) El cómic hispánico. Cátedra.

jueves, 3 de julio de 2025

Talon (2025)

A principios de 2023 os hablábamos por aquí de "Talon", un proyecto independiente de animación infantil sobre dinosaurios mágicos, creado y desarrollado por Heather Parra a través de la compañía Lunar Dragon Entertainment. Ahora, dos años y medio después, tenemos la suerte de volver a traer a esta webserie a la palestra, pues el pasado 27 de junio se estrenó el episodio piloto de "Talon" en el canal de YouTube de la productora, de unos 25 minutos de duración (en inglés, eso sí).

Refresquemos la memoria. ¿De qué trata "Talon"? La historia nos sitúa a finales del Cretácio en Norteamérica, donde una joven hembra de Dakotaraptor obtiene una serie de poderes mágicos de dos misteriosos personajes de origen cósmico, el sabio Azirak y el extraño ente Zekyr. De esta manera, Talon, nuestra protagonista, se convertirá en la primera integrante de un equipo de Campeones que deberán proteger la Tierra de una inminente amenaza extraterrestre. Junto a ella conoceremos a personajes como su hermana Razor y su madre Droma, pero también a otros tipos de animales mesozoicos, como Kota el Alamosaurus, Luck el Purgatorius o la malvada Spinosaurus Fury. Podéis ver el piloto íntegramente a continuación.


Se supone que este episodio inicial es solo el pistoletazo de salida para toda una primera temporada de la serie, actualmente en desarrollo y que será estrenada en el futuro, según vayan consiguiendo visualizaciones y apoyo económico a través de Patreon, ventas de peluches y demás merchandising, etc. Por lo pronto, están trabajando también en subtitular y doblar la serie a varios idiomas, incluyendo el español latinoamericano, así que no podemos estar más contentos. Sea como sea, "Talon" ha llegado para quedarse. ¡Bienvenida!

miércoles, 2 de julio de 2025

El valle de los dinosaurios

Es conocido que la dinomanía se comenzó a gestar en los primeros años de la década de los 80 y una prueba de ello es el juego que vamos a analizar hoy. Este juego fue para un servidor (enamorado de los dinosaurios desde que tengo uso de razón) lo más parecido a un deseo hecho realidad. Como anécdota recuerdo el día en que lo vi en casa de mis primos. Me quedé prendado, así que fui a la juguetería local y pregunté si me lo podían traer, pues coincidía con mi cumpleaños. El señor me dijo que sí y recuerdo pasar a mis 7 años, cada dos días, supongo, durante varias semanas a ver si había llegado ya... Hasta que llego y, claro, aquello ya fue la locura. Hablamos del juego "El valle de los dinosaurios", que ya fue comentado de manera más breve en el maravilloso artículo de Koprolitos "Dinojuegos de mesa españoles I".

Este juego, publicado en 1985, fue una creación de los hermanos Julian y Tonie Curtland-Smith. En España fue publicado por Borrás, con algunas diferencias. En primer lugar, hablaremos del argumento y objetivo del juego: Has descubierto un antiguo mapa, en él se muestra un recóndito valle que en tiempos fue habitado por una tribu que acumuló un enorme tesoro y entrenó dinosaurios para protegerlo. Ahora la tribu ya no está, pero los dinosaurios continúan allí de guardia (¿Michael Crichton conocía este juego? Esto me recuerda a "Congo"). 

El caso es que el secreto del mapa ha sido robado y otras expediciones ansían el oro tanto como tú. Has de ser el más rápido en conseguir el tesoro, sobre todo ahora que el volcán que domina el valle ha entrado en erupción. Si a esta trama unimos la maravillosa ilustración que ocupaba toda la caja con ese explorador sorprendido por un terópodo enorme (¿Allosaurus? ¿Megalosaurus?), ya teníamos el lío hecho. Además, el juego tenía su templo precolombino (algo que tendrá en común con la nueva película de la saga jurasica "Jurassic World Rebirth").

Puesto que se trata de un juego para niños y preadolescentes y para amantes de las dino-aventuras, el objetivo era sencillo: mover a tus exploradores por todo el valle, llegar al templo, coger una moneda y volver de una pieza. Quien más monedas consigue, gana. Pero no es tan fácil pues cada tirada de dados viene acompañada una carta, y en ella puede pasar de todo. Las más habituales son para mover a los dinosaurios y resto de reptiles (marinos y voladores) para intentar entorpecer a tus rivales, hacer avanzar la colada de lava... También podéis encontrar un túnel con un atajo, un revolver para espantar a los dinosaurios o misiones como buscar agua para la expedición. En total, 58 cartas de 15 tipos diferentes:
  • 1 x Descansar un turno.
  • 1 x Huida del pantano.
  • 2 x Falta de agua.
  • 2 x Pasaje secreto.
  • 2 x Encontrar arma.
  • 3 x Pelea de dinosaurios.
  • 3 x Frente al peligro.
  • 4 x Ataque de un dinosaurio.
  • 4 x Dinosaurios comiendo.
  • 5 x Disturbios en la expedición.
  • 6 x Ataque Pteranodon.
  • 6 x Explorador perdido.
  • 6 x Monstruo del pantano.
  • 6 x Dinosaurios inquietos.
  • 7 x Volcán en erupción.
El tablero era una de las cosas que más llamaban la atención de este juego, pues tenía muchos elementos en relieve por ejemplo, las dos montañas que estaban a cada lado del templo, una con el volcán y otra con el nido de Pteranodon, y cada una de las montañas, tres cuevas de dinosaurio, donde llevan a sus incautas presas. En el centro, un pantano con su criatura acechando, y los tres ríos que van al pantano, que cuentan con unos vados por los que podemos pasar. Además, tenemos las cuevas para poder avanzar muy rápido y las cajas de munición abandonadas. Y en la ladera del volcán, el cadáver abandonado de un pobre Triceratops.

Estoy seguro de que os están entrando unas ganas enormes de jugar y no es para menos, pues además de todo lo dicho, si veías imágenes del juego en su versión original, incluía seis figuras de terópodos, una criatura marina y un pterodáctilo con boca de pinza que podía coger a los exploradores (que eran también figuras de plástico muy apañadas, en cuatro colores). Incluía también una serie de balas de cartón y todas las piezas que forman la colada de lava, de plástico también, más un templo de cartón que se montaba y donde se colocaban las monedas de plástico dorado. Cuando Borrás licencio el juego, supongo que decidió reducir costes porque en la edición española muchas cosas cambiaron en este último apartado: se mantienen las montañas, el templo y el pterodáctilo, pero el resto pasa a ser cartón; dinosaurios y exploradores son imágenes de cartón con una peana y monedas y lava siguen el mismo camino.

Si observamos las imágenes de la caja en la edición española, vemos que dinosaurios y figuras salen en su versión patria, pero la lava aparece como fichas de plástico. Este hecho fue algo que al niño que fui le producía mucha curiosidad. ¿Por qué mi juego no tenía esas flipantes piezas? Hubo que esperar a la llegada de internet para poder descubrir el misterio y luego esperar un poco más a la llegada de Ebay para poder hacerme con todos los elementos de la edición original y poder completar mi juego.

Me encantaría leer en los comentarios cuántos de nuestros lectores han jugado o recuerdan este juego, ya que fue algo muy sonado para los niños amantes de los dinosaurios de los 80.

JAVIER CAMPO

martes, 1 de julio de 2025

Los planetas dinosaurianos de Jamie Chase

En Koprolitos nos gusta seguir la trayectoria de Jamie Chase, artista de San Francisco (California, Estados Unidos), que has podido ver anteriormente aquí o aquí. Durante el último año, ha ido publicando nuevas pinturas inspiradas en cine de serie B o literatura pulp con criaturas mesozoicas, y en la selección que os dejamos podemos encontrar referencias paleontológicas de obras como "The People that Time Forgot" y "Tarzan at the Earth’s Core", novelas de Edgar Rice Burroughs, o "Planet of Dinosaurs", película dirigida por James K. Shea:













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