En los 80, Alfredo Castelli (1947)/Giancarlo Alessandrini (1950) actualizaron los fumetti de Bonelli, adaptándolos al gusto de una nueva generación que demandaba historias dirigidas a un público menos infantil con el sofisticado Martin Mystere, detective dell’ impossibile (1982), mitad detective y mitad arqueólogo, cuyo ayudante es el neandertal Java [1].
Naturalmente, los dinosaurios acabaron haciendo aparición en historias como “Il risveglio del dinosauro” (1986, Castelli/ Sergio Tuis), “La valle perduta” (1987, Castelli y Pier Francesco Prosperi/Alessandro Chiarolla) o “Al centro della Terra” (1991, Prosperi/Angelo Maria Ricci), todas con portada de Alessandrini. Más recientemente, pudimos ver pterosaurios en “I tecnomanti” (2002, Alessandro Russo/Fabrizio Russo).
Portada de Angelo Stano para Dylan Dog #50
El antiguo ayudante de Castelli, Tiziano Sclavi (1953) ideó el mayor éxito de Bonelli desde Tex: la historieta de terror Dylan Dog [2] (1986), que llegó también a 800.000 ejemplares mensuales. En “Ai confini del tempo” (1990) se encuentra con que el rascacielos más imponente de Londres ha sufrido una invasión prehistórica [3].
Portada de Castellini para Nathan Never #23
En 1991, Bonelli abraza abiertamente la ciencia-ficción con Nathan Never (Michele Medda, Antonio Serra y Bepi Vigna), que dos años después llega a “Un mondo perduto” creado por el Profesor Odaka [4], dibujado por Dante Bastianoni y con portada de Claudio Castellini (1966), antes de que ambos fichen por Marvel.
Volveremos a ver dinosaurios en los episodios “Il satellite Killer” (1995), de Antonio Serra/F. Bastianoni, “Il Signore della Preistoria” (2000, Ricardo Secchi/ Paolo di Clementi) o “Viaggio nel Tempo” (2001), de Vieti/Olivares.
Portada de Castellini para Nathan Never #44
Portada de Roberto de Angelis para Nathan Never #115
Entre las últimas series editadas por Bonelli, debemos destacar Napoleone (1997) de Carlo Ambrosini (1954), en cuyo episodio “Il Cavaliere e il Drago” (2004) asistimos al feroz ataque de un tiranosaurio a un hadrosaurio, la postapocalíptica Brendon (1998) de Claudio Chiaverotti [5], que nos permitirá disfrutar de dinosaurios zombies en “Ragno gelido” (2012), o Gea (1999) de Luca Enoch [6] (1962), protagonizada por una estudiante que ejerce de cazadora de criaturas fantásticas –y algún dinosaurio- en sus ratos libres.
Viñeta de "Il cavaliere e il drago"
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[1] En Metamorpho (1965, The brave and the bold #57), de Bob Haney y Ramona Fradon, aparece otro hombre prehistórico con ese hombre, obviamente tomado del hombre de Java.
[2] Inspirado en buena medida en el personaje Kerry il traper (1983) de Sclavi, que le puso el rostro del actor Rupert Everett y lo bautizó en honor al poeta Dylan Thomas.
[3] Más recientemente pudimos asistir a otra invasión en “Cose dell’altro mondo” (2008), en “Un mondo sconosciuto” (2004) visitamos un mundo perdido y en “Requiem per un monstro” (2001) descubrimos al plesiosaurio conocido como “Monstruo del Lago Ness”.
[4] En 2000, Odaka vuelve a la carga en “I signori della preistoria” de Riccardo Secchi (1962)/Paolo di Clementi (1971).
[5] También autor para la casa de la ucrónica Morgan Lost (2015), ambientada en 1950 en un mundo en que no llegó a estallar la II Guerra Mundial.
[6] También ha publicado en Bonelli Dragonero (2013), en la que aparecen dragones de todas formas y tamaños.