martes, 30 de marzo de 2021

El amor del Gorgosaurus (Virginia Lauda)

Creo que no nos equivocamos al afirmar que Virginia Lauda es el máximo exponente en castellano de ese subgénero literario conocido como DinoErótica y que tanto interés despierta en plataformas de venta on-line (puedes escuchar el programa que dedicamos a este fenómeno en nuestro podcast con entrevista a Virginia lauda incluida). Después de su trilogía "Amada por un Deinonychus" y "La novia del Allosaurus", Lauda regresa a la prosa teropodiana subida de tono con "El amor del Gorgosaurus". En su nueva novela, un gorgosaurus macho, tiranosáurido finicretácico, se ve sorprendido por un extraño aroma. Al seguirlo, descubre bañándose en un riachuelo a una hembra de una especie desconocida para él. Al instante, el deseo de copular con esa extraña criatura de piel suave y ojos azules dominará todos sus instintos... Según la autora, "tras el éxito de 'Amada por un Deinonychus' y "La novia del Allosaurus', pensé que ya había escrito suficientes historias eróticas con dinosaurios, pero me di cuenta que nunca había escrito nada pensando en el punto de vista del dinosaurio. ¿Qué es lo que podría atraerle de una hembra humana?". Para que te hagas una idea, así comienza la historia:

"Sabía hacer que sus pasos fueran silenciosos cuando iba de caza, pero ahora estaba satisfecho y quería que resonaran en la selva. Era el rey, la cúspide de la cadena alimentaria y no temía a ningún otro animal. El gorgosaurus aún mantenía en su boca el sabor de la sangre de su última presa, un tierno gallimimus que había cazado en la pradera y sentía que tenía a su alcance todo lo que deseara.

El esfuerzo de la caza y el calor del sol le produjeron sed y decidió dirigirse hacia un riachuelo cercano a saciar su sed, pero notó algo distinto en el ambiente. Al principio no sabía que era, pero distendió sus grandes fosas nasales y sintió un aroma diferente, algo que no había olido nunca. Giró la cabeza en busca de la fuente de olor y sintió finalmente que provenía de la dirección dónde estaba el río al que iba a beber. Intrigado, el macho de gorgosaurus emprendió la marcha, pero adaptando el modo de andar sigiloso que usaba cuando cazaba.

A cada paso, el aroma se hacía más intenso. Era una fragancia extraña, algo que olía bien y que era algo totalmente nuevo para el gran animal."

Puedes encontrar la novela en Amazon, tanto en formato ebook como en formato físico.

lunes, 29 de marzo de 2021

Dinocómics (I): Los cómics protagonizados por dinosaurios

Cretaceous (2019, Tadd Galusha)

Los dinosaurios han aparecido en infinidad de cómics protagonizados por humanos, aunque todos sabemos que se trata de unos acompañantes imposibles de los que nos separan millones de años. Pero también ha habido quien ha comprendido que no era necesario acudir a excusas fantásticas que justificasen la anacronía (cuando los artistas se han molestado en justificarla) ya que podían convertir a los dinosaurios en protagonistas absolutos de sus cómics.

Tyrant, de Bissette

Desde luego, estos cómics de dinosaurios son mucho menos abundantes que los cómics (de Homo sapiens) con dinosaurios. Steve Bissette trató de hacer un recuento allá por 2003, cuando le encargaron el prólogo para la recopilación de la estupenda Paleo (2001, Jim Lawson) que tituló “The Paleo Path: Paleo and the History of Dinosaur Comics” y le bastaron los dedos de las manos para contarlos, aún incluyendo su propio Tyrant (1994). Aunque es cierto que Steve se ciñó al cómic norteamericano (un pequeño complejo que tienen los historiadores de aquel lado del charco), si sumamos los ejemplos del resto del mundo no necesaríamos muchos más. En lo que va de siglo XXI se han publicado otro puñado, pero sigue tratándose de un género –el verdadero género dinosauriano del cómic- escasamente cultivado.

Bloodfang (1984), la "odisea dinosauriana"

Con esta nueva serie queremos romper una lanza a favor de los cómics de dinosaurios, mostrando sus virtudes, sus defectos y, sobre todo, sus posibilidades. Porque estamos firmemente convencidos de que el mundillo no ha comprendido aún todo su potencial. Si puedes encontrar historias con dinosaurios protagonizados por personas sea cual sea su enfoque o temática (viajes espaciales, nazis, zombis, porno...), los cómics protagonizados por dinosaurios salvo honrosísimas excepciones se han circunscrito a la “epopeya dinosauriana” –permítasenos el epíteto, ya veremos que lo justifican las marcadas características de estas historias- o el documental. Pero nadie ha dicho que ésas sean las únicas posibilidades. Más aún, todo creador que quiera ser digno de tal nombre sabe que en la ficción los límites se los pone cada cual.

Vaya una advertencia por delante. No nos interesan aquí las medias tintas: aunque puedan compartir protagonismo hasta en el título, no vamos a hablar de series mixtas en las que dinosaurios y seres humanos son colocados en un supuesto plano de igualdad que, además, habría que ver hasta qué punto es real. Tampoco los dinosaurios antropomorfizados que visten a la moda, fuman, ven la televisión y conducen para ir a la oficina: realmente son personas disfrazadas de dinosaurio. Esas historias son divertidas y nos encantan, pero en esta serie nos interesan sólo los cómics de dinosaurios.

Elementos antropomorfizantes en Jurasy (Vázquez)

"Dinocómics" no sólo es especial por la temática de que se ocupa, sino por la propia metodología que hemos seguido para hacerla. Al tratarse de cómics respetuosos con los dinosaurios y en los que es frecuente encontrar un afán didáctico, hemos creído que sería un oportunidad única para comentar aspectos científicos ausentes en otros cómics, como verás a partir del próximo post de la serie en el apartado “Paleonotes”. De este modo, pretendemos exponeros un panorama completo de los recursos que el noveno arte ofrece para la difusión y enseñanza de la paleontología de dinosaurios.

Pero no dilatemos más las presentaciones y veamos cómo empezó todo...

El cómic nació como medio de entretenimiento y sus valores didácticos tardaron en ser apreciados. La desconfianza hacia el género como objeto pedagógico se manifiesta ya en los términos usado para definirlo: “cómico”, “historieta”... A los cómics se les pedía que divirtieran; para educar ya existía otro tipo de publicaciones. No obstante, hemos encontrado alguna temprana excepción, como la tira de prensa This Curious World, de William G. Fergurson, que dedicó un episodio a “The Dinosaurs” (1934). Sin embargo, no muestra una secuencia argumental que permita considerarlo un verdadero cómic, consistiendo realmente en un catálogo de dinosaurios. Algo similar pasó con el episodio “A Dinosaur Park” (1943) de Highlights of History, de James C. Mansfield.

Service Film Co. produjo una versión reducida del documental alemán en stop-motion Vor 50 Millionen Jahren (1924) bajo el título Fifty Million Years Ago (1925)

Es cierto que retratar a animales en su ambiente parece, en principio, materia propia del documental, un género de eminente carácter didáctico que se agota en la realidad de la que toma sus elementos. El documental fue el primer género cinematográfico. Fue la propia realidad la que deslumbró a los espectadores del primer programa de los hermanos Lumière. Y pronto, descubrió sus posibilidades para reconstruir realidades ya desaparecidas, permitiendo a los espectadores ver con sus propios ojos escenas mesozoicas [1].

Por eso, no es extraño que el primer cómic documental con dinosaurios surja por influencia de un medio externo como es el cine. De hecho su autor, el tejano George Eugene Turner (1925-1999), es más conocido entre los cinéfilos que en el mundillo del cómic. Editor de American Cinematographer en 1986-1992, escribió The Making of King Kong (1975) junto a Orville Goldner, que había trabajado en los efectos de la película que dio a conocer a los dinosaurios de Isla Calavera. Esta obra ha sido recuperada como Spawn of Skull Island en una reedición de 2002 –con introducción a cargo de Ray Bradbury y Ray Harryhausen- a la que acompaña la tira de cómic de Turner The Ancient Great Plains, que también forma parte de la reciente antología Forgotten Horrors Presents: The Monstrous Art of George E. Turner (2018) [2].

Y es que, antes de llegar al cine, Turner trabajó durante 27 años como editor de arte en el Sunday-News Globe de Amarillo (Texas), donde en 1951 había creado el que Steve Bissette considera el “primer verdadero cómic de dinosaurios americano” [3]. The Ancient Great Plains narraba la evolución de la vida en Texas a lo largo de millones de años. Basado en pinturas de Charles Knight y frecuentemente asesorado por el profesor de geología de la West Texas State College, Roy Reinhart, esta serie de Turner fue pionera en mostrar dinosaurios anatómicamente correctos [4]. En 2005, Texas Christian University Press editó como The Ancient Southwest una recopilación de las tiras de Turner tras digitalizarlas para “limpiar” las imágenes y volver a rotularlas, con anotaciones de Michael H. Price. Además de ésta, Turner realizó otras tiras menos conocidas y, en los 90, colaboró como actor en los fotocómics lovecraftianos de Pete Von Sholly.

Redistribución vertical de viñetas en The Ancient Southwest de la tira horizontal de The Ancient Great Plains de 28 de octubre de 1951

Sin embargo, no podemos estar completamente de acuerdo con Bissette. Aparte de la aparición ocasional de algún humano, el afán didáctico de The Ancient Great Plains elimina toda trama de la historia para convertirse en una mera descripción de la fauna mesozoica y, aunque haya algún bocadillo, se resiente el carácter secuencial de la serie, que por este motivo dudamos incluso de calificar como cómic. En todo caso, estamos ante un precedente del cómic protagonizado por dinosaurios.

"Dimension IV"

Hay otra historieta que merece mencionarse, aunque en este caso no se trata de una serie, sino de un relato corto, y realmente no está protagonizada por un dinosaurio sino por un dinosauroide pseudodraconiano llamado Golgoth, the Mighty. El bueno de Golgoth es el protagonista de “Dimension IV” (1953), historieta de Rudy Palais publicada en Witches Tales #17 (1953, Harvey Comics). Lo interesante de este cómic es que Palais lo narra desde el punto de vista de Golgoth, cuyos pensamientos nos son revelados bocadillo a bocadillo. Con este experimento gráfico, demostró que era posible otorgar el protagonismo de un relato a un “dinosaurio”. Aunque más tarde se encuentra con un par de terrícolas en su camino, Golgoth sigue siendo el verdadero centro subjetivo del relato. Carl Burgos reelaboró esta historieta en “Dimension Horror” (1969, Weird #5).

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[1] Como las del filme de Max Fleischer Evolution (1923), el de Virginia May Monsters of the Past(1923), el alemán Vor 50 Millionen Jahren (1924, Rex-Film AG) o el inacabado de Ray Harryhausen Evolution (1938-40). El impresionante segmento del largometraje de Disney Fantasía (1940) inspirado en La consagración de la primavera de Stravinsky dio un paso más, introduciendo elementos dramáticos en la trama.
[2] Forgotten Horrors (1979) es el nombre de una serie de 10 ensayos cinematográficos de Michael H. Price en la que participó Turner.
[3] Bissette, S. (2016) “The Paleo Path: Paleo and the History of Dinosaur Comics”, en Paleo: the Complete Collection, Dover Publications, Mineola (NY).
[4] Moore, R. (2014) Dinosaurs by the Decades: A Chronology of the Dinosaur in Science and Popular Culture. Santa Barbara (California): Greenwood.



Recuerda, todos los cómics de dinosaurios están en "El Comicsaurio: La historia de los cómics de dinosaurios" editado por Applehead Team. Ya en preventa aquí.   

viernes, 26 de marzo de 2021

Dino Town, el pueblo dinosauriano de Simona Ceccarelli


Simona Ceccarelli creció en Italia, pero actualmente vive en Suiza. Desde joven sintió una gran atracción tanto por el arte como por la ciencia y acabó licenciandose en Ciencias y trabajando en investigación médica durante más de una década. Posteriormente, regresó al arte y estudió ilustración y desarrollo visual en la Academy of Art University de San Francisco (Estados Unidos). Se especializó en ilustración infantil y ha trabajado con multitud de editoriales como Sterling Children's Books, Amicus Publishing, Carlsen Verlag o Harper-Collins entre otras. De su trabajo más reciente, nos ha interesado esta serie de ilustraciones que reflejan la armónica convivencia entre humanos y dinosaurios en un municipio llamado Dino Town...





jueves, 25 de marzo de 2021

Jurassic Night (2021)


Andrea Ricca es un director italiano de películas de ciencia ficción y terror. Licenciado en Sociología, se especializó en cine y gráficos 3D, y en sus películas de bajo presupuesto mezcla imágenes en vivo con criaturas generadas por ordenador. Sus historias hablan de secuestros alienígenas, sesiones de espiritismo y animales monstruosos que amenazan la tranquilidad de la gente normal. Con una duración máxima de diez minutos, sus cortometrajes están inspirados en la ciencia ficción clásica de los años 50 y 80 y han recibido más de cuarenta millones de visitas en su canal de YouTube. Entre sus películas más exitosas destacan "Spider Danger", en la que cuenta cómo una araña alcanza un enorme tamaño tras la caída de un meteorito, "Aliens Night" sobre abducciones extraterrestres o la inminente "Sharkarantula vs Snakeorpion", con híbridos imposibles...  Sus vídeos han superado los cuarenta millones de visitas en YouTube y ha participado en numerosos festivales de cine. A nosotros ya nos llamó la atención su corto "Dinosaur Attack" y ahora nos ha sorprendido su reciente "Jurassic Night", que es canela fina:

miércoles, 24 de marzo de 2021

Travesuras de un pequeño Dios (Gotzon)

Llegó un día en que el ser humano por fin pudo conquistar el espacio exterior, hasta el punto de llegar a conocer al verdadero creador de este universo. Este hecho tuvo lugar mientras descansaba de crear otro más de tantos universos paralelos.

El hecho de que lo pillaran desprevenido pudo causarle un pequeño disgusto, pero su afable carácter no se vio modificado un ápice por tal despiste. Sonreía imaginando la multitud de posibilidades de interactuación que le ofrecían aquellos diminutos hombrecillos.

Los líderes del planeta Tierra consideraron ocultar a la ciudadanía este fascinante descubrimiento, ya que darlo a conocer provocaría una revolución sin precedentes en el ámbito político religioso.

Mientras tamañas decisiones eran debatidas por los hombres que mandaban en la tierra, nuestro pequeño inventor de mundos era reprendido severamente por su progenitor. En esta ocasión el enfado parecía ser mayúsculo, mayor que la última vez, cuando deliberadamente se dejó contemplar por aquellos magníficos seres a los que llamaban dinosaurios.

GOTZON


Hoy traemos un microrrelato de Gotzon, publicado hace una década en su blog "Relatos encallados" y que, como habéis leído, aporta una nueva hipótesis a aquella extinción que tuvo lugar hace 66 millones de años...

martes, 23 de marzo de 2021

Superhéroes y dinosaurios (XXII): Jim Shooter

Verano de 1965. Un jovencísimo Jim Shooter (nacido del 27 de septiembre de 1951) dedica sus vacaciones escolares a realizar un cómic protagonizado por Superboy para la serie Legion of Superheroes. Tras descubrir los tebeos de Marvel, se había dado cuenta de que los de DC necesitaban una actualización con urgencia y asumió esa misión [1]. Satisfecho con el resultado, Jimbo se animó a enviárselo a la propia editora que, tras varios meses, contestó pidiendo más muestras. Un par de historias después y ya cumplidos los catorce años, el 10 de febrero de 1966, Jim recibió la llamada del editor Mort Weisinger, que le compró los tres cómics y le hizo nuevos encargos. No sólo el ego del pequeño genio vio recompensado el esfuerzo y la perseverancia: el dinero contribuyó a la débil economía familiar y su padre –obrero en la industria metalúrgica- pudo arreglar el coche para ir a trabajar [2]. En julio de 1966 se publicó la primera historieta de Shooter para Legion of Superheroes en Adventure Comics #346 y se convirtió en el guionista de la serie. Dada su inexperiencia como guionista, para asegurarse de que se comprendía su enfoque general de la viñeta, Jim dibujaba un esquema básico de las ilustraciones (layout), que se encargaron de completar artistas como Sheldon Moldoff, Curt Swan, George Papp, Pete Costanza o Win Mortimer.

Adventure Comics #349

Como a todos los críos, a Jimbo le encantan los dinosaurios… y pronto van a entrar pronto a formar parte del elenco de sus historias. Sólo tres meses después, en “The Rogue Legionnaire!” (Adventure Comics #349, dibuja Swan), el villano conocido como Universo roba una burbuja del tiempo y la Legión debe viajar al pasado en su búsqueda, para lo que utilizará un “cubo del tiempo” inventado por un estudiante, en cuya demostración vemos una escena mesozoica.

Adventure Comics #358

En “The Adult Legion” (1967, con Swan, Adventure Comics #354), Mon-El defiende a un lejano planeta del ataque de un dinosauroide. En “The Hunter” y su continuación “The Fugitives” (1967, con George Papp, Adventure Comics #358), una estampida de monstruos que incluye varios dinosauroides asola Metrópolis. En Adventure Comics #375 (1968, con Win Mortimer) no hay dinosaurios... salvo en potencia: en “The King of the Legion”, Jim presenta al supergrupo The Wanderers, al que pertenece Ornitho (luego conocido como Aviax), capaz de transformarse en cualquier ave... lo que incluye a sus ancestros del Mesozoico [3]. En "The Legion's Space Odyssey" (1969, con Win Mortimer, Adventure Comics #380), un dinosaurio alienígena con dientes de kriptonita parece devorar a Superboy...

Ese último año termina el instituto y son aceptadas sus dos solicitudes: estudiar en la prestigiosa New York University y trabajar en Marvel. Incapaz de compaginarlo todo, deja DC y los estudios y se muda a NY, ya que el trabajo en la “Casa de las Ideas” era presencial. Pero su sueldo no le da para emanciparse y a las tres semanas regresa a Pittsburg sin haber publicado ningún guión. Después de dejar a las dos grandes, pensó que estaba acabado en el mundillo (¡con 18 años!) y se dedicó a la publicidad.

Superboy #222

Cuatro años después regresa a la Gran Manzana para trabajar de nuevo en ambas editoras. Su madurez como guionista hará innecesario ya el uso de layouts. En DC escribió “The Jaws of Fear” (1975, Superboy #213, con Mike Grell), donde la Legión de Superhéroes se enfrenta a un “galactosaurio” (nomen ignotum que designa a un gigantesco dinosaurio espacial) o “Death of a Legend” (1976, Superboy #222, con Michael Netzer “Mike Nasser”), en la que Questar combate con un terópodo.

The Avengers #200

Pero se centrará en Marvel cuando le ofrezcan un puesto de editor asociado [4], ascendiendo en 1978 a editor jefe. Mantuvo a flote a la compañía en un momento difícil, terminó con los incumplimientos de plazos y, a cambio, abrió la puerta a que los autores cobraran derechos de autor con la línea Epic (1982). Además, ideó el argumento para el guión de Bill Mantlo en “Captives of the Collector!” (1978, The Avengers #174, dibuja Dave Wenzel), en la que un pterosauroide ataca al Halcón, y colaboró en el de “The Child is Father to...?” (1980, The Avengers #200, David Michelinie/George Perez y Dan Green), en que los Vengadores luchan contra una anomalía temporal que incluye una invasión dinosauriana.

Secret Wars II #9

En 1985 creó el monumental crossover –serie que cruza personajes de muchas otras- Secret Wars. En una viñeta en forma de infinito del último episodio de la segunda parte, “God in Man, Man in God!” (1987, dibuja Al Milgrom) podemos ver a un desconcertado terópodo y varios pterosaurios revoloteando y en la última página Shooter nos recuerda la historia de la vida, con saurópodo incluido. El título es bastante acertado pues, según algunos autores, esta serie terminó de endiosar al editor [5], que cada vez se inmiscuía más en su trabajo, provocando que muchos dejaran la casa (Steve Gerber, Marv Wolfman, Gene Colan, John Byrne, Doug Moench o Roy Thomas), lo que terminó costándole el puesto ese mismo año.

Solar, acompañado de Armstrong, en un episodio de Unity

En 1989 Jim funda Valiant Comics con el empresario Steven J. Massarsky, junto al que había intentado comprar Marvel el año anterior. Primero explotaron franquicias de Nintendo y WWF, y luego superhéroes de Gold Key como Solar, Man of the Atom (1962, Paul S. Newman/Bob Fujitani) o Magnus, Robot Fighter (1963, Russ Manning), pero pronto pasaron a publicar sus propios personajes.

Tras Rai (1991, dibujada por un David Lapham sin acreditar [6]), Jim ideó en 1992 Harbinger o H.A.R.D. Corps (también con Lapham), X-O Manowar (con Bob Layton),Shadowman (con Steve Englehart), Eternal Warrior (con John Dixon) o los crononautas Archer & Armstrong (con Layton/Barry Smith). Retomando el concepto de Secret Wars, ese último año Shooter desarrolló también un crossover que aglutinó a todos los héroes de la casa: Unity. Lo ambientó en el valle perdido de Turok (1954, Gaylord Dubois/Rex Maxon), donde descubriremos que también lo habitan bionisaurios, dinosaurios a los que se han implantado dispositivos para aumentar su inteligencia. Unity se publicó repartido entre todas las revistas de la casa.

Mon-Ark, un bionisaurio duro de pelar

Pero Jim fue expulsado de Valiant por sus socios justo cuando sus ventas se acababan de disparar. Entonces, funda con algunos colegas Defiant Comics (1993), que apenas superó el año, y luego la igualmente breve Broadway Comics (1995). En 1999 regresó brevemente a Valiant (ahora propiedad de Acclaim Entertainment) para escribir Unity 2000, dibujada por Jim Starlin, de la que sólo vieron la luz los tres primeros episodios... en los que no hemos encontrado dinosaurios. En 2003 se unió como editor a Illustrated Media, donde aún trabaja. En 2007 regresó a DC, el siguiente año a Acclaim y en 2009 fue contratado por Dark Horse para supervisar y escribir Turok y otros clásicos de Gold Key.


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[3] DC publicó una serie limitada sobre el grupo en 1988-1989. En “Nightsparks for the Wing” (1989, Doug Moench/Dave Hoover, The Wanderers #12), Aviax se transforma en un Deinonychus para aparearse con otro ejemplar.
[4] “En diciembre de 1975, Marv [Wolfman] me llamó y me preguntó si estaría interesado en un puesto como “editor asociado”, el segundo puesto al mando del editor en jefe. Reemplazaría a un compañero llamado Chris Claremont que se marchaba para convertirse en escritor independiente” ("Here I Go Again" (JimShooter.com))
[5] “Luego su Secret Wars fue un gran éxito, y después de eso decidió que lo sabía todo y comenzó a cambiar las cosas de todos” (John Romita... and All That Jazz!, Roy Thomas, John Romita y Jim Amash, 2003, TwoMorrows Publishing). “¡Haz que Secret Wars nunca suceda! Fue entonces cuando el problema realmente se aceleró” (John Byrne, a la pregunta de qué decisión de Shooter cambiaría si pudiera retroceder en el tiempo, en Byrnerobotics.com).
[6] Según Jim, se debió a un error de imprenta. The Jim Shooter Interview (The Valiant Era Online)


Recuerda, todos los cómics de dinosaurios están en "El Comicsaurio: La historia de los cómics de dinosaurios" editado por Applehead Team. Ya en preventa aquí.

lunes, 22 de marzo de 2021

El trimetrodon de Reid Psaltis

Reid Psaltis es un ilustrador y escultor procedente del Pacific Northwest norteamericano. Interesado por los animales y el arte desde temprana edad, estudió pintura al óleo en la Western Washington University, y completó posteriormente su graduado en ilustración científica en la California State University, colaborando en el departamento de exposiciones del American Museum of Natural History de Nueva York. Recientemente ha publicado "Kingdom/Order" y "The Order of Things: A Bestiary", ambos editados por Secret Acres Books. Ya pudimos ver parte de su obra de ilustración en una entrada anterior, pero hoy nos vamos a parar en una de sus esculturas, con el título de "Trimetrodon", que es el apodo que utiliza en redes sociales:


Hace tres años, Psaltis comenzó a elaborar una escultura que hibridaba los vehículos de TriMet, la empresa de transportes de Oregon, con el reptil sinápsido del Pérmico Dimetrodon. A través de su cuenta de Instagram se podía seguir la evolución del trabajo:


El resultado, una vez acabada la aplicación de pintura, es espectacular, y la escultura se exhibió en el Art Market PDX de Portland (Oregon) celebrado en abril de 2018:






Me lo chivó Javi Godoy. ¡Gracias!

viernes, 19 de marzo de 2021

The Age of Mammals (1981)

A principios de los ochenta hacía acto de aparición el cortometraje The Age of Mammals (Mark D. Wolf, 1980), una producción protagonizada por diferentes animales prehistóricos, animados fotograma a fotograma, y realizada con fines didácticos para escuelas y similares. De hecho, el proyecto fue iniciado como una suerte de secuela de Dinosaurs, the Terrible Lizards (Wah Chang, 1970), y su guión fue escrito por Gail Morgan Hickman y Jim Aupperle en 1974. Se realizaron unas primeras tomas por entonces, donde incluso fueron asistidos por una leyenda del cine prehistórico como fue Stephen Czerkas. Por desgracia, el proyecto quedó en suspenso ya que sus artífices tuvieron que ocuparse de otros trabajos, hasta que en 1978 el director Mark Wolf retomó el proyecto. A nivel técnico, Wolf fue asistido por un lado Doug Beswick, que aportó sus conocimientos en la retroproyecciones, y especialmente por el maestro de modelaje Tony McVey, que se ocupó de la construcción y perfeccionamiento de varias criaturas. En concreto de los dos dinosaurios que aparecen al comienzo, fauna para la que McVey sustenta una habilidad innata en su confección. En cuanto al aspecto paleontológico, Mark Wolf contó con la ayuda de Gretchen Sibley, del Los Angeles County Museum of Natural History, y a tal efecto se preocuparon por dotar a sus criaturas de la morfología más fidedigna hasta la fecha. 

De este modo, en el inicio de esta narración se observa a un gran Brontosaurus pastando en un lago —esa imagen propia de principios de siglo de los dinosaurios pesados— y a un Allosaurus devorando un cadáver. Después, el corto va mostrando a los auténticos protagonistas del segmento, todos animados por stop-motion: diferentes mamíferos prehistóricos como Deltatheridium, un Eohippus que aquí es devorado por el ave Diatryma, Baluchitherium, Platybelodon, Glyptodon, Megatherium, luego asediado por un Smilodon que acapara las secuencias más elaboradas del largometraje, para finalmente mostrar un mamut y neandertales. Como vemos, el cortometraje supone toda una rareza en lo que se refiere a la recreación de mamíferos prehistóricos en pantalla, no muy habituales con las salvedades de largometrajes como Viaje a la prehistoria (Cesto do praveku, 1955) o los filmes de Harryhausen sobre Simbad [1].

En este sentido, el artífice del proyecto Mark Wolf se esmeró a fondo a la hora no sólo para conseguir unas plasmaciones realistas de su fauna, sino también de aportar una gran cantidad de referencias visuales a los grandes iconos del cine prehistórico. En realidad, muchos de los animales aparecidos en el corto tenían un aspecto muy deudor de otras encarnaciones famosas. Por ejemplo, Eohippus es idéntico al que aparecía en El valle de Gwangi (The Valley of Gwangi, 1969), y Allosaurus es muy similar al mostrado en Hace un millón de años (One Million Years B.C., 1966). En conclusión, bien podemos decir que The Age of Mammals es una misiva de amor a ese cine animado fotograma a fotograma que tanto entusiasmó, y sigue apasionando, a todo tipo de espectadores.


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[1] De hecho, Harryhausen visitó el escenario de la filmación de The Age of Mammals, y pudo compartir con Mark Wolf sus conocimientos y consejos sobre el stop-motion.

Collages realizados por Jim Aupperle y cedidos amablemente por Mark Wolf.


OCTAVIO LÓPEZ SANJUÁN


Puedes encontrar más cortometrajes protagonizados por bestias prehistóricas, y todo tipo de producciones abanderadas por fauna del pasado, en el libro Hace un millón de años y su secuela Cuando los dinosaurios dominaban la tierra, publicados por Diábolo Ediciones.

jueves, 18 de marzo de 2021

Los mundos prehistóricos de Nicola Cuti

Oriundo de Brooklyn y descendiente de inmigrantes italianos, Nicola Cuti (1944-2020) comenzó en el mundillo del comix underground, donde creó a la voluptuosa Moonchild (1968). Debutó profesionalmente con una tira en una revista francesa, a la que siguió la historieta “Grub” en el número #28 (1969) de la revista de Jim Warren Creepy, mientras aún servía al ejército.

Portada de Ken Smith para Creepy #36, inspirada en "Weird World"

El dibujante de la última fue Tom Sutton, un verdadero apasionado de los dinosaurios que parece que le inoculó el virus porque, el siguiente año, Sutton y Cuti publicaron otro par de historietas dinosaurianas en las publicaciones de Warren: “Weird World” (Creepy #36), en la que un cosmonauta llega a un remoto planeta donde encuentra a una atractiva joven que tiene un ceratópsido por mascota, y “The Vorpal Sword” (Eerie #29), que aquí conocimos como “La espada hechizada” (Vampus #18, 1973), donde un guerrero abate todo tipo de bestias –incluido algún dinosauroide- con su arma.

Prelude to Armageddon

Cuti, que había intentado infructuosamente que Wallace Wood publicara Moonchild en su prozine Witzend, consiguió finalmente formar parte del estudio de Wood, donde trabajó en las tiras Canon y Sally Forth. Ambos colaborarían en Creepy #41 (1971) en la historieta con dinosaurios «Prelude to Armageddon», en la que un centauro encuentra en un estanque a una hermosa ninfa que sale volando en un pterosaurio.

The Green Plague

Además, Cuti colaboró en las revistas de Warren con Jerry Grandenetti en la historieta “The Green Plague” (Vampirella #11, 1971), en la que de nuevo encontramos a una joven con un dinosaurio como mascota. En 1972, Cuti deja el ejército y conoce a  Charlene Veselsky, con la que se casó a los seis meses. Tuvieron una hija, aunque acabaron divorciándose. El mismo año, entra en el studio de animación de Ralph Bakshi (conocido por la adaptación del comic de Crumb Fritz the Cat, que fue clasificado como pornográfico, y también por sus películas de fantasía heroica) y es contratado como ayudante del editor George Wildman en Charlton, donde trabajará cuatro años, escribiendo guiones para Steve Ditko o su viejo colaborador Tom Sutton, y en 1973 creó junto a John Stanton al superhéroe E-Man.

"The Dragon Killer"

Sin llegar a ser paródico, E-Man tiene un tono humorístico que le diferencia de los superheroes mainstream. No usa capa, su uniforme mezcla tonos poco habituales en aquellos (naranja y amarillo) y en su pecho puede leers su lema: “E=mc2”. Aunque solo duró un par de años, a Cuti le dio tiempo de enredarle con dinosaurios en «The Dragon Killer» (E-Man #3, con Wayne Howard, 1974), en la que un tiranosaurio atraviesa un portal temporal y llega al medievo, originando la leyenda.

También en Charlton, colaboró con George Wildman en el clásico de Segar Popeye, introduciendo dinosaurios en “Last of the Polka–Dotted Kiwis” (1973), y con el madrileño Vicente Alcázar en la adaptación del serial televisivo Espacio 1999, en cuyo episodio «E Pluribus Unum» los protagonistas llegan a un planeta en el que cogen un huevo de pterosaurio provocando la ira de la madre (Space: 1999 #2, 1976).

"E Pluribus Unum"

En 1976, Cuti regresa con Warren, donde volvió a introducir dinosaurios en las historietas «Etran to Fulsing» (Creepy #94, con Dick Giordano, 1978) y «Bonga and Me» (Creepy #96, 1978) con otro madrileño, Esteban Maroto. Por cierto, la viñeta de debajo de Maroto tiene su historia. Y si no, fíjate en la siguiente de José Ortiz para “Un delicado asunto”, aparecida en Eerie #90 (1978)... y mira la portada que hizo Corben para ese número, en el que aparece su historieta “A Woman Scorned”... Los artistas de Warren eran aficionados a este tipo de jueguecitos.

Bonga and Me

Un delicado asunto

Aunque hay quien la atribuye a Jim Salicrup, es posible que Cuti escribiera “When Monsters Walked the Earth” para Win Mortimer (Spidey Super Stories #26, 1977), en la que el hombre-araña se enfrenta a una invasión de dinosaurios.

Pero lo cierto es que, cuando Warren cierra, Cuti no entra en Marvel sino en DC. En 1986, se muda a California para trabajar en animación y, más tarde, a Florida, donde escribió guiones para películas indies y novelas (como las sagas de Moonie -en la que retomó a Moonchild- y Starflake) al tiempo que continuó haciendo guiones para cómics.

"Quark and the Real World"

Cuando Stanton se convierte en editor de First Comics a comienzos de los 80, recuperó a E-Man. Si bien Cuti no pudo ayudarle al principio, dados sus compromisos con DC, cuando finalmente tuvo la opción de hacerlo, envió al héroe al origen de la vida, transformándole en dinosaurio en «Quark and the Real World» (E-Man #1, con Joe Stanton, 1989).

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