jueves, 31 de agosto de 2017

Paleontología en los lienzos humanos de Sophia Weisstub

Sophia Weisstub es una joven artista cuyo trabajo se caracteriza por la utilización de su propio cuerpo como lienzo. Esta controvertida pintora y fotógrafa vive en Tel Aviv (Israel) y realiza collages, dibujos y ediciones fotográficas intentando provocar al público con referencias sexuales o con la estrecha relación existente entre el arte y la naturaleza. Un primer vistazo a su obra muestra una especial predilección por los estegosaurios, que integra en pies, dentaduras o murales. Aquí dejamos una muestra de su trabajo con referencias paleontológicas:






Me lo chivó Magnetosopelane. ¡Gracias!

miércoles, 30 de agosto de 2017

Dinosaurs Died For Your Oil!

Otra vez traemos a Koprolitos al artista norteamericano Allen Mudgett (a quien ya vimos aquí, aquí o aquí) con un nuevo diseño de camiseta para la web Design by Hümans. En esta ocasión, nos recuerda la procedencia de los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón o el gas natural, que se formaron hace millones de años a partir de restos de plantas y animales del pasado. Por tanto, y como dice Mudgett en su diseño, los dinosaurios murieron por tu combustible. Puedes conseguirla aquí, por algo más de veinte dólares.

martes, 29 de agosto de 2017

Issy and the Leedsichthys (Glenys Patten & Charli Vince)

Publicado en 2016, "Issy and the Leedsichthys" es un libro infantil escrito por Glenys Patten e ilustrado por Charli Vince que cuenta la historia de un ictiosaurio y un pez a través de los mares jurásicos. La edición de este volumen fue una iniciativa del Peterborough Museum dentro del proyecto "Big Jurassic Fish", que promueve la divulgación del descubrimiento y estudio del pez fósil Leedsichthys. A continuación os dejamos con unas cuantas ilustraciones del libro, que puede leerse aquí.






lunes, 28 de agosto de 2017

Pánico en la ciudad (II)

Gertie on tour

En los posts que dedicamos a Windsor Mc Cay vimos a un dinosaurio devorar un edificio (Dreams of the rarebit fiend, 21/08/1910), si bien no estaba ubicado en la ciudad sino en la playa… Y aunque el 8 de febrero de 1914 presenta a Gertie como el “único dinosaurio en cautividad”, no le veremos cerca de edificios hasta la inacabada secuela Gertie on tour (1921). En todo caso, el simpático Gertie no pertenece a la especie de monstruos que asolan ciudades a la que hemos dedicado este post. Del mismo modo, aunque sus travesuras transcurren en medio urbano, no parece suponer un riesgo serio para los ciudadanos otro Gertie [1] que aparece en la Sunday de 27/04/1924 de Hairbreath Harry (1906), donde Charles W. Kahles refleja su fascinación por el descubrimiento de huevos de dinosaurio en el Gobi el año anterior que, a su vez, inspirarán el relato A million years after (1930, Katherine Metcalf Roof), sobre unos huevos de dinosaurio que eclosionan en la actualidad.

En la disparatada novela L’ Effrayante Aventure (1910), de Jules Lermina (1839-1915), el hielo preserva dinosaurios hasta la actualidad en una cueva de París, donde acabarán sembrando el pánico.

Eccentric Ephraim

Walter de Maris (1877-1947) publicó Eccentric Ephraim (27 de noviembre de 1911), la primera tira de cómic en la que un dinosaurio vivo llega a la ciudad. La viñeta nº4 es una clara anticipación de la escena del filme The lost World en la que un saurópodo asoma la cabeza por una ventana.

Las ilustraciones de Harry Rountree para El mundo perdido (1912) de Arthur Conan Doyle muestran cómo sus protagonistas se traen a modo de muestra de su excursión un pterodáctilo, que sale volando hacia el océano. En cambio, en la influyente [2] película dirigida por Harry Hoyt, será un auténtico dinosaurio (un brontosaurio) el que siembre el pánico en la ciudad. Desde su estreno, el 2 de febrero de 1925, se convertirá en uno de los primeros hitos –tal vez el primero- del cine de terror de Hollywood [3].

El mundo perdido

Las animaciones se deben a la stop-motion de Willis O’Brien (1886-1962), que había desarrollado un gran interés en los dinosaurios desde la pubertad, mientras trabajaba como guía de paleontólogos en la región de Crater Lake. Luego se dedicó a la escultura y fue ayudante del arquitecto que supervisó la Feria Mundial de San Francisco de 1915, donde se exhibió parte de su trabajo. Entonces, con ayuda de un cámara de noticias local, realizó un corto de 90 segundos que incluía un dinosaurio que llamó la atención del expositor Herman Wobber, que le ofreció un presupuesto de 5.000 dólares para su primer filme profesional, El dinosaurio y el eslabón perdido (1917). Impresionado por el resultado, Edison le contrató para realizar más películas de ambientación prehistórica, entre las que destaca El fantasma de Slumber Mountain (1918).

El mundo perdido (compárese con la viñeta 4 de Eccentric Ephraim)

Para los modelos de The Lost World, se inspiró en los dibujos del paleoartista Charles R.Knight. Abandona la arcilla de sus películas anteriores y construye los esqueletos con armaduras de metal que recubre con piel de caucho. El autor testeó el resultado con unos amigos a los que hizo creer que se trataba de imágenes de dinosaurios vivos. La magnífica recepción de la película animó a O’Brien a volver a aterrorizar poblaciones en 1933 con King Kong, cuyo éxito fue aún mayor. Pero los dinosaurios del filme se quedan en su mundo perdido y será el mono gigante quien, en esta ocasión, siembra el terror en New York.

King Kong charlando con un amigo

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[1] Kahles rinde homenaje al saurópodos de Mc Cay en su décimo aniversario y el estornudo puede ser una referencia a otro popular personaje de aquél, Little Sammy Sneeze.
[2] Ray Bradbury y Ray Harryhausen afirman que se aficionaron a la ciencia-ficción tras verla.
[3] El cine de terror es tan viejo como el propio cine (La mansión del diablo, 1896 Georges Mèliés). La temática parecía el vehículo idóneo para el expresionismo alemán (Nosferatu, el vampiro, 1922, Murnau). Pero, en Hollywood, el género no había cuajado especialmente.
El 25 de noviembre de ese mismo año se estrena El fantasma de la ópera, con un Lon Chaney que ya había destacado en El jorobado de Notre Dame (1923), y en 1927 lo hacen The cat and the canary, The unknown o London alter midnight. Pero la irrupción del sonoro distraerá la atención de cineastas y productores hasta que deja de ser una novedad. Entonces, los filmes góticos de Universal arrasarán la taquilla: Drácula, Dr. Jeckyll y Mr.Hyde o Frankenstein lo hacen en 1931 y La momia o La parada de los monstruos el año siguiente.

viernes, 11 de agosto de 2017

Unas cuantas ilustraciones dinosaurianas... (XIII)

"Rex" (Vlad Novikov)

Vamos con una nueva ronda de ilustraciones dinosaurianas en las que predominan los terópodos de artistas con muy diferentes estilos y procedencias, pero en la que no faltan los saurópodos, con una estética más épica-fantástica.

"Dinosaur sketch" (Dan LuVisi)

"Custom Sneakers" (Monica Wang & Fran Yuan)

"Apotlas" (Mateusz Ozminski)

"Lizard Cowboy" (Antoine Verney-Carron)

"The Journey" (Ihor Zhovtovsky)

miércoles, 9 de agosto de 2017

Pánico en la ciudad (I)

Los dinosaurios asolan Chicago (Chicago Tribune, 1906)

La primera ficción con dinosaurios se servía de mundos perdidos, a menudo herederos del mito de la Tierra hueca que rendía homenaje a los secretos del generoso subsuelo que había preservado los fósiles que los dieron a conocer.

La aparición de dinosaurios en la ciudad supone una ruptura del orden lógico de las cosas. Al ser transportados a nuestro mundo, dejan de ser maravillas naturales para convertirse en peligros letales, incluso a su pesar (el mero deambular de los pacíficos saurópodos puede suponer cientos de víctimas).

Antes de que El mundo perdido (1925) impulsara el género cinematográfico de los monstruos gigantescos que asolan ciudades, conocido en Japón como kaiju, la prensa había conseguido que los ciudadanos aprendieran a temer el ataque de los dinosaurios, por muy extintos que estuvieran.

Un iguanodón en París

Un iguanodón en París, de Stablo (estudio) y Motty (grabado) para Le monde avant la création de l’homme (París, 1886) es la primera ilustración en la que puede verse a un dinosaurio en una ciudad moderna.

Saurópodo en posición poco natural aunque bastante efectista (New York Journal, 1898)

Se dice que fue esta caricatura similar del New York Journal del 11 de diciembre de 1898 la que movió a Andrew Carnegie, el millonario filántropo, a ponerse en contacto con el departamento de paleontología del recién establecido Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh para ofrecerle fondos suficientes para reconstruir un esqueleto de saurópodo: Aunque le ganó por la mano el Museo Americano de Historia Natural (AMNH) de Central Park (NY), que en febrero de 1905 exhibió un brontosaurio [1], el diplodocus de Carnegie será mucho más popular, y favorecerá a su difusión mundial las copias que el magnate remitió a los principales museos del mundo.

El brontosaurio de Carnegie deslumbra a Londres

Las enormes dimensiones de estos animales despertaron inmediatamente la imaginación de escritores, artistas y periodistas.

En 1906 toca correr en Chicago

El Chicago Tribune del 1 de abril de 1906 publica una monumental broma profusamente ilustrada cuyo titular reza: “Chicago, invadido por hordas de monstruos prehistóricos sembrando la muerte y la destrucción”. Puedes leer el diario completo aquí.

Los dinosaurios no respetan ni la hora del baño

¿Conocieron creadores como Windsor Mc Cay o Arthur Conan Doyle este artículo? No hay constancia de que estuvieran suscritos ninguno de los dos y parece menos probable que lo leyera el segundo, radicado en Inglaterra.

Asqueados por la contaminación, estos pterosaurios deciden emigrar

Otra pregunta que nos surge es: ¿quién es el autor de estas ilustraciones? La técnica empleada parece la manipulación de fotografías añadiendo dibujos. Desgraciadamente, no están firmados ni el diario acredita al autor.

¿Lagartijodonte es un nomen dubium?

En ese mismo número hay cómics de Frank Hutchinson (Willy Hawkshaw, Superstitious Sam), Peter Newell (The naps of Polly Sleepyhead) o “Taylor” (ilustra con un cómic un artículo de Hugh S.Fullerton y firma viñetas en otros). Los dibujos de los dinosaurios no parecen encajar con el estilo de Hutchinson o Newell, por lo que de inclinarnos por alguien apostaríamos por “Taylor”, al que parece haberse encomendado la ilustración de muchos otros artículos, aunque es obvio que él solo no pudo acometer la tarea de ilustrar el diario entero. Sin embargo, no tenemos pruebas al respecto y sí sabemos que, en aquel momento, el diario había contactado con un buen puñado de dibujantes, entre los que se encontraba el inimitable Lyonel Feininger, con los que preparaba un suplemento dominical de cómics [2]. Sin embargo, los dinosaurios del 1 de abril no parecen encajar tampoco con el estilo de Feininger, y no tenemos prueba alguna que nos haga pensar en la intervención de alguno del resto de dibujantes alemanes. Si alguien nos puede ayudar en esta labor de identificación, le estaríamos eternamente agradecidos.

Atasco en hora punta

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[1] Ya entonces considerado sinónimo del apatosaurio. En 2015 Octavio Mateus, Emanuel Tschopp y Roger Benson concluyen que son especies distintas.
[2] Dos meses atrás, en febrero de 1906, el editor James Keeley había viajado a Alemania en busca de artistas. Keeley estaba interesado en generar una revolución en los cómics. En ese momento, una cuarta parte de la población de Chicago era de ascendencia alemana y muchos de ellos estaban familiarizados con los artistas que contrató: Hans Horina (The Rhynocerous boys), Victor Schramm (Karl & Fritz), Karl Pommerhanz, Karl Staudinger, Lothar Meggendorfer, August von Meissl o el fichaje estrella: Lyonel Feininger (1871-1956).
Pocos días después de su broma de la invasión de los dinosaurios, el 29 de abril de 1906, Keeley presenta su nuevo suplemento dominical de cómics donde debuta la primera de las expresionistas y precubistas tiras que Feininger dibujó para el Chicago Tribune: The Kind-der-kids, a la que acompaña desde el 19 de agosto y Wee Winkie’s World, aunque en 1907 el autor abandona el diario para dedicarse a la pintura. En 1999, The Comics Journal incluyó The Kind-der-kids en su lista de 100 mejores cómics de todos los tiempos. Puedes leer la serie completa aquí.

lunes, 7 de agosto de 2017

"A Song of Science and Fossils", el Juego de Tronos paleontológico de Luigi Gaskell

Luigi Gaskell es un joven filipino aficionado a los dinosaurios y a la serie "Juego de Tronos" que ha fusionado ambas pasiones en una serie de ilustraciones que ha ido publicando en su página de Facebook. Gaskell ha reinterpretado los diferentes linajes de la serie asignándolos a diferentes paleontólogos e ilustradores, diseñando los blasones y los lemas de cada uno de ellos. De esta forma, encontramos la Casa Holtz (dedicada a Thomas R. Holtz, Jr.), la Casa Naish (en honor a Darren Naish) o la Casa Willoughby (por la paleoilustradora Emily Willoughby) entre otros. Ahí lo dejamos:


















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