jueves, 22 de julio de 2021

Dinosaurios en las Olimpiadas

Dinny y señora en pleno desfile

Seguramente no lo sabías, pero parece que los dinosaurios llevaban ya algún tiempo participando en las olimpiadas. Se nos escapa la razón, pero su especialidad son los juegos de invierno. Ya en la ceremonia de apertura de los de Calgary (Canadá), el 13 de febrero de 1988, se colaron en el desfile algunos saurópodos en el estadio McMahon. Aunque no hemos conseguido la confirmación oficial del Comité de Organización, no nos cabe duda de que debe tratarse del brontosaurio Dinny y familia. La estatua de Dinny (doce metros de alto, treinta y seis de largo, ciento diez toneladas de hormigón) es la única que se conserva de las cincuenta y seis que en 1937 el paleoescultor John Kanerva erigió en el Parque de Historia Natural de Calgary, desmantelado en 1983. Dinny acudió al desfile olímpico con su cónyuge y su prole. Aunque el pequeño aún no había salido del huevo, los papás no quisieron que se perdiera el evento y se lo llevaron consigo en una pequeña carroza.

Rex O'Saurus (foto de David Moll)

Por cierto, los equipos deportivos con los que compite la Universidad de Calgary son conocidos como los “Calgary Dinos”. Su mascota, Rex O’Saurus, es un tiranosaurio colorao que nos recuerda al Devil Dinosaur de Kirby, y no sólo anima a sus equipos sino que acude a eventos deportivos infantiles y a todo tipo de actividades para promover el deporte. Inevitable fantasear con cómo sería un encuentro entre los Calgary Dinos y sus compatriotas los Toronto Raptors, cuya mascota es también un terópodo rojo... pero, de momento, los de Calgary son un equipo universitario mientras los Raptors juegan a otro nivel y en 2019 se convirtieron en el primer equipo no estadounidense en ganar la NBA.

Dinger

No sólo los equipos canadienses tienen mascotas saurias, por supuesto. Dinger, el triceratops morado mascota de los Rockies de Colorado (béisbol) salió del huevo en 1994 en medio del estadio –parece que se encontraron fósiles durante su construcción-; la televisión estaba allí. Todos nos alegramos de que el londinense Gunnersaurus, el amuleto del Arsenal C.F., haya sido readmitido en el equipo tras su despido debido a la crisis derivada de la pandemia, tras veintisiete años de servicio. Y estas Navidades, Dino, mascota del equipo de baloncesto San Pablo Inmobiliaria de Burgos desde 2015, fue el ganador del baile de mascotas en el concurso de la ACB.

La primera familia de Utah

Catorce años después de los juegos de Calgary, en la ceremonia de clausura de las olimpiadas de invierno de 2002 en Salt Lake City también pudimos ver dinosaurios, esta vez un par de esqueletos presentados como “la primera familia de Utah”, a cuyas bromas pusieron voz los cantantes, actores y presentadores Donny y Mary Osmond. Por cierto, ese mismo año Donny cantó “No One Has to Be Alone” para En busca del valle encantado IX: Travesía a los océanos (Charles Grosvenor), en la que Piecito hace amistad con Mo, una suerte de pequeña ictiosaurio multicolor.

Claro, estas actuaciones estelares han acabado animando a los dinosaurios a acudir a los eventos olímpicos y, más recientemente, en las olimpiadas de invierno de Pyeongchang (Corea del Sur) de 2018 pudimos ver a un terópodo entre el público que asistía al partido por la medalla de bronce masculina de hockey sobre hielo, en el estadio de Gangneung. La instantánea fue captada en un momento en el que la banderita estaba oculta por el rostro del tiranosaurio, por lo que no podemos confirmar si apoyaba a la selección de Canadá o a la de la República Checa, aunque la más lógica sería la primera opción, claro. Si se hubiera tratado de Burianosaurus...

Dados estos antecedentes, no nos sorprendería nada que los dinosaurios se acabaran colando también en los juegos de verano. El hecho de que la pandemia haya retrasado todo un año estos juegos los ha acercado en el calendario a los de invierno, que tendrán lugar en la capital china, a partir del 4 de febrero del año que viene y donde esperamos ver al equipo de curling de Nigeria, conocidos como “Broomzilla”.

Cartel de Brieva para el Surfilmfestibal

Esta cercanía temporal podría animar a algún dinosaurio que tuviera previsto acudir a Beijing para asistir también a la cita de Tokyo, ya que los dos mil kilómetros que separan ambas capitales pueden recorrerse cómodamente en seis meses a razón de poco más de diez kilómetros diarios. Pero es que, además, no se nos escapa que Japón es la patria de Godzilla, el más famoso dinosaurio mutante radiactivo. El dibujante de cómics Miguel Brieva fue el primero en darse cuenta, como reflejó en el cartel que ilustró para el XIV Surfilmfestibal, donde retrata al conocido kaiju [1] (rebautizado como Surfzilla) en las Olimpiadas de Tokyo.

Godzilla en la fase inicial de un "ippon seoi nage"

Aunque, para no faltar a la verdad, no sería la primera vez que Godzilla hace su aparición en un evento deportivo nipón: le hemos visto a punto de lanzar un penalty en un derby tokiota, incordiando en un partido de béisbol... En marzo de 2019, la Federación Japonesa de Judo y Toho (la productora del bicho) anunció que el apodo del equipo nacional nipón en lo sucesivo será “Godzilla”, así que parece que en todo caso nos encontraremos con el kaiju este verano en la cita olímpica. Por supuesto, recomendamos estar atentos, porque no nos extrañaría nada que los Juegos Olímpicos de Tokyo nos depararan más sorpresas con sabor mesozoico...


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[1] Bestia gigante, en japonés. Son las estrellas del tokusatsu (cine que explota con intensidad los efectos especiales) nipón.

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