lunes, 18 de septiembre de 2023

The Hot-Blooded Dinosaurs (1977)

Durante 55 años,  desde la emisión de Monsters of the Past. The story of the Great Dinosaurs (1922), el formato en que se desarrollaban los documentales de dinosaurios no cambió demasiado. 

Buena parte de ese material duraba entre 10-20 minutos y más que tratar sobre las hipótesis que tenían los paleontólogos acerca de la biología de los dinosaurios, muchos de ellos mostraban una serie de especies icónicas con descripciones muy superficiales, los principios básicos de la fosilización y una breve presentación de historia de la vida en la Tierra (básicamente era material  destinado para las escuelas en la enseñanza primaria o secundaria). Además el material visual no era especialmente variado, muchos consistían en gráficos animados o fotografías de pinturas y de dioramas,  como mucho se incluía alguna animación o escenas realizadas en stop-motion. Algunos ejemplos son el segmento sobre la vida prehistórica en The Animal World (1956) realizado por la leyenda de los efectos especiales Ray Harryhausen, Journey into Time (1960) y Dinosaurs: The Terrible Lizards (1971).

Animal World (1956)

Journey into Time (1960)

Dinosaurs: The Terrible Lizards (1971)

Sin embargo, todo cambia a finales de los años 60 cuando surge un nuevo paradigma en la concepción que se tenía sobre los dinosaurios, eliminando ese pensamiento popular de unos animales torpes y lentos que poco más que merecían extinguirse para dejar paso al ser humano en la Tierra a verlos como unas seres activos, con una variedad increíbles de formas de adaptación al medio que los rodeaba y una interesantísima historia natural que les permitió extenderse por todos los continentes y existir durante 160 millones de años. Es la llamada Dinosaur Renaissance (El Renacimiento de los dinosaurios).

Una serie de documentales independientes británica de la BBC llamada Horizon colaboró con otra serie documental estadounidense del mismo formato llamada NOVA  de PBS para presentar un capítulo conjunto que recibe el nombre de The Hot-Blooded Dinosaurs (Los dinosaurios de sangre caliente) el 12 de enero de 1977. Su título parece estar tomado del libro homónimo del divulgador científico Adrian Desmond de 1976, siendo curioso que no aparezca en el metraje. 


Este documental muestra a algunos de los paleontólogos e investigadores científicos con los cuales muchos nos hemos familiarizado en otras producciones durante los años 80, 90 y parte de los 2000.

Podemos reconocer a un joven Robert “Bob” T. Bakker, con su característico pelo largo pero sin sombrero de vaquero todavía, esbozando un brontosaurio (considerado el dinosaurio más grande según el narrador). Bob ilustra los problemas de las restauraciones de principios del siglo XX de los científicos europeos y lo contrasta con las observaciones realizadas a lo largo de los años en Norteamérica, presentando también su hipótesis sobre la postura de trípode para la alimentación en saurópodos como Diplodocus. Más adelante en el programa, argumentando a favor de la condición endotérmica en los dinosaurios, muestra la proporción depredador/presa en el registro fósil del periodo Pérmico de la era Paleozoica y la compara con el material fósil de dinosaurios del Mesozoico y las faunas mamíferos actuales; siendo la proporción en dinosaurios más parecida a la observada en los mamíferos frente a la de los reptiles del Pérmico.


McNeill Alexander, un referente para los estudios de biomecánica en dinosaurios muestra los métodos empleados en la inferencia de la velocidad de los dinosaurios, especialmente en saurópodos y concluye que el brontosaurio se habría roto las patas si tratase de trotar.


Dale Russell, uno de los paleontólogos de dinosaurios canadienses más conocidos, nos describe el estilo de vida depredador de Albertosaurus de forma muy explícita como un cazador de emboscada. También nos muestra una yacimiento en la formación Red Deer en la provincia canadiense de Alberta, donde se atisba el cambio faunístico del límite Cretácico-Paleógeno. 


Además vemos a John Ostrom, uno de los impulsores de la Dinosaur Renaissance,  quien muestra los restos de Deinonychus, presentándolo como un ejemplo de especie depredadora dinámica y activa. También muestra la hipótesis (aún discutida) de la termorregulación de las placas dorsales en Stegosaurus y finalmente habla sobre Archaeopteryx y la conexión evolutiva entre los dinosaurios del Mesozoico y las aves modernas. Por otro lado, hay que decir que el documental incluye material que muestra investigaciones acerca de la fisiología de animales actuales y del estudio histológico de los huesos que son muy empleados en la paleontología actual.


Aunque esta producción cuenta con ilustraciones realizadas por el propio Bob Bakker, todavía mantiene el uso de gráficos animados similares a anteriores documentales, hay unas pocas pinturas de Zdeněk Burian y las animaciones de dinosaurios son poco más que unas caricaturas simplonas en movimiento. En este aspecto, el documental no innova demasiado, pero la importancia de esta pieza audiovisual es que es el primero de su tipo que trata las principales hipótesis que caracterizan la Dinosaur Renaissance y con ello surgieron nuevas ideas y perspectivas acerca de la vida de los dinosaurios que serían tratadas con mayor detalle en documentales como The Dinosaurs! (1992,PBS) o Paleoworld (1994-1997, TLC), pero eso amigos, es otra historia.

Ay, que no llego hasta las hojas ¡Ayuda!

¿Qué has dicho tú? ¡Que te meto un garrazo!

A ver si me enfrío un poco, que me tenéis quemado

Oh farfalla… Farfalla, vendetta!

JAVISAURUS 
(Javier Salas Herrera)

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