Bonelli: Fumetti e Dinosauri (I)
Gianluigi (en pie) y Sergio (sentado) Bonelli
Si te preguntaran cuáles son la series de cómics más vendidas de la Historia, es muy posible que las primeras que te viniesen a la cabeza fueran los clásicos norteamericanos Batman y Superman. No irías muy desencaminado, aunque el primer puesto se lo disputan la norteamericana Classics ilustrated –colección de adaptaciones literarias similar a las Joyas Literarias Juveniles que editó Bruguera en los 70-, el alemán Micky Maus o el británico The Beano, con cerca de 1.000 millones de revistas vendidas cada una. Lo que seguramente te chocará saber es que, entre los 600 millones vendidos por el “hombre de acero” y los 460 del “hombre murciélago”, se sitúan los más de 500 millones de revistas despachadas del spaghetti-western Tex, editada por el milanés Sergio Bonelli, cuya colección ya ha pasado del número 700 (en 2014, cada uno vendía 190.000 ejemplares, aunque en los 70 llegó a tirar 800.000).
El crononauta Brick Bradford en "El trono de Titania" (edición gala)
Sergio Bonelli (1932-2011) heredó la editorial de su padre, el también guionista Giovanni Luigi Bonelli (1908-2001), que la fundó como Edizione Audace en 1941 tras adquirir la cabecera L’Audace (1934), que había pasado por Vecchi, Mondadori o Idea, y donde dio a conocer al público italiano historietas norteamericanas como Brick Bradford –creado en 1933 por William Ritt/Clarence Gray para el King Features- o el Tarzan de Harold Foster.
Tex se encuentra con un "Chiquitisaurio calzadensis" en... ¿Cantabria?
Tras la Guerra, rebautizada sucesivamente como Araldo, Cepim, Daim Press, Altamira o L’Isola Trovata, la editora cambia los formatos y pasa a publicar series desarrolladas a través de historias largas en blanco y negro (hoy las llamaríamos “novelas gráficas”), cuyo mayor éxito será el western Tex (1948), escrito por Gianluigi para el dibujante Aurelio Galleppini (1917-94). Con tantas aventuras como arriba hemos mencionado, tarde o temprano tenía que llegar a algún mundo perdido poblado por terópodos: En 1964 en "Le Terre dell' Abisso" o "Duello a Laredo", de mano de sus creadores, o en 1981 en "Artigli nelle Tenebre" y "La Scogliera dell' Orrore" por Sergio Bonnelli/ Guglielmo Letteri (1926-2006).
En "Il Cacciatore di Fossili" (1997), de nuestros Antonio Segura (1947-2012)/José Ortiz (1932-2013), Tex participa en la “Guerra de los Huesos” defendiendo a Edward Cope de un paleontólogo loco.
Desde 1957, las riendas de la casa pasan a Sergio Bonelli, que utilizó como creador el pseudónimo de “Guido Nolitta” y marcó un nuevo rumbo en la editorial, que desde 1988 lleva su nombre.
Extraño dinosaurio con placas óseas, cuernos a modo de gola y lengua viperina del episodio de Zagor "L'Abisso verde"
En 1961 crea con Gallieno Ferri (1929-2016) a Zagor, en la que mezcla el western con la ciencia-ficción, facilitando incursiones mesozoicas en “L’Abisso verde” (1966, dibuja Ferri), donde habita un dinosauroide ciego, que en “La Progenie del Mal” (2011), con Massimo Pesce (1958), se revela como fruto de los experimentos de los atlantes, que tienen muchos otros saurios hibernados, o en “Il mondo perduto” (2013), ilustrada por Michele Rubini (1977).
Zagor en "Il mondo perduto"
El inseparable compañero de Zagor, el mexicano L’inossidable Cico, tuvo revista propia (1979) en cuya novena entrega, “Cico cavernicolo” (1993), conoceremos los locos inventos de Troglocico y sus problemas con los dinosaurios.
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