Los mundos prehistóricos de Narayan Debnath
El año pasado nos dejó un casi centenario Narayan Debnath, cuya larga trayectoria y popularidad le hacen personificar la historia del cómic bengalí. Había nacido en 1925, en el seno de una familia de orfebres procedente de Bangladesh. Estudió arte durante la Segunda Guerra Mundial, aunque abandonó en el último curso.
Tras unos años en el mundillo de la publicidad, en 1951 comenzó a ilustrar una serie de relatos de Tarzán escritos por Sabyasachi (seudónimo de Sudhindranath Raha) para la revista de Calcuta Shuktara («Estrella de la tarde»), labor que desarrollaría durante cuarenta años [1]. Inspirado en el físico de Johnny Weissmüller, en más de una ocasión le tocará dibujar los dinosaurios que el hombre-mono encuentra en los mundos perdidos de Burroughs Pellucidar o Pal-Ul-Don.
En 1962, de nuevo en Shuktara, tomó la serie de cómic de los estudiantes gamberretes de Pratul Chandra Bandyopadhyay Handa Bhonda (1951). La popularidad de este trabajo le permitió publicar un trabajo de su propia autoría, Bantul el grande (1965), en esta ocasión a todo color. Otras revistas le abrieron entonces sus puertas, como Kishore Bharti (Dinesh Chandra Chatterjee, 1968), donde destacó con Nonte Fonte (1969), que protagonizan unos compañeros de internado. Estas series son deudoras, tanto argumentalmente como a nivel gráfico, de las que los colonizadores británicos incluían en sus revistas clásicas Dandy y Beano.
Pero Debnath no se iba a limitar al cómic humorístico y también prestó sus lápices a la historieta de aventuras. En particular, nos interesan sus incursiones en la ciencia-ficción. Narayan se reinventa en estas historias, con argumentos más elaborados y estilísticamente, introduciendo deliciosas ilustraciones a la acuarela. Y lo que es mejor: aprovecha para introducir fauna pretérita como la que había ilustrado para
Tarzán.
“Mrita Nagarir Danob Debta”
“Mrita Nagarir Danob Debta” (“El dios demonio del inframundo”, 1973) es una breve historieta de ocho páginas en la que el autor nos cuenta cómo una expedición al Sahara rescata a un hombre de una muerte segura en el desierto que les cuenta cómo cayó accidentalmente en una cueva que conducía a un mundo subterráneo perdido en el que los hombres adoran a un terrible anquilosaurio.
“Duhswapner Deshe”
También se publicó en la revista Balaka “Duhswapner Deshe” (“En la tierra de las pesadillas”, 1975). En esta historieta, Debnath presenta a un helicóptero que se adentra en el interior de un volcán apagado en África y encuentra a un plesiosaurio y a una tribu poco amigable que coge a la tripulación del aparato y los inmoviliza con una red en una almadía, que navega a la deriva, dejando su suerte a la voluntad del monstruo.
Episodio de “Drāgoner thābā” en Shuktara
Una de las creaciones más recordadas de Debnath es el agente secreto al servicio del gobierno hindú Kaushik Roy, que debutó en 1975 en Shuktara. Tiene una prótesis metálica por mano derecha que recuerda al héroe británico Zarpa de acero, que popularizó nuestro inolvidable Jesús Blasco, y en el caso de Roy constituye un arma irreemplazable: sirve de cuchillo, tiene un transmisor oculto y puede disparar balas, gas o incluso rayos láser. Experto en boxeo y artes marciales, entre sus aventuras destaca “Drāgoner thābā” (La garra del dragón, 1979). En este episodio, Kaushik llega a un archipiélago desconocido, sólo es visible cuando baja la marea, al que pertenece la “Isla del dragón”, donde una banda liderada por un encapuchado ha construido una base en la que recrean dinosaurios mediante ingeniería genética.
Volumen recopilatorio de “Drāgoner thābā”
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[1] Hasta 1992, con la excepción de tan sólo siete números, impresos en Delhi debido a la huelga en Calcuta, que ilustró Mayukh Chowdhury.
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