jueves, 2 de julio de 2020

Los Crystal Palace españoles

La Reina María Cristina visita la réplica del Diplodocus carnegii

El diplodocus que regaló Carnegie en 1913 al Museo de Ciencias Naturales de Madrid fue el único esqueleto de dinosaurio montado en España hasta el triceratops que en 1980 exhibió el Instituto de Paleontología de Sabadell. Los secularmente “fastuosos” presupuestos públicos para la investigación científica son culpables en buena medida de esta situación pero... ¿qué habría sucedido si hubiera existido una demanda popular de conocimiento como la que generó en los países anglosajones la exposición de Crystal Palace?

¿Y si os digo que estuvimos a punto?

BARCELONA

Vista general de la Expo de Barcelona de 1888

Entre el 8 de abril de 1888 y el 9 de diciembre del mismo año tuvo lugar la Exposición Universal de Barcelona, en el Parque de la Ciutadella, a imagen de la del londinense Crystal Palace de 1851. La expo no sólo sirvió para rehabilitar una zona deteriorada de la ciudad, que se impregnó por completo del modernismo que aún hoy la caracteriza, sino que impulsó la proyección internacional de Barcelona y la Renaixença de la cultura catalana.

Jaume Almera

Por lo que se refiere al ámbito de nuestro blog, la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona participó en el evento con una serie de conferencias entre las que debemos destacar la del 15 de mayo, sobre los hallazgos de Dinotherium bavaricum [1] que se habían documentado en Estavar, vecina gala de la localidad pirenaica de Llivia, y que corrió a cargo de Jaume Almera Comas (1845-1919), fundador del Museo del Seminario Conciliar de Barcelona (1874), especializado en fósiles de invertebrados, y Artur Bofill Poch (1846-1929), conservador del Museo de Geología, hoy Museo de Ciencias Naturales, y miembro de la Comisión de Paleontología de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona.

Artur Bofill

En julio, ambos autores publicaron una nueva entrega de Moluscos fósiles de los terrenos terciarios de Cataluña (comenzada en 1884) y ese mismo verano asisten junto a otros dos españoles [2] al IV Congreso Geológico Internacional de Londres, del 17 al 22 de septiembre, donde Almera aprovecha para presentar su mapa geológico de la provincia de Barcelona (1887) y ambos para acudir a recolectar fósiles del Plioceno a Suffolk [3] o visitar la famosa exposición de dinosaurios de Crystal Palace en Sydenham Hill, que les impactó tan profundamente que pensaron en hacer algo parecido en su tierra natal, llevando su proyecto ante el propio Alcalde [4].

El momento parecía idóneo, ya que la resaca del éxito de la Exposición Universal llevó al consistorio a crear en enero de 1890 una Comisión para la Conservación de los Edificios del Parque y Fomento de los Museos Municipales, en la que se integró como Sección propia el Museo de Geología en 1893. Ese mismo año, Bofill es nombrado Director del Museo y la Comisión impulsó  una Junta técnica del Museo y Jardines Zoológico y Botánico, aunque la iniciativa quedó en nada debido al escaso presupuesto y la errática política municipal.

Norbert Font

En 1905, Almera prepara la colección paleontológica y mineralógica de la Institución Catalana de Historia Natural (1899) con ayuda de otro religioso: Norbert Font Sagué (1873-1910), autor del primer Catálogo Espeleológico de Cataluña (1897), que en 1904 había publicado Curs de geologia dinàmica i estratigràfica aplicat a Catalunya e inaugurado la Cátedra de Geología en los Estudis Universitaris Catalans [5].

En 1906, Almera será nombrado presidente de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona y Font [6] Tesorero en la sesión constitutiva de la Junta de Ciencias Naturales del Ayuntamiento de Barcelona, heredera de la vieja Junta de 1893. En la misma sesión, a instancias de la ponencia de Almera y Font, se aprueba destinar el 25% del presupuesto del siguiente ejercicio a la instalación en el parque de una reproducción de animales extintos a imagen de los de Crystal Palace.

Modelo para el mamut del Parque de la Ciutadella

El 12 de enero de 1907 se elige la primera escultura: un mamut lanudo como el que Almera había descubierto en el Baix Llobregat en 1883, y se encarga su ejecución a una Comisión formada por Font, Almera, Bofill y Joan Pijoan. El 25 de febrero el escultor Miquel Dalmau ya había comenzado a trabajar en un primer modelo en madera sobre el diseño de Font, que fue sustituido por otro de hormigón entre junio y agosto, y se inauguró el 12 de diciembre.

Verano de 1907: el mamut está en marcha

El mamut del Parque de la Ciutadella

Se pensó en un dinoterio para el segundo modelo, pero acabó declinándose por su parecido con el mamut. Entonces se encargó un modelo en madera de un Cervus megaceros a la escultora Mme. Allers como el que había esculpido para el Muséum d'Histoire Naturelle de París, que se presentó en marzo de 1908 al Ayuntamiento, que terminó aparcando el proyecto debido a sus restantes gastos. El fallecimiento de Norberto Font en abril de 1910, con tan sólo 36 años, terminó por enterrarlo para siempre.

Diplodocus de J.Bassas

Triceras de J.Bassas

Sin embargo, aquella visita a Crystal Palace continuó alimentando el fuego de aquellos –entonces- jóvenes aficionados a la paleontología y en 1916 Artur Bofill encargó una docena de estatuillas en yeso al escultor J. Bassas para el Museo, que incluían un mamut, un mastodonte, un glyptodon, un iguanodon, un aepyornis, un triceratops o un diplodocus...


VALENCIA

Agustín Trigo

El farmacéutico Agustín Trigo Mezquita (1863-1952) es conocido por su patente del “TriNaranjus” (1933) y llegaría a ser Alcalde de Valencia brevemente durante la república. Según Gómez-Alba (2001, Op.cit.), que sigue en este punto a María Amparo Salinas Jacques [7], en 1920 ya era presidente de la Comisión de Monumentos y, como tal, impulsó la idea de formar una colección de reproducciones en cemento de animales extintos en el Jardín de los Viveros Municipales, de cuya ejecución se encargó al director del Museo Paleontológico, Eduardo Boscá. Aunque Trigo era aficionado al mundillo de la paleontología y el 17 de noviembre de 1889 había llegado a dar una conferencia sobre “Qué son los fósiles” ante la Sociedad de Socorros Mutuos de la Dependencia Mercantil [8], en principio parece que lo lógico sería colegir que tras la iniciativa se encontraba el propio Boscá.

Boscá en la galería de Paleontología del Museum National d'Histoire Naturelle de París

Médico y naturalista, Eduardo Boscá Casanoves (1843-1924) puso la primera piedra de los estudios herpetológicos en España con su Catálogo de reptiles y anfibios de la península ibérica y las islas Baleares (1878), en 1883 fue nombrado Jardinero Mayor del Jardín Botánico de Valencia y en 1905 comisionado para buscar nueva ubicación a la colección paleontológica de la Universidad de Valencia. Realizó, al menos, dos viajes a Londres con objeto de ampliar sus conocimientos en paleontología de mamíferos sudamericanos, pues la colección estrella de la ciudad, donada en 1889 por José Rodrigo Botet, se componía de ellos: Sánchez Arteaga [9] habla de un permiso estatal para viajar a Buenos Aires, Lisboa, París y Londres entre octubre de 1906 y 1907, y Catalá [10] de otro viaje, entre enero y marzo de 1910, a cargo de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas. Este último viaje fue glosado por el propio Boscá [11] el siguiente año, informándonos de los museos que visitó en Londres: el Museo Británico, el del Real Colegio de Cirujanos, el Parque Zoológico de Regent Park o el Jardín Botánico de Kew. No hay ninguna mención a Crystal Palace, por lo que, si conocía Sydenham Hill sería por su primera visita a Londres en 1906-07.

Pero lo cierto es que las mejoras técnicas habían hecho del hormigón un material mucho más fácil de utilizar a comienzos del siglo XX y estaban proliferando este tipo de estatuas, como muestran el Mamut del Parque de la Ciutadella o los dinosaurios que Joseph Pallenberg erigió en 1911 en el Parque Zoológico de Carl Hagenbeck (Stellingen).

En todo caso, y siguiendo siempre a Gómez-Alba (2001, Op.cit.), parece que bajo la dirección del Museo se llegaron a esculpir e instalar diversas reproducciones de fauna extinta a escala natural en el Jardín Botánico, entre ellas la de un glyptodon y la de un estegosaurio, que se colocó junto al estanque. Lamentablemente, “Todas fueron destruidas, por causas que se desconocen, en la década de 1960”.

Acudiendo a la fuente primaria, Salinas, que es también autora de una biografía de Boscá [12] en la que no menciona nada de estas esculturas de cemento, se refiere a ellas en su citada tesis [7] mediante un uso del condicional que parece referir a una iniciativa fallida:

Es también llamativo que el grueso de los ejemplares que se iban a exponer en los Viveros de Valencia, fueran precisamente grandes reptiles extinguidos y que, el propio Trigo Mezquita, presentara a la Sección de Valencia, un modelo de estegosaurio en una de las reuniones del grupo (Real Sociedad Española de Historia Natural, 1921a: 272)”.

Sin embargo, más adelante transcribe un informe de Francisco Beltrán, sucesor de Boscá como director del Museo, dirigido el 22 de diciembre de 1925 al Presidente de la Subcomisión de Monumentos dándole cuenta de diversos trabajos realizados, incluyendo:

Se subsanaron no pocos desperfectos que padecían los ejemplares reproducidos de Glyptodon y Stegosaurus que figuran en los Viveros Municipales”.

De manera que parece que, al menos, dos de las esculturas sí fueron llevadas a término, entre ellas la de un dinosaurio.

Postal con los Viveros de Valencia en torno a 1935

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[1] Descrito en 1831 por Christian Erich Hermann von Meyer, hoy es considerado sinónimo de Prodeinotherium y se trata de un proboscídeo del Mioceno que se extendió por todo el Mediterráneo, África oriental y Oriente Próximo, llegando hasta la India.
[2] Ribera i Faig, Estanislao (1988) Historia del interés anglosajón por la geología de España, CSIC.
[3] Gómez-Alba, J. (1990) “El Museo de Geología de Barcelona: desde su fundación a la Junta de Ciencias Naturales (1872-1905)”, en Treb. Mus. Geol. Barcelona, 1: 7-34 (1990).
[4] Gómez-Alba, J. (2001) “El mamut y la colección petrológica de grandes bloques del parque de la Ciudadela (Barcelona, España)”, en Treb. Mus. Geol. Barcelona, 10: 5-76.
[5] Fundados en 1903 ante la negativa del Rector de la Universidad de Barcelona a impartir enseñanzas en catalán.
[6] Ese mismo año visita y promociona la Ciudad Encantada de Cuenca con artículos y conferencias en el Centre Excursionista de Catalunya.
Alexandri, F. (2006) “Norbert Font i Sagué. El principio de la espeleología en nuestro país” en Subterránea. Revista de Espeleología #25, pp.28-34.
[7] Salinas, A. (2001) Las colecciones paleontológica y conquiológica del Museo Paleontológico J. Rodrigo Botet de Valencia: inventario faunístico, importancia científica, museística e histórica. Tesis doctoral inédita, Univ. València.
[8] Jaime Lorén, J.M. (2016) Agustín Trigo Mezquita. Farmacéutico español inventor del TriNaranjus, Schweppes Suntuory.
[9] Sánchez Arteaga, J. (2005) “Eduardo Boscá Casanoves y la renovación taxonómica de los catálogos faunísticos en España durante el último tercio del siglo XIX”, en Asclepio-Vol. LVII-2, pp.81-108.
[10] Catalá, J.I. (2004), «El desarrollo de una carrera científica en un contexto institucional precario: el caso del naturalista Eduardo Boscá Casanoves y Casanoves (1843-1924)», Cronos, vol. 7, n. 1, pp. 3-60.
[11] Boscá Casanoves, E. (1911). "Los Museos de París, Londres, Amsterdam y Bruselas", Anales de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, 4 (I), 1-61.
[12] Salinas, A. (2011) Eduardo Boscá Casanoves (1843-1924), un darwinista valenciano, Consell Valencià de Cultura.

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