Gusanos gigantes bioturbadores: ejemplos en la ficción y en el registro fósil en las XL Jornadas de la SEP
Como ya comentamos por aquí, desde el 7 al 10 de octubre se celebraron las XL Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología en la localidad de Aracena (Huelva). La segunda de las comunicaciones que presentamos desde Koprolitos en formato póster lleva por título "Gusanos gigantes bioturbadores: Ejemplos en la ficción y en el registro fósil", trabajo firmado por Iván Narváez y Zain Belaústegui.
Los gusanos de dimensiones gigantescas han sido un recurso utilizado con frecuencia en el género fantástico con el fin de enfatizar las diferentes fobias que estos animales pueden generar. Los hemos visto en relatos de terror de H. P. Lovecraft o Clark Ashton Smith, en películas como "Dune", "Tremors" o "The Hobbit: The Battle of the Five Armies" o en cómics como "Bloodstar" de Richard Corben o "El niño gusano" de Hideshi Hino.
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Sin embargo, estos seres no estarían restringidos únicamente a universos de ficción, ya que en el registro fósil existen evidencias de trazas atribuidas a la bioturbación de "gusanos gigantes". En la península ibérica, destacan las que se han registrado en el Ordovícico Inferior de Navas de Estena (Ciudad Real) o en el Jurásico Superior de Bueña (Teruel).
A continuación, os dejamos el resumen y el póster de la comunicación presentada en el congreso:
El género fantástico tiende a dotar de dimensiones gigantescas a diferentes seres mitológicos o de leyenda, así como a organismos reales que pueblan hoy en día nuestro planeta. Dicho recurso suele ser utilizado para enfatizar y ahondar en las diversas fobias que algunos de estos animales pueden generar (e.g., insectos, serpientes o tiburones) y que, en algunos casos, pueden haber existido realmente a lo largo de la historia de la vida (e.g., Arthropleura, Titanoboa o Carcharocles megalodon). En este sentido, los ‘gusanos’ y otro tipo de organismos vermiformes no son una excepción, y también han tenido relativo protagonismo dentro del género debido al rechazo, repugnancia o incluso atracción que pueden generar. Así, han aparecido en numerosas obras de ficción, frecuentemente con grandes dimensiones y casi siempre haciéndoles emerger de las profundidades (y, por tanto, bioturbando diferentes sustratos). Algunos ejemplos podrían ser los espeluznantes gusanos que Robert E. Howard, H. P. Lovecraft o Clark Ashton Smith incluyeron en varios relatos de Weird Tales (1934) o Stirring Science Stories (1941), destacando ‘The Valley of the Worm’, adaptado al cómic por Roy Thomas/Gerry Conway (1973) y por John Poscik/Richard Corben (1979). También los ‘gusanos de arena’ de la saga literaria ‘Dune’ de Frank Herbert (1965-1985), posteriormente trasladada al cine. En la gran pantalla encontramos a los ‘graboides’ de la saga ‘Tremors’ (1990-2020) o a los ‘devoradores de la tierra’ en ‘The Hobbit: The Battle of the Five Armies’ (2014). Sin embargo, la existencia de estos seres no quedaría restringida al mundo de la ficción. En el registro fósil mundial existen algunos ejemplos de trazas atribuidas a la bioturbación de ‘gusanos gigantes’. Entre ellas, cabe destacar las del registro ibérico como, por ejemplo, en el Ordovícico Inferior de Navas de Estena (Ciudad Real) o en el Jurásico Superior de Bueña (Teruel).
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