Los mundos prehistóricos de Hal Roach
En 1913, Harry Eugene “Hal” Roach (1892-1992) comienza su carrera como extra en Hollywood, donde traba amistad con Harold Lloyd. Al comprender sus limitaciones interpretativas, se recicla en ayudante de dirección, de donde pasará a la producción. El 23 de julio de 1914 forma Rolin Film Company (Hal E. Roach Studios desde el 16 de agosto de 1920) con dos socios y Harold como estrella, y el siguiente año consiguen firmar un contrato de distribución con Pathé. Pronto se convierten en el principal competidor de la estrella del cine cómico Mack Sennett.
Entre la primera producción de Hal debemos destacar la serie del cómico australiano Harold Fraser “Snub Pollard”, protagonista de los cortos de ambientación prehistórica “Call for Mr. Caveman” (1919, Alf Goudling) –sin dinosaurios- y “The Stone Age” (1922, Charles Parrott “Charley Chase”) –al que no hemos podido acceder [1].
"Playin' Hookey"
En 1922 debutan en la pantalla los “Hal Roach’s Rascals”, también conocidos como “Our Gang”, título de su primer corto. Se trata de una pandilla de críos de clase humilde a los que acompaña un perro y que siempre están metiéndose en problemas. En "Playin’ Hookey" (1927, Robert A. McGowan), la pandilla se cuela en un estudio cinematográfico –cine dentro del cine-, la lían parda y acaban siendo perseguidos por actores disfrazados de todo tipo de animales, incluido un triceratops.
"Flying Elephants": La pequeña mancha negra en el centro del borde inferior de la imagen podría ser un dinosaurio... o no
En 1923, Roach ficha al cómico británico Stan Laurel, y el año siguiente a Oliver Hardy. En 1926, la productora firma un contrato de distribución con MGM [2] y el siguiente año se estrenan los primeros cortos de Laurel y Hardy como dúo, entre ellos "Flying Elephants" (Frank Butler), ambientada en la Edad de Piedra. En el plano inicial aparece, abajo, una criatura moviéndose de modo extraño en la que algunos han creído ver un dinosaurio... aunque podría ser un oso u otro animal.
Un actor se disfraza de terópodo para One Million B.C.
Roach se adaptó al sonoro bastante bien y continuó haciendo comedias durante toda su etapa con MGM. En 1938 firma un nuevo contrato con United Artists, donde cambiará de registro y produce películas de acción como One Million B.C. (1940), que codirigió junto a su hijo Hal Roach Jr. y coprodujo con uno de los fundadores de la casa, el ya retirado director D. W. Griffith, cuya Brute Force (1914) -ampliación de Man’s Genesis (1912)- ya comentamos aquí. Griffith se encargó del casting y apostaba por realizar los efectos en stop-motion pero, por desgracia para nosotros, acabó abandonando el proyecto, aunque Roach trató de aprovechar su nombre. El filme lanzó al especialista en cine bíblico Victor
Mature, que interpretó a Tumak, un hombre de las cavernas que habita un peligroso mundo con dinosaurios y volcanes activos.
Preocupado por los efectos de sonido que debía añadir a la pelea entre un tiranosaurio y un dimetrodón, y con un pelín de sorna, Hal preguntó al paleontógo Alfred S. Romer (1894-1973): “El tiranosaurio, rey de todas las bestias prehistóricas, ¿ladraba, aullaba o cantaba a la tirolesa? ¿Era tenor o bajo?”. Romer le contestó que debía sonar entre como lo hace un cocodrilo y la tubería de un radiador, pero que no se preocupase porque jamás habrían peleado, ya que les separaban ciento cincuenta millones de años [3].
En todo caso, la película consiguió una nominación al Oscar a los mejores efectos especiales, de Jack Shaw (pintura sobre vidrio), Frank Young
(miniaturas) y Roy Seawright (efectos fotográficos), que vistieron a un cerdo de triceratops, a un actor de alosaurio y pusieron a un cocodrilo una vela de dimetrodón. Muchas tomas no se utilizaron en el montaje final y algunas escenas, como la lucha entre un lagarto monitor y un cocodrilo enano que resultó gravemente herido, provocaron la movilización de la Society for the Prevention of Cruelty to Animals, que consiguió que se prohibieran este tipo de grabaciones.
One Million B.C.: Mature vs. iguana-¿donte?
Las escenas con animales disfrazados de dinosaurios de One Million B.C. fueron almacenadas en un archivo y reutilizadas posteriormente por numerosas producciones de bajo presupuesto. Así se evitó el maltrato animal, pero también la elaboración de costosas secuencias en stop-motion que ofrecieran una imagen más fiel de los dinosaurios. La primera película que recicló a los “dinosaurios” de Roach fue Tarzan’s
Desert Mystery (1943, Wilhelm Thiele), en la que Johnny Weissmuller (1904-1984) se cruza con lagartos gigantes. El actor también encarnó al
aventurero creado por Alex Raymond Jungle Jim, que contempla una pelea entre dinosaurios igualmente tomada de One Million B.C. en Jungle Manhunt (1951, Lew Landers), para la que se rodó una escena en la que peleaba con un actor disfrazado de terópodo, que afortunadamente se eliminó del metraje final. Weissmuller volvió a dar vida a Jungle Jim en un serial televisivo de 1955 que también reaprovechó el material de archivo de One Million B.C. Pero hubo muchísimas más películas y series que lo hicieron [4].
Una de las películas que aprovecharon el metraje de One Million B.C.
(¿Tú también pensaste en esto -0:17 a 0:42-?)
(¿Tú también pensaste en esto -0:17 a 0:42-?)
Tras la guerra, cubierto de deudas, Hal Roach redirige sus esfuerzos a la televisión, a cuyos estudios comienza a alquilar sus instalaciones en 1949, para lanzarse él mismo pronto a la producción televisiva. Según afirman algunos, Hal Roach padre e hijo se plantearon producir una versión norteamericana de Gojira no Gyakushu (1955, Motoshi Oyoda), conocida en Occidente como Godzilla Rides Again o Gigantis, the Fire Monster. Lo cierto es que, ese mismo año, Hal Roach dio el relevo a su
hijo, que no supo manejar la productora y en 1961 tuvo que echar el cierre.
Godzilla Rides Again pudo llevar la firma de Roach
Sin embargo, Michael Carreras se puso en contacto con él para comprarle los derechos de One Million B.C. con objeto de hacer un remake, esta vez con efectos en stop-motion en vez de usar animales disfrazados. Michael era hijo del español Enrique Carreras, propietario
de una cadena de cines en Inglaterra, que había llegado a montar su propia distribuidora en los años 20, Exclusive Films, y en 1932 se asoció con Will Hinds –“Hammer” en su etapa de actor de vodevil- para fundar Hammer Films. Los efectos especiales se encargaron nada menos que a Ray Harryhausen, por lo que no es de extrañar que el propio Roach –que contaba ya setenta años- se animara a coproducir el filme junto a la británica Aida Young. Young tenía buen ojo para las sex-symbols: en 1965 había fichado a Ursula Andress para She [5] (Robert Day) y en 1966 impulsó la carrera de Raquel Welch con One Million
Years B.C. (Don Chaffey), que fue el título definitivo del remake. One Million B.C. fue un éxito de taquilla y la crítica tuvo que reconocer la efectividad del bikini de cuero de la Welch y las maquetas de Harryhausen. Steve Moore/John Bolton adaptaron la
película a viñetas y Hammer continuó explotando el filón prehistórico durante unos años [6].
Hal Roach obtuvo un premio honorífico de la Academia de Cine en 1984, cuando ya contaba 92 años. Los que más aplaudieron de la sala fueron, ya creciditos, los niños de “Our Gang”.
-----
[1] No hemos encontrado ningún video en la red ni una sinopsis que lo aclare. En este sentido, aunque facilita una ficha técnica correcta (concuerda con la de otras páginas especializadas), IMDB ha colgado la trama de un corto de dibujos animados de Felix the Cat que no tiene nada que ver.
[2] Aunque el contrato se firmó el 16 de marzo de 1926, no entraría en vigor (al menos con las comedias cortas) hasta septiembre de 1927, cuando venció el acuerdo con Pathé. La Metro dejó de distribuir a Roach en 1937 cuando supo de las negociaciones que Hal estaba teniendo con el hijo de Mussolini para ampliar sus operaciones a Italia.
[3] Según un artículo del año del estreno, de autor no acreditado, transcrito en The Crimson.
[4] En el serial de Superman (1948, Thomas Carr y Spencer Gordon Bennet), The Lost Volcano (1950, Ford Beebe) –secuencias volcánicas-, el corto documental The Costume Designer (1950, Tholen Gladen), Two Lost Worlds (1951, Norman Dawn), Untamed Women (1952, W. Merle Connell), Robot Monster (1953, Phil Tucker), King Dinosaur (1955, Bert I. Gordon), el corto “Space Ship Sappy” (1957, Jules White) de la serie The Three Stooges, The Incredible Petrified World (1957, Jerry Warren), Ghost Diver (1957, Richard Einfeld y Merrill G. White), She Demons (1958, Richard E. Cunha), Teenage Caveman (1958, Roger Corman), Valley of the Dragons (1961, Edward Bernds), la mexicana La isla de los dinosaurios (1967, Rafael Portillo), One Million AC/DC (1969, Ed De Priest), Horror of the Blood Monsters (1970, Al Adamson) o las series de televisión The Schaefer Century Theatre (episodio “Yesterday’s World”, 1952), Ramar of the Jungle (1952) o Soldiers of Fortune (1955).
[5] Las dos películas, She y One Million Years B.C. se relanzaron juntas en 1968 en un programa doble, volviendo a conquistar la
taquilla británica (obteniendo el noveno puesto de ese año).
[6] Con Prehistoric Women (1968, Michael Carreras), When Dinosaurs Ruled the Earth (1970, Val Guest) –también producida por Aida
Young- o Creatures the World Forgot (1971, Don Chaffey).