viernes, 30 de julio de 2021

Sport Comics (I)

Como sabemos, las viñetas son un medio especialmente sensible a la presencia sauria, con independencia del género de que se trate: terror, humor, western, aventuras, ciencia- ficción... Los cómics deportivos no han sido una excepción, como vamos a tener ocasión de comprobar en esta entrada, que hemos organizado alfabéticamente por deportes para mayor claridad.

Comenzaremos por el deporte rey de las olimpiadas, el atletismo. De hecho, es posible que los dinosaurios tuvieran mucho que ver con el origen de algunas de sus pruebas. Al menos, eso parece sugerir esta viñeta de 1914 del pionera cómic con dinosaurios de Frederick Burr Opper Our Antediluvian Ancestors, en la que dos trogloditas se maravillan de la técnica de un velocista. “Ese hombre es un gran corredor”, dice uno, y el otro le contesta: “Tiene que serlo. Es el profesor Vistepieles. Está escribiendo un libro sobre ‘Los animales salvajes del periodo Jurásico’. Será una gran obra si vive para acabarla.” Desde entonces, correr delante de bestias propias del Mesozoico se convertirá en una disciplina deportiva muy común en los cómics.

En cambio, otros héroes de papel comenzarán protagonizando gestas deportivas para luego acabar enredados entre dinosaurios. Como Andrax (1974, Jordi Bernet), plusmarquista de decathlon en las olimpiadas de Barcelona de 1992 del que ya te hablamos aquí. Sus cualidades atléticas serán precisamente las que le predispongan como objetivo de un científico loco que le secuestra e hiberna para hacerle despertar en el mundo postapocalíptico que tendrá lugar dentro de 2.000 años, donde los dinosaurios vuelven a ser los amos del cotarro.

En The Flintstones visits Laff-A-Lympics (1978, Marvel), con guión de Mark Evanier, asistimos a distintas pruebas deportivas entre los personajes clásicos de Hanna-Barbera, como esta carrera entre Canuto (Augie Doggie) y el pulpo Manotas (Squiddly Diddly).

Aún resuenan los ecos del escándalo que destapamos con ocasión de los Juegos Olímpicos de Río de 2016, cuando te contamos que el plusmarquista Usaín Bolt podría ser en realidad un velociraptor, como puedes recordar aquí. Lo sea o no, en Les dinosaures en BD Bloz y Plumeri le enfrentan a un carnotaurus en los 100 metros lisos y, como era de esperar, el récord olímpico es fulminado.

La serie malaya Dotchi ga tsuyoi!? -¿Cuál es más fuerte?- (2016, Kakugawa Manga Science Series), en la que todo tipo de animales miden sus fuerzas, acaba de presentar un especial olímpico al que ha sido invitado el equipo de X-Venture (2009), otra franquicia de origen malayo plagada de dinosaurios con la que se fundió el año pasado en la serie ¿Cuál es más fuerte? X. En esta ocasión, los animales –incluidos dinosaurios- se enfrentan en las olimpiadas. En la ilustración podemos ver que la victoria no siempre es cuestión de fuerza, ya que los tiranosaurios tienen algunos hándicaps para dominar la técnica de la jabalina.

Cuando los kaiju se enfadan suelen destruir ciudades, pero a veces todo puede resolverse con un buen reto deportivo. En Godzilla vs. Barkley (1993, Mike Baron/Jeff Butler), de Dark Horse, el jugador de la NBA Charles Barkley se enfrenta al gigantesco dinosaurio radiactivo... después de convertirse en alguien de su talla, claro. ¿Quién meterá más canastas? Ya te anticipo que no es quien tú crees pero, por supuesto, todo forma parte de una estratagema... Pero el monstruo radiactivo nipón no es el único amante del basket, como podemos comprobar en la ilustración con la que abríamos este post, procedente de Super Dinosaur #3 (2011, Robert Kirkman/Jason Howard).

Olímpico en 1992-2008, el béisbol será recuperado en esta edición de los juegos. No en vano, se trata de uno de los deportes más populares de Japón. Y por cierto, el manga de béisbol por excelencia, Kyojin no Hoshi (Bateadores), ha tenido invitados desde el Mesozoico en “El último dinosaurio” [1]. Aunque no era la primera vez que un dinosaurio se inmiscuía en un partido de béisbol: en la tira dominical de The Flintstones del 21 de julio de 1963 (arriba) incluso ayuda al catcher Pedro Picapiedra a eliminar a un contrincante. La última incursión de un dinosaurio en un cómic de béisbol es de este mismo junio, en Fuzzy Baseball #4 (Papercutz) de John Steven Gurney.

Deporte de exhibición en Seúl’88 y Atlanta’96, los bolos estuvieron entre las ocho disciplinas preseleccionadas para formar parte del programa de Tokyo en 2020, pero terminaron cayéndose del cartel por el coste de las instalaciones, entre otros motivos. Es una verdadera lástima, ya que –aparte de la ya mencionada familia Picapiedra- los dinosaurios son unos verdaderos especialistas, como nos desveló Doug Wildey en “The Hunter and the Hunted!” (1953).

The Hunter and the Hunted

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[1] Se trata de una de las entregas de la actualización del clásico por Yoshiyuki Murakami/Noboru Kawasaki bajo el título Shinyaku «Kyojin no Hoshi» Hanagata (2006).

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