viernes, 9 de abril de 2021

Dinocómics (II): Aventuras de la vida real

"Slow-Motion Mayhem" (1961, True Life Adventures)

En la anterior entrega de esta serie, vimos que el primer terreno en el que los dinosaurios pudieron gozar del protagonismo absoluto de sus historias fue en el cine documental. Este campo tentó también a Walt Disney, que agobiado por las deudas había comenzado a introducir escenas de este tipo en sus largometrajes sudamericanos para reducir costes. En 1948 Walt produce “Seal Island” (James Algar), ganador del óscar al mejor cortometraje documental y debut de su serie True Life Adventures, centrada en el mundo animal. Los catorce documentales (siete cortos seguidos de siete largometrajes) que la componen fueron reconocidos con tres óscars al mejor documental y otros cinco al mejor cortometraje y sirvieron de puente de lanzamiento para la nueva distribuidora de Disney Buena Vista International, además de una primera experiencia de producción para Roy E. Disney.

Para no crear falsas expectativas, debo aclarar que en los documentales producidos por Walt Disney no hay dinosaurios, que no volvió a introducirlos en sus películas tras Fantasía [1]. Otro gallo bien distinto canta en las adaptaciones a viñetas de sus filmes, como ya hemos visto en las entradas que dedicamos a Mickey Mouse o sus amigos, Donald y Goofy.

Al conocer la iniciativa documental de Walt, la editora Dell, pionera del cómic-book que tenía la franquicia para adaptar sus personajes y películas al cómic, puso inmediatamente al trabajo al artista August Lenox (1908–1986), conocido por sus pinturas ambientadas en el Far West. Lenox dibujó algunos dinosaurios en las primeras páginas de la versión en viñetas de “Secrets of Life” (1956, Four Color Comics #749). Sin embargo, se trata de un añadido del dibujante, ya que –como hemos avisado en el párrafo previo- en el documental dirigido por Algar para Disney, que ganó el oso de oro en Berlín, no encontraréis dinosaurios.

Una de las tiras de True Life Adventures del King Features

En 1955, el King Features Syndicate decide producir una nueva adaptación de True Life Adventures específicamente para la prensa y contrata a los animadores de Disney Dick Huemer [2] (1898–1979) y George Wheeler [3] (1919–1989). Como en la versión de Dell, los dibujos son acompañados de numeroso texto descriptivo, lo que puede ser muy útil a nivel pedagógico pero lastra cualquier cómic imposibilitando una lectura dinámica y recordando aquellas primitivas historietas del siglo XIX sin bocadillos.

Cuando el serial documental terminó en 1960, King Features decidió seguir con la tira, ya que ésta no seguía una trama lineal, sino que se limitaba a narrar curiosidades del mundo animal. Al independizarse de su matriz cinematográfica, la tira dio entrada a nuevos planteamientos, como la recreación de ecosistemas desaparecidos y animales extintos, entre los que encontraremos muchos representantes del Mesozoico.

Además de True Life Adventures, Dell Comics adaptó otro largometraje documental, Animal World (1956, Irwin Allen), en cuyos dinosaurios trabajaron mano a mano Willis O’Brian y Ray Harryhausen. Los encargados fueron Gaylord Dubois y el animador Morris Gollub [4], en Four Color Comics #713, publicado en agosto de 1956, menos de tres meses después del estreno en Nueva York, el 30 de mayo. Los diez minutos de animación de dinosaurios se transformaron en las ocho páginas del capítulo “Prehistoric Animals” (del total de 36 que componen el cuadernillo), aunque la primera página los muestra en estado fósil y sólo cobran vida a partir de la tercera viñeta de la segunda página. Como sucede en las adaptaciones de Disney, Animal World adolece de un exceso de texto a pie de viñeta. Pero a diferencia de los dinosaurios inventados para la versión en cómic de True Life Adventures, los de Animal World han sido reproducidos fielmente a partir de los del filme, como puedes comprobar en la siguiente comparativa de viñetas y fotogramas.









PALEONOTES (by Carlosdino)

Las reconstrucciones de dinosaurios y otras bestias prehistóricas que aparecen en las viñetas de True Life Adventures son dignas hijas de su tiempo. Recordemos que, a mediados del siglo XX, la visión que teníamos de estos animales era la de criaturas lentas y estúpidas, que arrastraban la cola y que eran demasiado pesadas como para poder vivir en tierra firme. Algunos de los errores que podríamos destacar en estas tiras son la presencia de tres dedos en el tiranosaurio y hasta cuatro en lo que, suponemos, es un Allosaurus. También llama la atención la cresta que recorre el lomo de Mosasaurus (que hoy sabemos que, en realidad, proviene de una errónea interpretación de restos de anillos cartilaginosos traqueales) o el elevado cuello del elasmosaurio, del cual se piensa hoy en día que no sería capaz de moverse demasiado en sentido vertical. En cualquier caso, como comentábamos, hay que tener en cuenta el contexto científico e histórico del momento en que fueron dibujados, y sería injusto exigirle a estos cómics algo diferente a lo que hacían los grandes paleoartistas de la época como Zdeněk Burian o Rudolph Zallinger.

Más llamativo resulta el caso de The Animal World. Aunque en general adolecen de los mismos errores que True Life Adventures (brontosaurios en pantanos, colas arrastradas, los tres dedos en Tyrannosaurus) muestran a los dinosaurios como animales relativamente activos y en posturas más o menos dinámicas, lo que era bastante inusual para la época (una excepción de libro es la pintura de los Laelaps combatientes de 1897 del maestro Charles Knight). Llama mucho la atención ver en estas tiras a terópodos a la carrera, saltando y con sus colas erguidas, desmarcándose de la típica postura de canguro imperante por aquel entonces, o a saurópodos dejando atrás los lagos y adentrándose en tierra firme. En este sentido, casi parece que las viñetas de The Animal World fueran una premonición de lo que habría de venir en años venideros, con el cambio de paradigma científico conocido como Dinosaur Renaissance.

Los dinámicos dinosaurios de The Animal World

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[1] Sólo tras la desaparición de Walt podremos volver a ver dinosaurios en películas de la casa del ratón, como vimos aquí.
[2] Comenzó con Barré y los Fleischer, en 1925 funda Associated Animators con otros colegas… pero la cosa no terminó de funcionar y en 1933 se unió a Disney, junto al que permaneció el resto de su carrera. Fue guionista en la arriba citada Fantasía.
[3] En los 60 entró en Hanna-Barbera, donde trabajó como intercalador en Los Picapiedra y como diseñador de personajes en Godzilla, King of the Monsters (1978).
[4] Animó dinosaurios en The Flintstones y los dibujó también en cómics de Turok.


Recuerda, todos los cómics de dinosaurios están en "El Comicsaurio: La historia de los cómics de dinosaurios" editado por Applehead Team. Ya en preventa aquí.

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