Ahora, después de una pandemia vírica a nivel global, una tormenta extrema de nieve, asaltos al capitolio, olas de calor, terremotos y erupciones volcánicas, parece que de alguna u otra manera comenzamos a centrarnos. Pero claro, ya no son diez años. Ahora cumplimos doce...
No obstante, el número doce también lo parte. Que no lo decimos nosotros, que lo ha dicho mucha gente a lo largo de la historia: doce eran los dioses principales de la mitología griega, doce eran los apóstoles y se especula que doce eran los caballeros de la Mesa Redonda de Camelot. Doce son las horas diurnas y doce las nocturnas en el día. Doce meses tiene el año y doce son los signos del zodíaco. En la cultura mediterránea, el doce es símbolo del orden cósmico, de la perfección y de la unidad. La bandera de la Unión Europea tiene doce estrellas. Tres por cuatro es doce y treinta y seis entre tres también. Cuando vas a la compra siempre pillas doce huevos y el doce es el número de la afición. ¡Joder, pero si el doce casi mola más que el diez!
En estos doce años casi hemos llegado a las 3000 entradas publicadas, hemos superado el millón de visitas, hemos alcanzado los 1500 seguidores en Twitter y los 1000 en Facebook. Ahora tenemos Instagram y todo. Se han celebrado cinco certámenes literarios y se han realizado seis capítulos de podcast hasta el momento. Además, hemos publicado una novela protagonizada por dinosaurios y los tentáculos de nuestros integrantes no paran de extenderse en libros de temáticas diversas.
Por ello, ha llegado el momento de retomar el ciclo de conferencias para celebrar nuestro duodécimo aniversario que tuvimos que aplazar en su momento. En esta ocasión, tendrán lugar desde enero hasta abril de 2022 en El Dinosaurio Todavía Estaba Allí... (Calle Ave María 8, Madrid). El cartel del evento, a cargo de Javi Godoy, es el siguiente:
Como veis, se trata de cuatro conferencias de temática paleontológica variada con ponentes de auténtico lujo, las mismas que teníamos preparadas para 2020:
27 de enero: Los follasaurios, escandalizando desde 2010 José Antonio Peñas Ilustrador y animador 3D especializado en divulgacion histórica y científica, ha realizado multitud de trabajos en el campo de la paleontología, la historia, el humor y la tecnología moderna y antigua. Su libro "Dinosaurios. Los colosos de un mundo perdido", acaba de publicarse. Un ejemplo son sus "follasaurios" que, al igual que Koprolitos, cumplen doce años en 2022 y de los que nos hablará en su conferencia.
17 de febrero: Entre viajes en el tiempo y mundos perdidos: Dinosaurios en el cine Francesc Gascó Paleontólogo y divulgador científico, es parte del podcast Dino Busters, coautor de la saga "Jurásico Total" y de varios libros de paleontología (como "Eso no estaba en mi libro de Historia de los Dinosaurios"), tiene un canal de YouTube dedicado a esta ciencia y es paleoartista... Nos dejamos cosas, pero con esto te vale para saber que no debes perderte su divertido repaso al cine de dinosaurios.
24 de marzo: Dinosaurios en el tebeo español hasta 1978 Charlie Charmer
Integrante de este blog, es el autor de "La Marca Doble del Diablo", la primera novela publicada por Ediciones Koprolitos, y de "El Comicsaurio. La historia de los cómics de dinosaurios". De su mano, nos embarcaremos en un viaje que nos llevará por la historia del tebeo patrio para rastrear la presencia de dinosaurios en sus viñetas.
21 de abril: Mujeres que heredaron la tierra Mujeres con los Pies en la Tierra
Colectivo de mujeres científicas feministas con labores profesionales en relación con las Ciencias Naturales, decidieron unirse en 2017 motivadas por la necesidad de compartir experiencias sobre situaciones discriminatorias que han vivido en el desarrollo de su profesión. Ellas nos hablarán de mujeres y paleontología, tanto desde un punto de vista histórico como desde el prisma de la cultura popular.
Todas las conferencias son gratuitas hasta completar aforo y tendrán lugar a las 20:00 en El Dinosaurio Todavía Estaba Allí... situado en la Calle Ave María 8 de Madrid, en pleno barrio de Lavapiés. ¡Esperamos verte por allí!
Ya conocimos la debilidad del ilustrador Levi Hastings por los dinosaurios en esta entrada. Por lo que parece, la afición del artista afincado en Seattle (Washington, Estados Unidos) ha ido en aumento y su obra se ha llenado de referencias a criaturas extintas. Tanto es así, que recopiló todo este trabajo en un fanzine autoeditado de 38 páginas a todo color titulado "Fossil Fuel" y en su tienda online, encontramos varias láminas dedicadas a las faunas del pasado. Puedes echar un vistazo aquí.
"Si los dinosaurios vinieran de la luna, si pudieran conducir una nave espacial, si amaran la Tierra, si fueran soñadores, si..."
Zhiwen (Esther) Tang es una ilustradora y diseñadora que vive entre Nueva York (Estados Unidos) y Shenzhen (China). Actualmente, estudia en la School of Visual Arts y tiene experiencia en ilustración editorial, ilustración de libros, diseño de carteles, diseño de portadas y libros de cuentos. Uno de sus últimos proyectos es este díptico que refleja una historia sobre dinosaurios que viven en la luna. Su inspiración vino de un artículo que afirmaba que existen personas que no creen en la existencia de planetas, dinosaurios y otras criaturas prehistóricas. De esta forma, creó un mundo de dinosaurios que habitan en el espacio y que quieren encontrar un planeta próspero para vivir. En la primera pieza, los dinosaurios lunares lanzan una nave espacial a la Tierra para encontrar mejores recursos, mientras que en la segunda, el dinosaurio-astronauta trae consigo una rosa terrestre. Ahí lo dejamos:
Ya hemos visto por aquí alguna de las creaciones de David James Armsby como "Small Beginnings" o "Sharp Teeth", y hoy traemos la primera entrega de "Dinosauria Animated Series". Se trata de "Old Buck", cortometraje ambientado en Alberta (Canadá), hace 75 millones de años y que sigue a un viejo Styracosaurus macho alfa que defiende su territorio de un macho rival.
Según Armsby, "esta serie es mucho más que un conjunto de cortometrajes de animación. Lo he tratado como una gigantesca aventura artística y educativa. Los cortometrajes animados pueden ser el resultado final, pero he estado haciendo mucho más trabajo. He investigado, dibujado e incluso haciendo esculturas para estas animaciones". Como muestra, el siguiente vídeo, que nos presenta el proceso creativo de "Old Buck".
En el Reino Unido, las ventas de cómics están hoy muy lejos de las enormes cifras de las décadas de 1960 y 1970. Incluso hemos asistido recientemente a la desaparición de los quioscos de The Dandy (ahora publicada en formato digital), hermana de The Beano, una de las revistas de cómics más vendidas de la historia. Afortunadamente, 2000 AD sigue resistiendo y proporcionándonos periódicamente excelentes viñetas de dinosaurios. Aunque nuestros artistas prefieren en la era post-Brexit el mercado anglosajón del otro lado del charco (Marvel, DC...), no podemos olvidar que en las citadas décadas de esplendor del cómic británico, sus lápices fueron bien acogidos en la antaño pérfida Albión y contribuyeron a cimentar su leyenda.
Hawaka y Bufalo Bill
La pionera fue Creaciones Editoriales, fundada en los cuarenta por Carlos Conti en el seno de Bruguera, que la absorbió esa misma década. Aunque comenzaron exportando al Reino Unido, más tarde ampliaron sus operaciones a
toda Europa. Les siguieron Jordi Macabich y Barry Coker con Bardon Art (1957), cuyo nombre es un acrónimo de sus dos sedes: Bar-celona y Lon-don, aunque también trabajó para el mercado alemán, el holandés y
el danés. El propio Macabich pudo dibujar [1] parte del western Hawaka y Bufalo Bill (1959) en la británica Tiger, que pudimos leer traducido al castellano en Tigre (1960, Ed. Ferma). Un remolino conducirá al famoso cowboy y su compañero indio a un mundo perdido poblado por toda suerte de dinosaurios.
Dick Turpin vs. Triceratops (abandonado por el desodorante)
Jesús Blasco ilustró para la revista de Amalgamated Press Knockout «Dick Turpin and the Cavern of Monsters» (1962), en la que el famoso espadachín lucha con un triceratops.
El imperio de Trigan
Creada por Don Lawrence para la breve revista de IPC Ranger (1965), El imperio de Trigan versa sobre una civilización similar a la antigua Roma pero con alta tecnología y presencia dinosauroide. Cuando, al año, Ranger desapareció, la serie continuó su andadura en la cabecera Look and Learn (1962), donde Miguel Quesada dibujó algunos episodios.
Micky Marvel y su pipa
En Buster (1960, IPC), Carlos Cruz González ideó Micky Marvel’s Multi–Gun (1968), quien con ayuda de su arma mágica, se enfrenta al Doctor Zinn, que ha conseguido hacer eclosionar huevos de dinosaurio; además, Carlos se encargó de Dan Dare –donde aparecen esporádicamente dinosauroides espaciales- en 1976–1987.
Starr of Wonderland
Emilio Frejo ideó para la revista Diana (D.C. Thomson, 1963) a la heroína Starr of Wonderland (1966), que con ayuda de su traje volador tratará de desvelar «The Mystery of the Disappearing Dinosaur» (1968), aunque el saurópodo del título resulta ser un animatrónico a tamaño real.
Scarth AD 2195
Luis Roca dibujó para The Sun el spin–off erótico del clásico Garth titulado Scarth AD 2195 (1969, guión de Jo Addams), cuya protagonista distrae a un dinosaurio fetichista arrojándole ropa.
Flipante splash-panel de Joan Boix
En el debut de 2000 AD (1977), Ken Armstrong y Pat Mills escribieron también Flesh, sobre una granja de dinosaurios cuyo objeto es proveer de alimento a la humanidad del futuro, y que dibujaron nuestros artistas Joan Boix y Ramón Solá. En “The Cursed Earth” (1978), Mills ideó un parque temático con dinosaurios clonados, como Satanus, hijo de Old One Eye, protagonista indiscutible de Flesh. En la misma revista, Alan Hebden escribió para César López Vera Death Planet (1978), en la que encontraremos algún dinosauroide, y Carlos Ezquerra –cocreador del famoso Juez Dredd- dibujó el episodio de ABC Warriors «Golgotha» (1979, con guión de Mills), donde debuta el hijo de Satanus; más recientemente, en la revista hermana Judge Dredd Megazine, Ezquerra ilustró el guión de Rory McConville para «The Law of the Cursed Earth–part 2» (2018).
El arte de Carlos Ezquerra
Además, en el diario The Sun, Enrique Badía Romero creó con Donne Avenell a la guerrera postapocalíptica Axa (1978), que en el «valle de la niebla» se encuentra con unos simpáticos dinosaurios; la
retomará en Eclipse con Chuck Dixon.
Axa
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[1] Según Tebeosfera. Otra fuente lo atribuye a los artistas británicos Ted Kearon (dibujó dinosauroides en Robot Archie) y Eric Bradbury, que luego destacaría en 2000 AD. Según Bedetheque, Bradbury ya había dibujado historietas del cowboy y, en Tiger, “dibujó algunos episodios de Hawaka” ese año. Así que, en todo caso, si Macabich participó en la serie, no la dibujó por completo.
El argumento de la cinta se centra en un grupo de rudos mercenarios que tiene que enfrentarse a varios dinosaurios creados genéticamente que han escapado de la instalación en la que se encontraban. Y como suele pasar en este tipo de películas, los problemas comienzan cuando los mercenarios se dan cuenta de que los dinosaurios son tan inteligentes como los humanos...
A continuación dejamos el trailer para que os podáis hacer una idea de que va la vaina: canelita en rama...
Tras el seudónimo de Bitume, encontramos a Andrea Falzone, artista de Turín (Italia) con un estilo espontáneo y rebosante de colores vivos a medio camino entre el surrealismo y el naíf. En su trabajo puedes encontrar numerosas referencias dinosaurianas, en concreto saurópodos de diferentes coloraciones con mensajes de lo más extraño. A continuación dejamos una muestra:
Kevin Schiffer (a.k.a. Naus) es un artista alemán especializado en graffiti desde hace más de una década. Actualmente vive en Johannesburgo (Sudáfrica) y pertenece al colectivo Envious Crew. Es frecuente encontrar referencias dinosaurianas en sus murales como podemos comprobar a continuación:
También ha sido el responsable de la decoración de la bolera del parque Kids Dinoworld situado en la localidad alemana de Salzhemmendorf, encargándose de ilustrar las paredes y las esculturas con faunas del pasado.
¿Mama, qué será lo que tiene el dino? Bueno, depende de a quién se le pregunte. El público general dirá que los dinosaurios fascinan por su gran tamaño, por su desaparición repentina —que durante mucho tiempo careció de explicación—, y porque interesarse por ellos ayuda a adquirir también conocimientos muy variados (evolución, cadenas alimentarias, biodiversidad, geología, fosilización). Sin embargo, las mentes más calenturientas se centrarán muy seguramente en sus miembros, más grandes de lo normal, claro.
Y esto es de lo que hablaremos hoy: las novelas eróticas con dinosaurios. Como ya sabéis, no es la primera vez que hablamos de erotismo en este blog —novelas románticas, eróticas, sexo, censura, etc.—, pero hoy le daremos una vuelta de tuerca.
Los dinosaurios en la cultura popular
Aunque esta ¿corriente literaria? es nueva, la fascinación por los dinosaurios no es de ahora. La cultura popular se ha nutrido de estos referentes y esta temática, de la que se vivió un boom indiscutible en los años 90. Como hija de los 80 que vivió la infancia y adolescencia en los 90, recuerdo que los dinosaurios estaban por doquier.
Había muchas series de dibujos animados con estos reptiles, pero seguro que muchos recordareis con cariño Dinosaurios (1991-1994). En esta serie creada por Jim Henson se seguía la vida de una familia de dinosaurios representados con características humanas, los Sinclair. De hecho, siempre me pareció una versión prehistórica de Cosas de casa.
Siguiendo esta línea de humor, los dinosaurios estaban presentes hasta en series como Friends, ya que uno de sus personajes, Ross Geller, era todo un experto.
Y no solo hablamos de la combinación dinosaurios y humor. Jurassic Park también se estrenó en esa década, concretamente en 1993, tres años después de la publicación de la novela de Michael Crichton. Más tarde se estrenaría The Lost World: Jurassic Park (1997), y ya en este siglo, Jurassic Park III (2001) y Jurassic World (2015). Un fenómeno en sí mismo del que se han hecho cómics y también videojuegos.
Erotismo animal
Pero ¿en qué momento pasaron a ser objeto de deseo? Imagino que en parte puede deberse al fenómeno fanfic. La etiqueta fan fiction engloba aquellos relatos de ficción escritos por fans de una película, novela, programa de televisión o cualquier otro trabajo literario o dramático en los que se utilizan los personajes, situaciones y ambientes descritos en la historia original y se desarrollan nuevos papeles para estos personajes.
Aunque es cierto que no es lo mismo que un fanfic de Harry Potter (historias con gran carga erótica) o Crepúsculo (obra que, dicho sea de paso, fue el germen de Cincuenta sombras de Grey), podría ser una derivación de esta corriente, junto con la pasión por las novelas románticas y lo diferente. ¿Mezclar monstruo y erotismo? ¿Por qué no?
No obstante, una vez más, mezclar lo animal y lo humano tampoco es nuevo ni da como resultado aberraciones y un buen ejemplo de esto es la novela Oso, de Marian Engel. Publicada por primera vez en 1976 en Canadá, en su momento causó gran revuelo. ¿Por qué? Basta con leer la sinopsis: «La joven e introvertida Lou abandona su trabajo como bibliotecaria cuando se le encarga catalogar la biblioteca de una mansión victoriana situada en una remota isla canadiense, propiedad de un enigmático coronel. Ansiosa por reconstruir la curiosa historia de la casa, pronto descubre que la isla tiene otro habitante: un oso. Cuando se da cuenta de que este es el único que puede proporcionarle algo de compañía, surgirá entre ellos una extraña relación. Una relación íntima. Inquietante. Nada ambigua. Gradualmente, Lou se va convenciendo de que el oso es el compañero perfecto, y emprende un camino de autodescubrimiento. En todos los sentidos».
Original y traducción de Magdalena Palmer para Impedimenta
El sexo es siempre un tema tabú y más aún cuando se relatan relaciones consideradas «desviadas» (bestialismo, necrofilia, incesto, etc.), pero esta novela es un canto a la naturaleza y está escrita con tanta belleza (tanto en su versión original y como en su traducción), que la narración fluye con elegancia hasta tal punto que la relación de la protagonista con el oso convence y ni siquiera nos provoca extrañeza.
Cuestión de (sub)género
Como fenómeno, estas historias con animales (sobre todo prehistóricos) se enmarcan en un género denominado monster erotica, que engloba seres como yetis, grifos, minotauros y hasta extraterrestres en novelas que llevan títulos tan sugerentes como Cum For Bigfoot, Frankenstein’s Bitch, Milked by the Aliens o Taken by the T-Rex.
En general, los escritores de este género defienden que el sexo con monstruos difiere del sexo con animales en que los monstruos suelen ser seres inteligentes que controlan el encuentro sexual. Sin embargo, no es infrecuente que haya escenas de sexo no consensuado, algo que Amazon penalizó en 2013 retirando muchas obras de este tipo.
Y es que la mayoría de estas obras son autopublicadas, en principio porque es mucho más fácil llegar al lector y porque no hay mucho interés por parte de las editoriales. Sí se publican novelas románticas o eróticas con personajes fantásticos —yo misma he traducido libros de la serie Fever de Karen Marie Moning, en la que aparecen hadas y seres monstruosos—, pero estos se engloban en la romántica paranormal, que no llega a las excentricidades de algunos libros del género erótico monstruoso.
Después, claro está, tenemos el subgénero que nos ocupa, el dinosaur erotica, centrado únicamente en los escarceos amorosos y eróticos entre humanos y dinosaurios de todas las orientaciones sexuales. Algunas obras son Ravished by the Triceratops, Mating with the Raptor o A Billionaire Dinosaur Forced Me Gay.
Las obras eróticas con dinosaurios, también autopublicadas y de extensión corta, se ambientan en una época prehistórica en la que coinciden dinosaurios y humanos en la Tierra. El personaje principal suele ser una intrépida cazadora que salva a su tribu del dinosaurio malote de turno mediante el sexo. [SPOILER] Diría «acostarse», pero en realidad no funciona así la cosa y la muchacha debe hacerle un apaño ante la imposibilidad de acoger semejante miembro.
Aunque hay varios autores que escriben historias de este subgénero, como Pippa Pout, Chuck Tingle, Hunter Fox, las que se llevan la palma son Christie Sims y Alara Branwen (todo pseudónimos). Entre estas últimas habrán escrito ya unas sesenta historias con dinosaurios calenturientos y son las pioneras del género sin lugar a dudas.
Pero ¿cómo se le ocurre a alguien escribir algo así? Branwen cuenta que cuando trabajaba de cajera en un supermercado, una compañera le comentó que mucha gente publicaba sus historias de ficción en Internet y la animó a escribir algo erótico. Después de investigar un poco decidió probar suerte con el género de la erótica con monstruos y escribió Doing the Dragon, historia en la que una muchacha acaba enrollada con un... dragón, claro. Tuvo tanto éxito con esta obra que dejó el trabajo y siguió escribiendo a cuatro manos con Christie Sims.
En una entrevista, estas autoras cuentan que un día, pensando en Jurassic Park, imaginaron el sexo entre humanos y dinosaurios, les hizo muchísima gracia y cayeron en la cuenta de que no se había escrito algo así. Y el resto es historia... con erótico resultado.
Sexo con dinosaurios
Pero ¿esto cómo se come? (no pun intended) Digo, que cómo se hace, cómo se plantea una relación sexual entre humanos y dinosaurios. Teniendo en cuenta el tamaño de estos seres, no hay muchas posturas factibles. En realidad, no todos los dinosaurios eran gigantes, pero los que suelen aparecer en estas obras sí lo son. Si se hace, se hace bien, ya puestos.
Por lo tanto, el sexo es distinto al que tendrían los dinosaurios para reproducirse y los movimientos son algo limitados. Las muchachas acaban dándole más placer al animal que a la inversa. Pensad en el Tyrannosaurus rex y sus patitas.
Con esos bracitos, imposible
Como en cualquier otra historia, la ambientación y las sensaciones son muy importantes, así que se juega mucha más con eso que con el acto sexual en sí. Hay que pensar, además, que estas obras son muy breves, no suelen exceder las veinte páginas y no hay lugar para mucha floritura tampoco: la aldea está amenazada, la muchacha se ofrece (o la ofrecen) como tributo, va al encuentro del dino, tontean, se produce el acto en sí y al final este le perdona la vida y la del pueblo. Este es el resumen de In the Velociraptor’s Nest (como el de otras historias) y aquí os ofrezco un fragmento:
Azog stood, back to the wall, clad only in damp buckskins, waiting for the beast to slash at her torso until she lay helpless and bleeding on the damp cave floor. She wondered if it would kill her first, or if her limbs would be sliced from her body as the beast gorged on her.
Instead, it reached out with a classed hand to snatch at her damp animal hide as it clung to one shoulder. Azog felt the kiss of sharp claws against her skin as the hide slid from her shoulder and exposed on naked, heaving breast. The raptor paused, curious, sniffing at her as she pressed desperately against the wall.
A reptilian tongue, stiff and hot, dashed out to lick at the tender, naked flesh so suddenly exposed. Azog gasped at the touch, then gradually relaxed as her body warmed to the intoxicating sensation of the beast’s flesh against her own.
She wasn’t sure if her sudden arousal was because of her earlier thwarted climax in the cool stream, or if she was just desperate for one last pleasant sensation before being torn limb from limb by the great, scaly beast. Either way, Azog relished the rasp of its tongue, hot and rough, on her sensitive skin.
Y aquí la propuesta de traducción:
Con la espalda pegada a la pared y vestida tan solo con unas pieles mojadas, Azog esperaba que la bestia le rasgara el torso y la dejara desangrándose en el húmedo suelo de la cueva. Se preguntaba si la mataría primero o si le arrancaría las extremidades para empezar a atiborrarse de ella después.
Pero no. Alargó la pata y le cortó el tirante de cuero animal que le colgaba de un hombro. Azog notó el roce de sus afiladas garras en la piel al tiempo que el cuero le caía por el brazo y dejaba sus pechos al descubierto. El raptor se quedó quieto, curioso, y empezó a olisquearla; ella se pegó a la pared cuanto pudo.
Con su lengua de reptil, dura y mojada, le lamió la piel tierna y desnuda. Ella jadeó al notarla, pero se fue tranquilizando poco a poco, dejándose llevar por la sensación embriagadora de la piel de la bestia contra la suya.
No estaba segura de si esa excitación repentina se debía al clímax de antes en el riachuelo, o si simplemente ansiaba una última sensación placentera antes de que el enorme dinosaurio la desmembrara. Fuese como fuese, le encantaba la aspereza de su lengua, tan dura y caliente, en contacto con su piel sensible.
Ya veis que no hay intento de humanizar al dinosaurio ni hay especies nuevas como el Indominus rex de Jurassic World (2015). No son reptiles especiales, nada de triceracock, pterodicktyl o penisaur. No, no son rabosaurios ni pterotáctiles, pero al parecer tienen rex appeal.
Como explicaba al principio, el tamaño es fundamental en estas historias y se pueden encontrar frases tan sensuales, ejem, como estas:
· I couldn’t believe this was happening... I had a ten-ton monster licking my ass! (Ravished by the Triceratops)Imagino que finuras las justas.
· I decided that I probably could get all this meat in me. (Ravished by the Triceratops) Hablar de carne así me transporta siempre a una carnicería.
· She had never touched a man before, and she had been taught to hate and fear the Orcs. Her tangle of emotions warred as Kierna stroked him carefully through his trousers. (Fragmento de The Orc Chief’s Virgin Tribute)¿Soy la única que piensa en un uruk-hai?
Ilustración de Ryan Klemek
Supongo que si habéis llegado hasta aquí es porque queréis saber algo más de cómo consuman. Si sois aprensivos, no sigáis leyendo. Veamos cómo se desarrolla, fragmento a fragmento. Este es un resumen de Taken by the T-Rex:
1. El dinosaurio ha pasado por la pequeña aldea y ha dejado un rastro de muerte y destrucción:
Drin screamed her anguish as her eyes fell upon the smashed body of her mother. Her legs had been savagely bitten off and eaten, allowing blood to splash across the crushed walls of her home.
2. Un grupo parte en su búsqueda para acabar con él. Drin, la protagonista, descubre pronto que el dino tiene algo...
The big lizard gave a thunderous, roaring scream as the springy branch full of pointed sticks connected sharply with the tip of the T-Rex’s nose. Although it did little actual damage, it served to make the animal jump and lose its temper even more. Drin’s stomach muscles clenched in delicious pleasure as she heard the beast roar. This was what excited Drin.
3. El animal la persigue, pero ella siente algo más que miedo.
Springing along the trail, suddenly as horny as hell, Drin had to fight the urge to touch herself between the legs as she ran and the big lizard gave chase.
4. El dinosaurio la acorrala al final. El olor que desprende ella también le llama la atención y saca la artillería pesada:
Below her feet was an object which she was unable to identify, two feet in length at least, it was as thick as her arm at the elbow, except for the end which tapered down to a blunt point, dark red and solid.
5. Empiezan las maniobras, pero él no consigue penetrarla. No obstante, ese roce es placentero para ella.
Once again, the big lizard tried to push itself inside her and was unable to, merely grinding her dampening cunt hard against its stiff cock.
6. En un intento de aplacar a la bestia, Drin debe tomar medidas.
Reaching down as the big lizard smashed forward once more, she caught the girth of its fat cock in her hands and drew it towards her body, increasing the area of nerve endings which were being stimulated. The T-Rex seemed to appreciate the gesture; it growled out a moan of pleasure and started to pound away at her flesh, the tapered tip of his penis sliding between her swollen breasts.
7. La anatomía del saurio la tiene embelesada. Como sucede con muchos otros relatos eróticos, llegar a la hilaridad no es difícil. Aquí, con lo del agujero y los ojos, es fácil echarse unas risas.
She stared at the tip, mesmerized, there was a hole in it from which a clear liquid was oozing, coating her torso and thighs with an odd smelling lubricant. Drin understood that this would be the hole from which the creature would come and looked away, suddenly worried that it would spray its fluid into her eyes.
8. Pero ambos alcanzan el clímax y el bicho se marcha satisfecho. Esto sí es un final feliz.
Unbelievably, Drin started to feel herself building up toward another intense climax. As she came, she clutched tightly onto the big lizard’s dick, her arms and legs tightening on the throbbing, red-hot member. The Tyrannosaurus Rex yelled loudly as pints of white fluid shot from the tip of its fat cock to splash onto the rocks below them. Once, twice, and then a third time, the big lizard rammed its shaft against her naked body, each time more of its semen ejaculated across the canyon, wetting the rocks below.
¿Y esto vende?
Sí, y mucho. Como las pioneras de este subgénero han dicho en algunas entrevistas, «entre las dos ganamos más dinero que un amigo mutuo que trabaja de ingeniero en Boeing». Ahí es nada.
¿Tienen calidad literaria? Pues no mucha, son relatos de entre quince y veinte páginas escritos a cuatro manos, con poca chicha y tirando de clichés. ¿Y qué interés pueden tener entonces? Pues, no sé, a mí no me gustan especialmente, pero entiendo que son algo distinto y que llama la curiosidad. Cada uno tiene sus gustos y son la mar de respetables.
¿Qué os parece a vosotros? ¿Os gustan este tipo de historias? ¿Os gustaría traducirlas? En el fondo, pensad que de todo se aprende, hasta de la anatomía de los dinosaurios y quién sabe cuándo nos puede hacer falta...
Koprolitos trata de recopilar referencias paleontológicas en la cultura popular, internet, cine, música, cómics, etc. Desde pelis de dinosaurios a tebeos con mastodontes, pasando por infames fotomontajes de temática pseudorreligiosa. Todo ello tiene cabida en este blog con la finalidad de pudrir un poco más el cerebro de la humanidad.
Cómic en formato A-5 a cargo de Carlos de Miguel inspirado en el inktober que realizó en 2023 y que cuenta la historia de un Pararhabdodon isonensis a finales del Cretácico Superior. Con portada de Ferrutxo, epílogo de Jesús Gamarra y contraportada de Adrián Blázquez Riola. Más información aquí.
Libro conmemorativo con motivo del 50 aniversario del estreno de "El valle de Gwangi" que propone un viaje que nos transportará hasta valles prohibidos del cine de dinosaurios (Octavio López Sanjuán), pasando por los meticulosos efectos especiales del mago de la animación Ray Harryhausen (Carlos Díaz Maroto) y algunos episodios curiosos del rodaje (Pepe Alfaro), para acabar desgranando aspectos paleontológicos de la película (Iván Narváez y José Luis Sanz) y de las últimas cinco décadas de paleontología de vertebrados mesozoicos en Cuenca (Francisco Ortega). Puedes descargarlo aquí.
Una novela negra ambientada en el Mesozoico y protagonizada por dinosaurios. Escrita por Charlie Charmer e ilustrada por Carlos de Miguel. Más información aquí.
Koprolitos Academy
Excavamos más profundo
Creo que hay un monstruo debajo de la cama
El Gran Libro de los Dinosaurios
El Comicsaurio: La Historia de los cómics de dinosaurios
Cuando los dinosaurios dominaban la tierra (1988-2020)
Hace un Millón de Años: Todo el cine de dinosaurios (1914-1987)