martes, 17 de marzo de 2020

Los dinosaurios de Tsuburaya Productions (I)

Tsuburaya Productions, como su propio nombre indica, es una compañía japonesa fundada por no otro que Eiji Tsuburaya, aquel artista que se ocupó de materializar a Godzilla y conseguir con sus atinados efectos especiales que se convirtiera en todo un icono del cine fantástico. La primera película del monstruo se estrenó en 1954, y una década después el maestro del suitmation (como conocemos a la técnica de hombre disfrazado) fundó su propia empresa de entretenimiento audiovisual que daría pie a su vez a otro legendario personaje, Ultraman.

Este héroe de estela plateada y trazos rojos se convirtió en otro símbolo televisivo, y pronto se convirtió en una apuesta segura del mundo catódico que afianzó la permanencia de Tsuburaya y sus creaciones en la pequeña pantalla en los sesenta y setenta, mientras que en el cine las películas de monstruos entraban en su decadencia. De esta manera, con la compañía plenamente asentada, era el momento de buscar nuevos desafíos, retos e ideas. Y lo hicieron con un cortometraje experimental llamado Giant Beast Planet (Kyoju Wakusei, 1974), que era una combinación de anime, imagen real y animación por stop-motion. En él, dos exploradores galácticos en un árido planeta se topan con varias criaturas insectoides, hasta que son salvados por un misterioso ser antropomorfo y casi invisible.

Al buen recibimiento del corto hubo que sumar el descubrimiento de un animal prehistórico en 1976, que causó un gran revuelo. Inicialmente se creyó que esta criatura era un tiranosaurio, si bien más tarde se demostró que era un reptil marino, del género Taniwhasaurus concretamente. En cualquier caso, el aumento de la popularidad de estos animales en el país gracias al hallazgo fue decisivo a la hora de que Tsuburaya Productions se decantase por abordar una serie donde esta fauna del pasado tuviese una importancia notable. También fue importante, a la hora de decidirse por emplear el stop-motion, las críticas que el paleontólogo Ikuo Kobata había vertido sobre el habitual uso de hombres disfrazados para dar vida a animales prehistóricos, un recurso muy habitual en la naturaleza de la productora para abaratar costes, que derivaba en una tendencia a plasmar a los animales con estas poses cangurianas, ya obsoletas a finales de los setenta.

Así las cosas, en un intento de dar verosimilitud a sus bestias prehistóricas, Tsuburaya Productions apostó fuerte por un stop-motion que fue realizado por Hiroshi Tabata, artista que ya entonces se había ocupado de la misma técnica en varios especiales navideños de la productora Rankin/Bass. Con el paso del tiempo, se constataría que la presente serie sería una de las pocas en dar ese protagonismo al stop-motion. A tenor de todo lo anterior, idearon una serie llamada Dinosaur Expedition Born Free (Kyoryu tankentai Born Free, 1976-1977), que empleaba el mismo recurso de mezclar tanto animación tradicional con la realizada fotograma a fotograma y un poco de marionetas. De la producción se encargó Akira Tsuburaya, hijo del fundador de la compañía, y de la animación tradicional se ocupó la empresa Sunrise, que con el tiempo adquiriría una gran reputación realizando series como Cowboy Bebop.

La trama hablaba de cómo en un entonces futuro 1996 los dinosaurios habían resurgido del interior de la Tierra gracias al paso por el planeta de un misterioso asteroide. El meteoro de igual modo había reinstaurado asimismo el clima del Mesozoico, pero también había provocado una serie de cambios geológicos -terremotos, por ejemplo- que ponían en peligro la nueva vida de las criaturas del pasado. Para protegerlos de la amenaza de una nueva extinción, se creaba la Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza que, dirigida por el profesor Masaki, tenía como misión proteger y rescatar a la fauna prehistórica y confinarla en un lugar seguro.

Con este objetivo, se formaba la Patrulla Dinosaurio, cuyo equipo contaba con toda serie de vehículos especializados, desde una suerte de tanques todoterreno, submarinos y hasta un dirigible que se encargaba de izar a los animales y transportarlos hasta su nuevo hogar. Entre ellos destacaba el Born Free, la tanqueta principal que daba nombre a la serie. El emblema de dicha organización no podía ser otro que un saurópodo en el interior de un óvalo, y sus componentes era un grupo de cinco individuos cada uno con su función particular: Joji Kitayama era el capitán de la formación, Hisaki Kimura se encargaba de las comunicaciones, Akira Gondo del soporte técnico, a los que había que sumar a la científica Reiko Maki, el cocinero Saburo Koyama y el niño Masao Masali junto a su perro, definidos como las mascotas de la patrulla.

Tyrannosaurus comiéndose a un Polacanthus

Stegoceras

Iguanodon

Brontosaurus

Triceratops

La serie hacía gala de un alto grado de preocupación ecológica, y de manera didáctica en cada misión se mostraban diagramas comparativos de los distintos dinosaurios, especificando sus características, tamaño y alimentación. Y así, durante veinticinco episodios, sus protagonistas se encontraban con ejemplares de Tyrannosaurus, Diplodocus, Stegoceras, Iguanodon, Brontosaurus, Triceratops, Gorgosaurus, Polacanthus, Pteranodon, Brachiosaurus, Corythosaurus, Ankylosaurus, Allosaurus, Stegosaurus o Trachodon. De hecho, en el último capítulo debían de hacerse cargo de un Taniwhasaurus, el animal que había influenciado en gran parte la serie, y que tal como dijimos, era plasmado aquí erróneamente como un tiranosáurido.

Gorgosaurus

Polacanthus

Brachiosaurus

Corythosaurus

Ankylosaurus

Allosaurus

Trachodon

En Italia se emitió en 1985 la serie en su integridad, alcanzando un notable éxito, como también ocurrió en Arabia Saudí. Sin embargo en Estados Unidos ocurrió algo un tanto diferente. La compañia Associated Entertainment International (AEI) juntó los cuatro primeros episodios en un montaje de hora y media, alteró los nombres japoneses de los personajes para hacerlos pasar por americanos, y lo comercializó como si fuera un largometraje bajo el nombre Return of Dinosaurs, en 1983.

Curiosamente, en nuestro país llegó esta versión adulterada también al mercado del video, con el nombre de El retorno de los dinosaurios [1] con un excelente doblaje en castellano. Podíamos encontrar por ejemplo en esta versión ibérica las voces de Víctor Agramunt, José María Cordero, José Moratalla, Rosa María Belda, y el mismísimo Teófilo Martínez, con su voz potente y cavernosa, haciendo las veces de narrador.

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[1] Se puede ver en aquí.

OCTAVIO LÓPEZ SANJUÁN

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