lunes, 30 de abril de 2018

Los mundos prehistóricos de Dan Spiegle

Un auténtico dibujante “de película”, Dan Spiegle (1920-2017) comenzó su carrera tras la Guerra trasvasando a viñetas al televisivo Hopalong Cassidy para la prensa.

Korak en "Raider from the Swamp"

En 1956 pasa al mundo del cómic-book al ser fichado por Gold Key, donde tomó series de E.R. Burroughs como Tarzán y Korak, el hijo de Tarzán. En el número 29 de Korak, "Raider from the Swamp”, de 1964, el protagonista rescata a la hija de un amigo y su ganado de un terópodo y su progenie, y en el número 44 “When giants feasts”, de 1971, se las ve con una tribu de hombres prehistóricos en un valle infestado de dinosaurios.

Portada de George Wilson para Korak #44

Space family Robinson

También creó series para Gold Key como Space family Robinson (1962), con guión de Del Connell, que en el número ocho (1964) dará paso a Gaylord Dubois, que introducirá multitud de monstruos prehistóricos en la serie que, como vimos en la entrada que dedicamos a Dubois, inspiró el serial televisivo Lost in space (1965).

El mejor método para cabrear a un triceratops (Tragg and the Sky Gods)

En los 70, también para Gold Key, sustituyó a Jesse Santos en la serie de Don Glut Tragg and the Sky Gods, y en 1980 adaptó junto al guionista Michael Teitelbaum el filme de Disney El abismo negro (1979, Gary Nelson) a viñetas que puedes disfrutar pinchando aquí.

El abismo negro (1980): los robots también pueden ser unos irresponsables

Dan destacó junto a Mark Evanier adaptando a Scooby-Doo y juntos crearon a Crossfire, spin-off de DNAgents (1983) para Eclipse. En su aventura “In search of a piece of wood” (Crossfire #24-25-26, 1984), un hombre recauda fondos para buscar a un dinosaurio viviente.

viernes, 27 de abril de 2018

Jurassic Shark (2012)

Pues aprovechando el inminente estreno de las películas "The Meg" (con el gigantesco tiburón Carcharocles megalodon como protagonista) y "Jurassic World: Fallen Kingdom" (con los dinosaurios habituales de la saga jurásica), vamos a hablar de un largometraje canadiense de 2012 que combina (al menos en su nombre) ambas propuestas. Hablamos de "Jurassic Shark" (también conocida como "Attack of the Jurassic Shark"). Con el prolijo Brett Kelly a los mandos (y decimos prolijo porque ha dirigido más de una treintena de largometrajes y cortometrajes desde 2001 y porque además de dirigir se encarga del guión, la producción, el sonido, la animación y quien sabe qué cosas más...), la película arranca con una excavación subacuática en busca de una bolsa de petroleo que desencadena la liberación de un tiburón prehistórico. El bicho acabará en los alrededores de una isla en la que se encuentran por un lado un grupo de jóvenes y atractivas muchachas y por otro, unos ladrones de arte que han quedado atrapados allí.

Este argumento puede llevar a pensar en una película flojilla que cae en todos los tópicos del género... Efectivamente así es. Y a Kelly se le puede echar en cara que es un chapucero y un cutre, pero creo que no se le puede acusar de vendehúmos. Promete un chorongo de saque (con algo de parodia a filmes icónicos de Spielberg) y es lo que consigue, teniendo el detallazo de no extender el sufrimiento mucho más allá de los sesenta minutos. El elenco actoral tampoco es para tirar cohetes, y podemos destacar a Emanuelle Carriere, Christine Emes y Celine Filion, todas habituales en la filmografía del director.

La película recibió muy malas críticas tras su estreno, pero esto no amilanó a Brett Kelly, que (bajo el seudónimo de Scott Patrick) volvió a la carga con "Raiders of the Lost Shark" en 2015, perpetrando otra obra mierdesca pero con un título de quitarse el sombrero. Aquí os dejamos el trailer de "Jurassic Shark", caviar del bueno...


jueves, 26 de abril de 2018

Fuck Yeah, Dinosaurs! - Stegosaurus Shuffle

Fuck Yeah, Dinosaurs! es una banda de Pittsburgh (Pennsylvania, Estados Unidos) formada por Phil (batería), Trip (bajo), Jon (guitarra) y Zach (voz) que, en sus propias palabras, hacen Dinocore Punk-Rock. Más allá de su nombre, tienen continuas referencias al universo dinosauriano en sus letras, con temas como "Q: Do Dinosaurs Like Coffee? A: RAWR!!!", "Clever Girl", "Carnivores On Bloomfield Beach!", "T-Rex Arms", "Raptors on Acid" o "TerrorDactyl".

De entre todos ellos, vamos a destacar "Stegosaurus Shuffle", canción en la que un triste estegosaurio se pasa comiendo helado y se siente indispuesto. El vídeo está grabado en directo en el 2nd Outsider Music Fest de Pittsburgh. Ahí lo dejamos:



La letra de la canción es la siguiente:

I ate too much icecream and i feel sick,
I ate too much icecream and i feel sick, 
I'm a stegosaurus so i ain't too quick, 
But i ate too much icecream and i feel sick. 

I'm a herbivore, i'm pretty sure, 
But man oh do i scream, for ice cream and msg's when i'm watching my tv. 
I ain't got no money and i cannot pay my dues, 
But the ice age is coming to wash away my blues. 

I ate too much icecream and i feel sick, 
I ate too much icecream and i feel sick, 
Don't want no dinopussy, don't want no t-rex dick, 
I just want my fucking icecream and i feel sick. 

I ate too much icecream and i feel sick, 
I ate too much icecream and i feel sick, 
I'm a stegosaurus so i ain't too quick, 
But i ate too much icecream and i feel sick.

miércoles, 25 de abril de 2018

Dinosaurios y surrealismo pop con Mab Graves

Mab Graves es una artista de Indianapolis (Estados Unidos) cuyo trabajo presenta claras referencias a la ciencia, la literatura clásica y la cultura espacial de los 60. Totalmente autodidacta, su estilo bebe del surrealismo pop contemporáneo y tiene influencias de artistas como Mark Ryden o Joe Coleman. Ha realizado varias exposiciones individuales, entre las que destaca "Children of the Nephilim" en Monster Gallery. En esta serie de pinturas reúne a los llamados nefilim, seres que según el Génesis serían los descendientes de los "hijos de Dios" (ángeles que dejaron sus puestos en el cielo o más bien rebeldes) y las "hijas de los hombres" (raza humana) que habitaban la Tierra antes del diluvio. Junto a ellos, diferentes animales antediluvianos: dinosaurios, pterosaurios, tigres dientes de sable, etc. Por otro lado, Graves es una apasionada de los gatos y ha experimentado en diferentes obras con una hibridación de estos animales con dinosaurios. Si quieres profundizar más en el trabajo de esta interesante artista, puedes visitar su Instagram o su tienda de Etsy. Ahí dejamos una muestra:

Brontosaurus Riders (Children of the Nephilim)

Saber Tooth Nephilim (Children of the Nephilim)

Paralititan Procession (Children of the Nephilim)

Wip Little Gryphoceratops Rider (Children of the Nephilim)


Dilophosaurus Riders (Children of the Nephilim)

Sariel (Children of the Nephilim)

Chariot - Arcana

Dawn of the Dinokitties

The Dinokitty Kitty-Rex

The Dimeowtrodon

The Acatosaurus







Me lo chivó Javi Godoy. ¡Gracias!

martes, 24 de abril de 2018

Los dinosaurios (Italo Calvino)

Sin parentesco alguno con Jehan Cauvin, a.k.a. Calvino, uno de los padres de la Reforma Protestante, ni con Calvin, coprotagonista de la conocida tira de Bill Watterson a la que ya hemos dedicado alguna entrada, Italo Calvino (1923-85) publicó su primera novela (Il sentiero dei nidi di ragno) en 1947. En 1965 publica Las cosmicómicas, recopilación de relatos surrealistas travestidos de ciencia-ficción protagonizados por el todoterreno Qfwfq.

Uno de estos relatos es “Los dinosaurios”, en el que Qfwfq recuerda una existencia pasada como dinosaurio. No se nos dice exactamente en qué dinosaurio se reencarnó Qfwfq, pero debió suceder a finales del Cretácico, ya que vivió la extinción K-Pg… a la que sobrevivió misteriosa y milagrosamente. Sin querer destriparos el cuento, de tan sólo 17 páginas (en la edición de 2007 de Ediciones Siruela, bajo el título Todas las cosmicómicas), Qfwfq toma contacto con los Nuevos, seres que jamás han visto un dinosaurio pero perciben su cercana hegemonía sobre el planeta, envuelta en un atrayente y terrorífico halo legendario, como una amenaza aún latente, una época gloriosa desaparecida para siempre (ya se sabe que “cualquier tiempo pasado fue mejor”) o un secreto deseo de sucumbir a la catarsis. Junto a –y entre- ellos, Qfwfq lucha por buscar su propia identidad al tiempo que trata de integrarse en un mundo que no le corresponde.

Desde aquí recomiendo su lectura (correspondiendo así al buen consejo de don Pablo Lara, que me dirigió hacia ella), en primer lugar porque la veo útil e ilustrativa para reflexionar sobre la cambiante visión que históricamente hemos tenido de los reyes del mesozoico, como hemos ilustrado en la serie “Imaginando dinosaurios”. Y finalmente, y como toda la literatura –más aún la buena-, porque bien digerida nos servirá para descubrir cosas de nosotros mismos.

lunes, 23 de abril de 2018

Oh Yeah

Pau del Toro es un ilustrador de Barcelona muy influenciado por los años 80, el skate, el punk-rock y el humor. Toda esta mezcla se nota en sus diseños, como en esta camiseta para la marca Oh Yeah, con un mensaje ("Humans are Dinosaurs") cuanto menos inquietente...

viernes, 20 de abril de 2018

Más historias del Paleolítico (Tania de Sousa)

Inequívocamente audaz, parcialmente sensato. Así era el último cazador-recolector del Cuaternario. El sílex se partió entre sus manos al mismo tiempo que cayeron al suelo algunas diminutas lascas. Sus insondables ojos claros dirigían la mirada a su herramienta; como un Miguel Ángel que liberaba la escultura del bloque de alabastro. Aquel hombre del Paleolítico sabía perfectamente las formas y texturas que iba a acabar teniendo la tosca pieza. No sólo intuía sino que conocía perfectamente el medio. Podía leer las constelaciones, como también medía la intensidad con la que los rayos de sol incidían sobre la tierra en el solsticio de verano. Preveía con exactitud la época en la que las hembras de bisonte se ponían en celo, y heredado misteriosamente por sus antepasados, poseía recuerdos que no eran suyos, de grandes mamíferos recorriendo largas distancias, en las regiones holárticas, durante la última glaciación. De algún modo albergaba cierta sospecha de que este modo de vida, que había prevalecido durante los últimos dos o cuatro millones de años, estaba llegando a su fin.

Su espalda semidesnuda mostraba cicatrices ya curadas de los recientes encuentros con animales a los que dio muerte. Los enfrentamientos cuerpo a cuerpo eran exiguos; su avanzada tecnología a base de propulsores y azagayas le permitían posicionarse a una distancia prudente y con una precisión de tiro infalible. La caza no sólo era un medio de vida para la supervivencia, cazar vinculaba al hombre o a la mujer con el palpitar de la naturaleza. Una continua reciprocidad en la que no existía ganadores y vencidos, sino un prorrateo de los recursos para que cada organismo vivo pudiera ser altamente beneficiado. Su sempiterna sonrisa mostraba la satisfacción de un hombre triunfante frente a los rescoldos incandescentes que reunían al grupo y a su familia. No tuvo que elegir su modo de vida, porque no existía una alternativa a ésta. Asumía con regocijo su sino, igual que lo aceptaba cualquier otro animal, como una singularidad más de la especie.

Un poco más alejado, se encontraba un reducido grupo de niños triturando ocre con un percutor de piedra sobre una base. Los más pequeños traían torpemente el agua, sin quitar la mirada del recipiente, mientras iban derramándola a cada paso que daban. Los juegos ocupaban la mayor parte del tiempo; tanto niños como adultos adornaban y pintaban su cuerpo, como signo distintivo, como lenguaje comunicativo o simplemente en un alarde estético que buscaba la belleza y la armonía. Este grupo de mujeres y hombres no habían aún doblado el espinazo para ganarse el sustento, ni sometido a otros seres vivos para su domesticación. Los últimos cazadores-recolectores del Pleistoceno no sabían de los imperativos del trabajo, ya que el trabajo era un concepto que les resultaba totalmente ajeno. Más allá del hermoso valle abrigado explorarían otros territorios, —migraciones geográficas dictadas por el oportunismo climático y el desplazamiento de sus potenciales presas— pero que jamás serían invadidos. En el futuro las conquistas serían sinónimo de guerra, y de esto, ellos tampoco sabían. Pronto, centenares de años más tarde, un acontecimiento transformaría por completo la economía paleolítica; pasarían de ser depredadores y recolectores a agricultores y ganaderos. La abundancia y almacenamiento de comida convencería a las siguientes generaciones de una seguridad ficticia y una libertad insidiosa.

El último cazador del Cuaternario examinó el horizonte, atesorando los reflejos y colores que la luz del sol estampaba sobre el cielo. No presentía aún el desastre, esa gran ruptura que iba a producirse cuando lejanas y futuras generaciones sentenciasen, sin saberlo, su existencia. Aún reinaba lo salvaje sobre lo domado, aún podía declamar al cielo que él sí era un hombre libre.

TANIA DE SOUSA


Nuevo relato de Tania de Sousa (puedes leer otro aquí), con ilustración del artista finlandés Tom Björklund.

jueves, 19 de abril de 2018

Los viajes de Ryan Godzilling y Kieran Murray

Kieran Murray es un realizador de Brisbane (Australia) apasionado por los viajes. Actualmente reside entre Los Angeles y New York (Estados Unidos) aunque ya se ha recorrido buena parte de la geografía norteamericana y un gran número de países europeos. En todos sus viajes va realizando fotografías junto a Ryan, un godzilla de plástico que gracias al photoshop aumenta su tamaño hasta parecerse a un kaiju de verdad. A continuación dejamos una pequeña muestra de las casi cuatrocientas instantáneas que ha ido tomando en sus andanzas por el mundo. Puedes ver más en su instagram o echar un vistazo a su canal de YouTube, en el que, entre otras cosas, tiene vídeos con gente de todo el mundo intentando imitar su marcado acento australiano.















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