Dinocómics (I): Los cómics protagonizados por dinosaurios
Cretaceous (2019, Tadd Galusha)
Los dinosaurios han aparecido en infinidad de cómics protagonizados por humanos, aunque todos sabemos que se trata de unos acompañantes imposibles de los que nos separan millones de años. Pero también ha habido quien ha comprendido que no era necesario acudir a excusas fantásticas que justificasen la anacronía (cuando los artistas se han molestado en justificarla) ya que podían convertir a los dinosaurios en protagonistas absolutos de sus cómics.
Tyrant, de Bissette
Desde luego, estos cómics de dinosaurios son mucho menos abundantes que los cómics (de Homo sapiens) con dinosaurios. Steve Bissette trató de hacer un recuento allá por 2003, cuando le encargaron el prólogo para la recopilación de la estupenda Paleo (2001, Jim Lawson) que tituló “The Paleo Path: Paleo and the History of Dinosaur Comics” y le bastaron los dedos de las manos para contarlos, aún incluyendo su propio Tyrant (1994). Aunque es cierto que Steve se ciñó al cómic norteamericano (un pequeño complejo que tienen los historiadores de aquel lado del charco), si sumamos los ejemplos del resto del mundo no necesaríamos muchos más. En lo que va de siglo XXI se han publicado otro puñado, pero sigue tratándose de un género –el verdadero género dinosauriano del cómic- escasamente cultivado.
Bloodfang (1984), la "odisea dinosauriana"
Con esta nueva serie queremos romper una lanza a favor de los cómics de dinosaurios, mostrando sus virtudes, sus defectos y, sobre todo, sus posibilidades. Porque estamos firmemente convencidos de que el mundillo no ha comprendido aún todo su potencial. Si puedes encontrar historias con dinosaurios protagonizados por personas sea cual sea su enfoque o temática (viajes espaciales, nazis, zombis, porno...), los cómics protagonizados por dinosaurios salvo honrosísimas excepciones se han circunscrito a la “epopeya dinosauriana” –permítasenos el epíteto, ya veremos que lo justifican las marcadas características de estas historias- o el documental. Pero nadie ha dicho que ésas sean las únicas posibilidades. Más aún, todo creador que quiera ser digno de tal nombre sabe que en la ficción los límites se los pone cada cual.
Vaya una advertencia por delante. No nos interesan aquí las medias tintas: aunque puedan compartir protagonismo hasta en el título, no vamos a hablar de series mixtas en las que dinosaurios y seres humanos son colocados en un supuesto plano de igualdad que, además, habría que ver hasta qué punto es real. Tampoco los dinosaurios antropomorfizados que visten a la moda, fuman, ven la televisión y conducen para ir a la oficina: realmente son
personas disfrazadas de dinosaurio. Esas historias son divertidas y nos encantan, pero en esta serie nos interesan sólo los cómics de dinosaurios.
Elementos antropomorfizantes en Jurasy (Vázquez)
"Dinocómics" no sólo es especial por la temática de que se ocupa, sino por la propia metodología que hemos seguido para hacerla. Al tratarse de cómics respetuosos con los dinosaurios y en los que es
frecuente encontrar un afán didáctico, hemos creído que sería un oportunidad única para comentar aspectos científicos ausentes en otros cómics, como verás a partir del próximo post de la serie en el apartado “Paleonotes”. De este modo, pretendemos exponeros un panorama completo de los recursos que el noveno arte ofrece para la difusión y enseñanza de la paleontología de dinosaurios.
Pero no dilatemos más las presentaciones y veamos cómo empezó todo...
El cómic nació como medio de entretenimiento y sus valores didácticos tardaron en ser apreciados. La desconfianza hacia el género como objeto pedagógico se manifiesta ya en los términos usado para definirlo:
“cómico”, “historieta”... A los cómics se les pedía que divirtieran; para educar ya existía otro tipo de publicaciones. No obstante, hemos encontrado alguna temprana excepción, como la tira de prensa This Curious World, de William G. Fergurson, que dedicó un episodio a “The Dinosaurs” (1934). Sin embargo, no muestra una secuencia argumental que permita considerarlo un verdadero cómic, consistiendo realmente en un catálogo de dinosaurios. Algo similar pasó con el episodio “A Dinosaur Park” (1943) de Highlights of History, de James C. Mansfield.
Service Film Co. produjo una versión reducida del documental alemán en stop-motion Vor 50 Millionen Jahren (1924) bajo el título Fifty Million Years Ago (1925)
Es cierto que retratar a animales en su ambiente parece, en principio, materia propia del documental, un género de eminente carácter didáctico que se agota en la realidad de la que toma sus elementos. El documental fue el primer género cinematográfico. Fue la propia realidad la que deslumbró a los espectadores del primer programa de los hermanos Lumière. Y pronto, descubrió sus posibilidades para reconstruir realidades ya
desaparecidas, permitiendo a los espectadores ver con sus propios ojos escenas mesozoicas [1].
Por eso, no es extraño que el primer cómic documental con dinosaurios surja por influencia de un medio externo como es el cine. De hecho su autor, el tejano George Eugene Turner (1925-1999), es más conocido entre los cinéfilos que en el mundillo del cómic. Editor de American Cinematographer en 1986-1992, escribió The Making of King Kong (1975) junto a Orville Goldner, que había trabajado en los efectos de la película que dio a conocer a los dinosaurios de Isla Calavera. Esta obra ha sido recuperada como Spawn of Skull Island en una reedición de 2002 –con introducción a cargo de Ray Bradbury y Ray Harryhausen- a la que acompaña la tira de cómic de Turner The Ancient Great Plains, que también forma parte de la reciente antología Forgotten Horrors Presents: The Monstrous Art of George E. Turner (2018) [2].
Y es que, antes de llegar al cine, Turner trabajó durante 27 años como editor de arte en el Sunday-News Globe de Amarillo (Texas), donde en 1951 había creado el que Steve Bissette considera el “primer verdadero cómic de dinosaurios americano” [3]. The Ancient Great Plains narraba la evolución de la vida en Texas a lo largo de millones de años. Basado en pinturas de Charles Knight y frecuentemente asesorado por el profesor de
geología de la West Texas State College, Roy Reinhart, esta serie de Turner fue pionera en mostrar dinosaurios anatómicamente correctos [4]. En 2005, Texas Christian University Press editó como The Ancient Southwest una recopilación de las tiras de Turner tras digitalizarlas para “limpiar” las imágenes y volver a rotularlas, con anotaciones de Michael H. Price. Además de ésta, Turner realizó otras tiras menos conocidas y, en los 90, colaboró como actor en los fotocómics lovecraftianos de Pete Von Sholly.
Redistribución vertical de viñetas en The Ancient Southwest de la tira horizontal de The Ancient Great Plains de 28 de octubre de 1951
Sin embargo, no podemos estar completamente de acuerdo con Bissette. Aparte de la aparición ocasional de algún humano, el afán didáctico de The Ancient Great Plains elimina toda trama de la historia para convertirse en una mera descripción de la fauna mesozoica y, aunque haya algún bocadillo, se resiente el carácter secuencial de la serie, que por este motivo dudamos incluso de calificar como cómic. En todo caso, estamos ante un precedente del cómic protagonizado por dinosaurios.
"Dimension IV"
Hay otra historieta que merece mencionarse, aunque en este caso no se trata de una serie, sino de un relato corto, y realmente no está protagonizada por un dinosaurio sino por un dinosauroide pseudodraconiano llamado Golgoth, the Mighty. El bueno de Golgoth es el protagonista de “Dimension IV” (1953), historieta de Rudy Palais publicada en Witches Tales #17 (1953, Harvey Comics). Lo interesante de este cómic es que Palais lo narra desde el punto de vista de Golgoth, cuyos pensamientos nos son revelados bocadillo a bocadillo. Con este experimento gráfico, demostró que era posible otorgar el protagonismo de un relato a un “dinosaurio”. Aunque más tarde se encuentra con un par de terrícolas en su camino, Golgoth sigue siendo el verdadero centro subjetivo del relato. Carl Burgos reelaboró esta historieta en “Dimension Horror” (1969, Weird #5).
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[1] Como las del filme de Max Fleischer Evolution (1923), el de Virginia May Monsters of the Past(1923), el alemán Vor
50 Millionen Jahren (1924, Rex-Film AG) o el inacabado de Ray Harryhausen Evolution (1938-40). El impresionante segmento del largometraje de Disney Fantasía (1940) inspirado en La consagración de la primavera de Stravinsky dio un paso más, introduciendo elementos dramáticos en la trama.
[2] Forgotten Horrors (1979) es el nombre de una serie de 10 ensayos cinematográficos de Michael H. Price en la que participó Turner.
[3] Bissette, S. (2016) “The Paleo Path: Paleo and the History of Dinosaur Comics”, en Paleo: the Complete Collection, Dover Publications, Mineola (NY).
[4] Moore, R. (2014) Dinosaurs by the Decades: A Chronology of the Dinosaur in Science and Popular Culture. Santa Barbara (California): Greenwood.
Recuerda, todos los cómics de dinosaurios están en "El Comicsaurio: La historia de los cómics de dinosaurios" editado por Applehead Team. Ya en preventa aquí.
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